Tras el
ataque a Pearl Harbor, el Gobierno de Estados Unidos decretó el traslado de miles de japoneses residentes en su país a
campos de concentración y se licenció provisionalmente a los soldados de ascendencia japonesa del servicio activo. Aunque resulta paradójico que el 442º regimiento de Infantería, formada únicamente por soldados estadounidenses de origen japonés, llamados "niseis" f
ue la unidad más condecorada de los Estados Unidos, obteniendo 18.143 galardones, entre ellos 21 Medallas de Honor y 9.486 Corazones Púrpura. El regimiento solo combatió en Europa ante el temor de que se pudieran pasar a la enemigo o actuar de espías para el enemigo.

Un grupo de soldados de origen japonés destinados en las islas Hawáii fueron traslados a la isla del Gato, en el Golfo de México, para comenzar un
entrenamiento secreto en un campamento del cuerpo de perros del ejército estadounidenses.
El plan era entrenar perros para que atacaran a los japoneses; ya que, según una opinión racista, se podía
entrenar a los perros para que atacasen solo a los japoneses, debido a que tenían un olor específico que los perros podían reconocer.
Se estimó que se podrían
adiestrar a unos 30.000 perros para poder realizar la invasión de Japón. Usando a los
soldados de origen japonés como una especie de cebo, procedieron a elevar los niveles de agresividad de los perros vistiendo a las tropas con uniformes japoneses y obligándoles a golpear salvajemente a los animales.

Tras tres meses de entrenamiento se realizó una demostración de los progresos ante los altos mandos y
los perros fueron incapaces de distinguir a los soldados de origen japonés del resto. Después de un segundo intento, que también fracasó se cerró programa en
febrero de 1943.
Los marines utilizaron
perros como centinelas, mensajeros y exploradores. Los perros exploraron cuevas, minas, búnkers y trampas en las islas del Pacífico.
Para saber más:
RT
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