domingo, 2 de junio de 2013

Oro nazi bajo las mantas

Emilio de Navasqüés, director general de Política Económica, y un colaborador suyo se encaminaron, de madrugada, hasta el Ministerio de Industria y Comercio. Abrieron la puerta de su despacho donde dos toneladas de oro nazi descansaban apiladas en el suelo. Dos centenares de lingotes que dejaron de brillar cuando los diplomáticos los cubrieron con una las mantas que había cogido de su casa. ¿De dónde salió todo ese oro? ¿Por qué se escondía en el despacho de un alto funcionario y no en el Banco de España?

Se cree que el oro procedía de un alemán residente en Madrid y apellidado Burckardt con el que Navasqüés se reunía muy a menudo. El oro estuvo en el despacho algún tiempo, tapado con las mantas. Era un oro sin cuño y sin inventariar. Finalmente, por orden directa de Franco, se entregó a los británicos.

La agenda personal del diplomático español contiene numerosas citas con Burckardt en las mismas fechas en las que se reunía también con Randall, Ramsey, Viel Castel y Milton, representantes del Comité Aliado de Control de Alemania en España, que integraban Francia, el Reino Unido y Estados Unidos. El comité fiscalizaba e intervenía los bienes nazis en España.

Probablemente, el oro fue sacado de la Embajada alemana en Madrid para evitar que ese oro cayera en manos de los aliados nada más terminar la guerra, donde en aquellas fechas se encontraba una cantidad similar que fue reclamada por los alemanes diez años más tarde. El secretismo más absoluto rodeó a estas dos toneladas de oro, ya que el propio Navasqüés, presidente de la comisión negociadora para el bloqueo de bienes alemanes en España, no reflejó en ninguno de sus documentos oficiales la entrega del oro a los ingleses. ¿Por qué?

Una carta redactada por Navasqüés el 5 de diciembre de 1945 propone a Walter y Horwin, representantes ingleses en Madrid, que el oro localizado en la Embajada alemana lo depositen en el Instituto Español de Moneda Extranjera o lo exporten de inmediato a través del ferrocarril hasta Algeciras bajo la custodia de la Guardia Civil. Pero la cantidad de oro que se cita, en éste y otros documentos, es sólo de 52 kilos. ¿Por qué no se reflejó nunca la entrega de los 2.000 kilos de oro? Todavía no hay respuesta. En los archivos de Navasqüés hay varias de notas oficiales en las que muestra sus dudas y critica cómo se repartieron los aliados los bienes alemanes en España. Incluso denuncia a destacados franquistas que actuaron como testaferros de los nazis en España.

Fuente:
La odisea del oro nazi en España, de Janire Ramila (descarga gratis)
Historia y numismática
El Secreto de Zara
eSefarad

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