Durante la Segunda Guerra Mundial, la marina de Estados Unidos construyó el "Ice Cream Barge", oficialmente llamado "BRL" (Barge, Refrigerated, Large), encargado de fabricar y distribuir miles de toneladas de helado entre los barcos y bases que tenía desplegados en el océano Pacífico.
En las tripulaciones de la Marina estadounidense era bastante habitual el consumo de helado, ya desde hacía décadas. Sobre todo desde que en 1914, la Orden General 99 de la Armada prohibiera el consumo de alcohol a bordo, aunque muchos recurrieron a tetras para saltársela creando bebidas alcohólicas como el "Zumo de Torpedo". Durante la guerra, por cada piloto rescatado del agua por un navío de escolta, el portaaviones les daba como recompensa 20 galones (unos 75 litros) de helado.
Tanto aprecio tenían al helado que En 1942, cuando los torpedos japoneses hundieron lentamente el USS Lexington, la tripulación abandonó el barco, pero no sin antes de irrumpir en el congelador y hacerse con todo el helado. En 1943, las tripulaciones de los bombarderos pesados se dieron cuenta de que podían hacer helado sobre territorio enemigo sujetando cubos al compartimento del artillero de cola antes de las misiones. Así para cuando aterrizaran, se habría congelado debido a la altura y se habrían batido suavemente por las vibraciones del vuelo. Las tropas de tierra improvisaban helados mezclando nieve y barras de chocolate derretidas en cascos o latas de raciones.
Un soldado herido contaba en una carta:
El mejor momento que pasé fue en la enfermería un día cuando un infante de marina consiguió un congelador de helados. Nos juntamos todos junto al congelador y había muchachos tan nostálgicos que casi estaban llorando.
A partir de 1943, se distribuyeron más de 61.000 toneladas de helado deshidratado entre todas las bases militares del Pacífico Sur. Con un poco de agua y siguiendo las instrucciones que indicaba la lata del producto para diluir el polvo, cualquier soldado podía obtener su propio helado.
El secretario de la Marina, James Forrestal, ordenó dar máxima prioridad a la distribución de helados y, en 1945, consiguió un millón de dólares para construir un barco destinado, casi exclusivamente, a la fabricación de helados. En sus 5000 congeladores también podía guardar unas 1.500 toneladas de carne y 500 toneladas de verduras.
El "Ice Cream Barge" era una barcaza de hormigón remolcada capaz de producir alrededor de 300 litros de helado a la hora. Además de ser la primera heladería flotante y ambulante del mundo, sin duda hizo las delicias de muchos de los soldados, a la vez que les sirvió de cierto apoyo moral mientras combatían en unos campos de batalla lejos de su hogar.
El secretario de la Marina, James Forrestal, ordenó dar máxima prioridad a la distribución de helados y, en 1945, consiguió un millón de dólares para construir un barco destinado, casi exclusivamente, a la fabricación de helados. En sus 5000 congeladores también podía guardar unas 1.500 toneladas de carne y 500 toneladas de verduras.
El "Ice Cream Barge" era una barcaza de hormigón remolcada capaz de producir alrededor de 300 litros de helado a la hora. Además de ser la primera heladería flotante y ambulante del mundo, sin duda hizo las delicias de muchos de los soldados, a la vez que les sirvió de cierto apoyo moral mientras combatían en unos campos de batalla lejos de su hogar.
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