Décadas más tarde, y tras numerosas cambios de manos, comenzó el goteo de pleitos interpuestos por los herederos del oprobio. Algunos han conseguido su propósito; otros, como el descendiente de la familia Cassirer que litigó durante siete años contra la Fundación Thyssen por un cuadro de Camille Pissarro, no han tenido tanta suerte.
Para esclarecer el origen, aún oscuro, de muchas de estas piezas, la Fundación Getty acaba de crear un buscador en el que buscar mas de 2.000 catálogos de subastas nazis entere 1930 y 1945. Esta valiosa documentación digitalizada ofrece datos contrastables de las transacciones que se llevaron a cabo durante ese tiempo y proporciona pistas sobre su posible paradero.
La iniciativa ha reunido fondos de 35 instituciones alemanas, suizas y austrícas. El grueso de los catálogos procede de las colecciones de los Institutos de Investigacción Getty, la biblioteca de los Museos Nacionales de Berlin y la Biblioteca universitaria de Heidelberg. En esta última se viene realizando desde hace dos años un proceso de digitalización de 150.000 páginas para convertirlas en texto susceptible de reconocimiento por búsqueda informatizada.
Fuente:
La Aventura de la Historia