Fuente:
The Telegraph
El mejor momento que pasé fue en la enfermería un día cuando un infante de marina consiguió un congelador de helados. Nos juntamos todos junto al congelador y había muchachos tan nostálgicos que casi estaban llorando.
Es un lugar seguro para guardar alfileres y agujas... y probablemente será la única cosa útil que Adolf Shickelgruber (apellido original de su padre Alois) ha hecho.
Para el comandante de la ciudad rodeada de Bastogne.Según diversas testimonio de los presentes, cuando se le comunicó a McAuliffe la demanda de rendición alemana dijo "Ah, NUTS" (Nueces). En el contexto del mensaje podría traducirse como "¡Un HUEVO¡".
La fortuna de la guerra está cambiando. Esta vez las fuerzas de EE.UU. están cercadas en Bastogne están rodeados de fuertes divisiones blindadas alemanas. Más las unidades blindadas alemanas que han cruzado el río, cerca de Ortheuville, Marche y han llegado a San Humberto pasando por Hompre-Sibret-Tillet. Libramont que está en manos alemanas.
Sólo hay una posibilidad de salvar la tropas de EE.UU. rodeadas, de la aniquilación total: que es la honorable entrega de la ciudad rodeada. Con el fin de pensar que en un plazo de dos horas se concederán a partir de la presentación de esta nota.
Si esta propuesta es rechazada, un Cuerpo alemán de Artillería y seis batallones pesados AA están listos para aniquilar a las tropas de los EE.UU. y cerca de Bastogne. La orden de disparar se dará inmediatamente después de esta a dos horas de plazo.
Todas las graves pérdidas civiles causadas por este fuego de artillería no se corresponden con la conocida humanidad Americana.
El comandante alemán.
Para el comandante alemán.Todos los oficiales que estaban presentes estuvieron de acuerdo con la respuesta y fue escrita a máquina y entregado por el Coronel Harper y los oficiales de la delegación alemana. Harper tuvo que explicar el significado de la expresión a los alemanes. Los combates se reanudaron.
¡Nueces!
Del Comandante americano.
Estamos dando a nuestro país y a nuestros seres queridos en casa un digno regalo de Navidad, el privilegio de participar en esta valiente hazaña de armas, estamos haciendo por nosotros mismos una Feliz Navidad.Para saber más:
Me reclutaron para el Ejército, fui a San Antonio (Texas) donde realicé el examen para piloto, pero para serlo era necesario dos años de instituto, así que me mandaron a una escuela de Wisconsin, donde simplemente me desecharon y me enviaron a Infantería.A continuación, lo mandaron a Reno, (Nevada) donde fue entrenado para cumplir con su primera misión en África, pero la situación cambió y el joven militar, hijo de emigrantes catalanes, fue enviado a Southampton, Inglaterra.
Yo era un muchacho, de los 14 días en barco, 13 no comí por culpa de los mareos. Al final me entrenaron tres meses en Inglaterra y me enviaron a Francia.Una vez en Francia fue enviado a tomar en Alemania el control del Puente Ludendorff, el único paso aún en pie sobre el Rhin.
Era el punto de mayor resistencia y es ahí donde tengo mis principales recuerdos, como esa vez que cruzando el Rhin iba con un soldado delante de mí, cuando le alcanzaron y lo cortaron por la mitad, y a mí me cayeron todas las vísceras; estaba lleno de sangre y me gritaban: "te han dado, te han dado",pero no era yo.Valls cuenta con orgullo que fue el primer soldado en cruzar el puente Ludendorff, logrando el objetivo. Precisamente ahí cumplió los 20 años, en vísperas de la Navidad.
Cuando llegó el 25 de diciembre nos dijeron nuestros superiores que los católicos podíamos ir a rezar y en ese momento resultó que por conveniencia todos éramos católicos. Éramos miles de soldados luchando y sentíamos a Dios muy lejos de allí.
Me quedé helado, no le pude disparar y cuando se lo entregué al sargento le dije: "no lo pude matar" y él me contestó que no había problema, que pronto lo haría, y así fue.Visitó a tres psiquiatras, lo que le hacía revivir otra vez sus recuerdos, lo hacían llorar y ya no quiere ir.
Y maté a muchos, soy católico, no debí matar y desde entonces la conciencia no lo acepta, a veces lloro.
Aún tengo pesadillas, sueño que vamos a un entierro y voy con ellos, pero me van a enterrar a mí, cavan la fosa, me ponen en la fosa, me comienzan a tirar tierra, y les digo no, no, no estoy muerto y de pronto despierto sudando y tengo que ir a bañarme.
Dicen que me pueden curar, pero para esto no hay cura, eso pasó hace 67 años y todavía no hay cura y no la habrá.
No me siento, soy culpable, aunque lo único que me ayuda es que yo no decidí ir, me llevaron y no sé cómo pude sobrevivir, solo me hirieron en un brazo y en una pierna.
Yo quería morir, rezaba para que se acabara esa ‘chingada guerra’, y le decía a Dios mátame, mátame, mátame, ya estoy listo, estoy cansado, cansado.
Y cuando nos avisaron del final de la guerra, ya no tenía ni ánimos de festejar, simplemente lo acepté. De los 22 amigos de la ciudad que fuimos a la guerra solo regresamos dos, los otros 20 son los verdaderos héroes, yo no.
Esos apreciados objetos sólo pertenecen a los museos porque son testigos de nuestra historia. Este comercio es degradante para todos los que murieron en el Holocausto.Supervivientes del holocausto, políticos y activistas de todo el mundo han mostrado su repugnancia e incredulidad tras la publicación del artículo.
Estaban completamente equivocados. El cadáver de Müller fue hallado en agosto de 1945 en una tumba provisional cerca del entonces Ministerio del Aire.Según Tuchel, hay documentos históricos que prueban que el criminal nazi fue identificado entonces de forma inequívoca. Llevaba uniforme de general y en el bolsillo interno izquierdo su carnet de servicio con una foto. De allí fue trasladado a una de las tres fosas comunes en el cementerio judío. Un documento emitido en 1945 por el barrio de Mitte, donde se encuentra el cementerio indica que en ese lugar fue enterrado el criminal nazi.