El papel de Von Kleist fue el día del atentado poco relevante en comparación con los grandes protagonistas del golpe, como Stauffemberg. Durante las tensas y decisivas horas del 20 de julio en el Bendlerblock, el puesto de mando del ejército de reemplazo en Berlín, que fue el núcleo de la Operación Valkiria, Kleist estuvo muy afanoso junto a los conspiradores mas importantes (Beck, Olbricht, Hoepner o Stauffenberg) y retuvo al general Von Kortzfleisch, que se negaba a creer que Hitler había muerto. Olbricht envió a Kleist a comprobar si el batallón de guardia había aislado el barrio del Gobierno.
Cuando la conspiración fracasó y se ejecutó en el mismo patio a los cabecillas, Kleist fue arrestado y solo podía esperar lo peor. Pero evitó, por falta de evidencias que le ajusticiaran. Lo enviaron a Ravensbruck y, posteriormente, lo sacaron de allí para enviarlo al frente del Este para el resto de la guerra.
Patio en el que fue ejecutado Stauffenberg |
Ewald-Heinrich von Kleist-Schmenzin nació en 1922 en Pomerania. A los 18 años se alistó en la Wehrmacht. Tras la guerra se dedico al negocio editorial. Hombre discreto, decía que se apuntó a la resistencia porque consideraba el nazismo “un reinado intolerable de la injusticia”.
Recordaba aquel 20 de julio de su agitada juventud con una curiosa euforia y decía que durante la espera de la confirmación de la muerte de Hitler “casi podías sentir cómo la historía pendía del filo de un cuchillo”.
Fuente:
El País
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