Durante la Segunda Guerra Mundial el ejército británico contó con un grupo especial denominado SOE (Special Operations Executive). El grupo, que fue creado para tratar de organizar la resistencia en los países ocupados por los nazis, se servía de espías para realizar sus operaciones.
Estos agentes utilizaban todo tipo de falsificaciones que ayudaban a completar sus misiones. Entre las falsificaciones normalmente necesitaban licencias de armas de fuego o permisos de trabajo y siempre o casi siempre pasaportes. Para ello contaron con un experto grupo de falsificadores. Y así fue. Tal era el nivel que necesitaban que llegaron incluso a liberar a falsificadores de la cárcel para que trabajaran a su servicio.
Y lo consiguieron. Sus falsificaciones llegaron a ser tan perfectas que muchas de ellas se han conservado con el paso del tiempo. Un ejemplo de ellas es el pasaporte de Adolf Hitler. El porqué realizaron ese pasaporte no esta claro. Puede ser simplemente una muestra o un ejemplo del humor inglés. El caso es que se realizó en 1941 y se ha conservado hasta nuestros días.
En él se dice que la ocupación del líder alemán era la de pintor (humor inglés) y se describen características físicas como su color de ojos o el sexo. Incluso dicen que tiene un bigote recortado.
Y continuando con el humor inglés introdujeron en dicho pasaporte una “J” mayúscula y roja que estaba reservada para los judíos en los verdaderos pasaportes alemanes.
Para saber más:
BBC
Imperial War Museum
World War 2 Today
The Guardian
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