
"¡Lo único que han hecho ha sido despertarlos!"
Comandante Scott-Bowden.
Se había fijado la hora H principalmente por la confianza en la precisión de los bombarderos americanos en detrimento de la idea de arribar a la playa en mitad de la noche que proponían los británicos.

Los soldados iban equipados con un simple cinturón inflable con el objetivo de evitar que los soldados se fuesen al fondo del mar. Su problema era que solo servía si el infante hacía pie. Si no era así, el peso que portaban de cintura para arriba, unido a que este cinturón se llevaba por debajo del torso, provocaba que el cuerpo se girara y el soldado acabase cabeza abajo. Si no se quitaban el equipo rápido, se iban al fondo y se ahogaban.
Los guardacostas, con más experiencia apagaban los motores para sortear bancos de arena y llegaron hasta la misma playa.
Para saber más:
El Día D la batalla de Normadía, Antony Beevor
ABC
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