Harry, de unos102 metros de largo y que transcurría a una profundidad máxima de 8,5 metros, fue el que se utilizó para la fuga, a pesar de quedar 10 metros corto. El túnel aún permanece intacto.Aunque participaron cerca de 600, 200 prisioneros estaban preparados para escapar, con ropas de civil o de soldados alemanes confeccionados a partir de mantas y uniformes aliados. También portaban documentos falsos.
Tan sólo 76 prisioneros lograron escapar, 23 fueron devueltos al campo de concentración y los restantes 50 fueron fusilados como represalia por orden expresa de Hitler, entre los que se encontraba el líder de la operación, el mayor Roger Bushell. De los 76, sólo 3 evitaron ser capturados. Los evadidos fueron los noruegos Per Bergsland y Jens Müller, que llegaron hasta un puerto polaco y gracias a unos marineros suecos lograron llegar a Gotemburgo y el holandés Bram van der Stok. Este logró llegar a España y de ahí a Gibraltar y Gran Bretaña. Tras la guerra se condenó, a diversas penas, a los participantes de los fusilamientos.
Paul Brickhill, autor del libro en el que está inspirada la excelente película "La Gran Evasión", fue un piloto derribado en Túnez y trasladado a aquel campo y que luego inspiró el guion sobre la fuga de Stalag Luft III, un recinto del que, en teoría, era imposible fugarse. La película contó con actores como Steve McQueen, Richard Attenborough o Charles Bronson y está considerada un clásico del cine bélico.
El Stalag Luft III era un campo de prisioneros alemán gestionado por la Lufwaffe en el que había alrededor de 2500 oficiales de la RAF y cerca de 7.500 de la USAF, y otros pilotos de diversas naciones aliadas, llegando a tener 10.494 oficiales y suboficiales.A pesar de realizarse con la limitaciones de un campo de prisioneros el ingenio y la organización fueron extraordinarios y las cifras así lo muestran:
Se iniciaron tres túneles, todos de más de 100 metros, aunque solo Harry pudo ser utilizado para la evasión. Los prisioneros debieron realizar unos 25.000 viajes para deshacerse de la tierra excavada. Eran los conocidos como pingüinos. Para la construcción se utilizaron unas 4.000 tablas de las literas, 161 fundas de almohadas, 192 colchas y mantas, 180 metros de cuerda, 34 sillas, más de 50 mesas, 2279 cubiertos, 69 lámparas, 30 cubos y 1400 latas de leche en polvo para dar ventilación a los túneles. Además de otros centenares de objetos varios.
Un grupo de veteranos de la RAF y veteranos supervivientes del campo de prisioneros asistieron, el día 24 de marzo de 2014, en Zagan a la conmemoración de uno de los intentos de huida más audaces de un campo de prisioneros alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
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