Winston Churchill logró el rarísimo honor de obtener el mayor premio que distingue a un escritor siendo político. Fue en 1953 y el comité elector de los premios le otorgó el galardón "por su maestría en la descripción biográfica e histórica, así como por su brillante oratoria en la defensa exaltada de los valores humanos". Churchill tambien era un destacado pintor.
Entre los méritos, se reconocieron tanto sus memorias escritas tras la guerra, como sus discursos durante la Segunda Guerra Mundial, entre los que destaca su famoso "Sangre, Sudor y Lágrimas" que Churchill dirigió al pueblo británico para enardecer su capacidad de aguante y valor patriótico cuando la guerra ya se encontraba en su primer año. En realidad la frase no es exactamente igual en dicha alocución, pues aparece así: "I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat" ("nada puedo ofrecer aparte de sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor").
El primer ministro inglés no es en realidad el autor original, ya que lo tomó del discurso de Theodore Roosevelt, siendo secretario de Marina, pronunció el 2 de junio de 1897 en la academia norteamericana de Guerra Naval. Aunque tampoco el político norteamericano fue el autor, puesto que, al parecer, el primero en usarla fue Guiseppe Garibaldi en Roma, en 1849, ante su ejército.
A pesar de recibir tan importante galardón, le decepcionó el premio porque esperaba el Nobel de la Paz, así que ni siquiera acudió a recogerlo.
Tambien se cuenta que el premio le fue otorgado porque las ventas de sus libros en Suecia le habían dado pingues beneficios y que por ello le debía una buena cantidad de impuestos a hacienda, así que otorgándole el premio el estado cobraría lo adeudado.
Curiosamente a comienzos de 1939 el parlamentario sueco Erik Brandt propuso a Adolf Hitler como candidato al Premio Nobel de la Paz basándose en que en 1938 se pactaron los acuerdos de Múnich para poner fin al problema de los Sudetes.
Para saber más:
El Día
El Cultural
El Confidencial
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