Linea Republicana de Los Molinos
Entre Finales de 1937 y 1938, el bando republicano fortificó su línea defensiva en Guadarrama. Desde el casco urbano de esta localidad, en el que se emplearon las propias casas como construcciones defensivas, parte hacia el norte una línea casi paralela a la creada por el bando nacional, y que se extiende desde las afueras de la localidad hacia Los Molinos. Existen, al menos ocho fortificaciones en una línea que llega hasta el otro lado del ferrocarril de Segovia a su paso por esta última población, aunque al menos 3 están casi enterrados y uno está en una propiedad privada. Son fortines semicilindricos.
Cuentan con dos troneras frontolaterales que abarcan un ángulo de 180º, un acceso por la parte posterior y algunos tienen en su interior un bloque cilíndrico de hormigón para apoyar la ametralladora. Construidos con hormigón y en general se encuentran en muy buen estado.
El primer fortín se encuentra junto a la antigua carretera de Los Molinos, en la parte izquierda. Un pequeño pasillo excavado en la roca nos lleva hasta su entrada. Los siguientes los encontramos en el límite noroccidental del casco urbano, defendiendo el acceso desde las alturas a esta localidad y a Cercedilla.
El último de ellos, de mayor tamaño que los demás, se encuentra en el norte del trazado del ferrocarril, en una cota llamada Los Tres Picos. La razón de reforzar esta posición era el de mantener asegurado el valle que conduce a Navacerrada, a través del cual el bando republicano abastecía a sus tropas en la vertiente norte de este puerto, luchando en la proximidades de Segovia.
Durante mi busqueda halle uno de los últimos fortines en un lugrar poco habitual para una construcción militar y fue en una urbanización en las afueras del caso urbano de la población, que se llama El Balcón de la Peñota, entre unos chalets y rodeado de jardines por lo que es el que mejor conservado tiene su interior.
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