En este bello jardín permaneció instalado, desde 1937 hasta el fin de la guerra, el Cuartel General del Ejército Republicano del Centro, que albergó durante ocho meses el puesto de mando del general José Miaja, jefe de la defensa de Madrid. Sería sucedido en el cargo por el coronel Segismundo Casado, que rindió Madrid a Franco.
La construcción de instalaciones militares en el parque se debió sus más de 100 hectáreas, así como estar alejada del frente en torno a la Ciudad Universitaria, su proximidad a la salida de Madrid por la carretera de Aragón, su proximidad a los aeropuertos de Barajas y de Alcalá de Henares, así como por su arboleda, óptima para el camuflaje antiaéreo. Tres edificaciones fortificadas subterráneas, el puesto de mando, un polvorín y una galería de escape, componían estructura defensiva.
Este búnker del Parque del Capricho es una de las fortificaciones mejor conservadas de Madrid, donde alcanzaron unas 5.000 construcciones, entre nidos de ametralladoras, búnkers, bastiones, fortines, casamatas, de los cuales unos 3.000 siguen en pie en distintos lugares de la región, como Los Molinos o Brunete.
El País
Plataforma Ciudadana por la Apertura del Búnker de El Capricho
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