Estos olvidados comienzan con los cerca de 100.000 soldados de las colonias francesas (120.000 según otras fuentes), la mayoría de ellos del Norte de África que fueron hechos prisioneros, por el ejército alemán, cuando Francia cayó en junio de 1940. El 20 en Chasselay, un pueblo de los alrededores de Lyon, los alemanes ejecutaron a una unidad completa de fusileros africanos, excluyendo de la ejecución a los oficiales blancos, por la orden de no hacer prisioneros entre los negros.
Los nazis los utilizaron para realizar experimentos sobre enfermedades tropicales y les trataron de forma brutal y muchos fueron asesinados. En agosto de 1940 las condiciones de vida de los campos mejoraron. Pero este cambio no se debía al carácter humanitario de Hitler. Hitler pretendía controlar Marruecos y Argelia.
Los prisioneros no entendían porque las autoridades francesas de Vichy no hacían nada para liberarlos, al contrario de lo que se estaba produciendo con sus camaradas franceses. Para empeorar la situación, al terminar la guerra la administración francesa no se implicó rápidamente en la expatriación de estos prisioneros que fueron los últimos en volver a su tierra.
Por otra parte el ejército de la Francia Libre, mandada por Charles de Gaulle, empezó a reclutar más soldados de las colonias para reconstruir su ejército. Se estima que los países del África del Norte contribuyeron con casi 250.000 hombres, de los que unos 100.000 perdieron la vida hasta la caída de Alemania en mayo de 1945.
Durante la guerra también fueron movilizados 170.000 soldados senegaleses, los Tiradores Senegaleses. Considerados por los alemanes como “tropas salvajes” y furiosos por su fuerte resistencia, especialmente en la ciudad de Lyon, muchos de ellos fueron masacrados tras ser capturados y arrojados a fosas comunes o a las llamas de granjas ardiendo. Algunos llegaron a ser asesinados aplastados por las cadenas de los tanques alemanes.
El coste en bajas, entre muertos, desaparecidos y heridos, fue del 52% de las tropas coloniales, según datos del ejército francés. A pesar del tremendo sacrifico que estos soldados sufrieron por Francia hasta 2007 no consiguieron recibir la misma pensión que los soldados franceses. Lo que demuestra que el lema de la República Francesa liberté, égalité y fraternité no es igual para todos.
Para saber más:
Rebelion
Afriques en lutte
Segunda Guerra Mundial, Tercer Mundo, de Rafael Poch
Archive.org
Die Dritte Welt im Zweiten Weltkrieg
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