A comienzos de la Segunda Guerra Mundial, el temor al uso de gases por parte de los alemanes en los bombardeos de Gran Bretaña era muy real. Durante la anterior guerra mundial se utilizaron en las trincheras de Francia con resultados devastadores y era realmente preocupante que se volviera a utilizar por lo que las autoridades extendieron el uso de las máscaras antigás en toda la población especialmente entre los niños.
Fuente:
Imperial War Museum
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