El piloto Ernst Bartels y su copiloto Fleisch, en su Stuka. / COLECCIÓN HERIBERT GARCIA |
El Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica del Siglo XX de Benassal, entidad responsable de la exposición (hasta el 12 de mayo), se propuso investigar el episodio y encontró la clave del enigma de los bombardeos en el libro La Guerra Civil Española, de Antony Beevor. Beevor, basándose en los diarios de Wolfram Von Richthofen, el jefe de la Cóndor, una de sus principales fuentes, explica cómo la Luftwaffe alemana aprovechó la contienda como banco de pruebas para sus nuevos aparatos y técnicas. Beevor cita concretamente las cuatro poblaciones valencianas y de qué manera la Cóndor las atacó para luego fotografiarlas y evaluar científicamente las pautas de los bombardeos y el monto de la destrucción. Les interesaba sobre todo a los alemanes verificar la precisión de los bombardeos de los Stuka, con bombas de 500 kilos. Según Beevor el arma de mayor importancia psicológica que ensayó la Cóndor en España fue el Junker 87 Stuka.
Ares Antes y después del bombardeo |
Los investigadores del Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica encontraron en los archivos alemanes un informe sobre los bombardeos de las cuatro poblaciones, con 65 fotografías. En él se basa la exhibición que a través de 16 paneles documenta las acciones y sus resultados. Un trabajo exhaustivo típico de la metodología nazi, que todo lo documentaba.
La exposición incluye un vídeo con testimonios, información sobre el aeródromo de La Sénia desde el que despegaba la Cóndor; los Stukas, sus tripulantes y la técnica del bombardeo en picado. Lo más impresionante son las fotos, aéreas y pie a tierra, de la devastación. El nivel de arrasamiento es comparable al de imágenes de Varsovia o Rotterdam.
AQUI se puede ampliar información sobre los bombardeos en l'Alt Maestrat.
Fuente:
El País
La Vanguardia
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