Pocos días después de que los aliados desembarcaran en Normandía, unos 150 hombres del regimiento de infantería acorazada Der Führer de la Waffen-SS cercaron el pueblo de Oradour, en el oeste francés. Era la una y media de la tarde. El comandante Adolf Diekmann dio la orden de matar “con disparos a todos los habitantes, también a los niños”. Empezaron hacia las dos de la tarde y, según el criminal de guerra Heinz Barth, terminaron “rápido”. Ataron a unos 200 hombres. A las mujeres y a los niños los metieron en la iglesia y le prendieron fuego. Mientras ardía, los alemanes ametrallaron a los hombres. Para terminar quemaron el resto de la población, ya vacía.
Por su implicación en la masacre, Barth fue condenado a cadena perpetua en la RDA en 1983. Salió libre en 1997 y otros 60 soldados implicados fueron condenados a penas menores. En 2010, unos investigadores alemanes hallaron unos documentos que incriminaban a otros seis antiguos soldados en los archivos de la policía política de la RDA. Según los documentos también participaron en la matanza de Oradour, que fue el peor crimen perpetrado por los nazis sobre territorio francés durante la Segunda Guerra Mundial.
Los investigadores alemanes en el pueblo. |
Monumento erigido a las victimas de la matanza. |
Fuente:
El País
Daily Mail
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