"La última cena" fue pintada por Leonardo da Vinci en el muro norte del refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán entre 1495 y 1497, y desde que se terminó está considerada una de las más grandes obras de arte de la historia.
Desde poco después de acabarse empezó a sufrir daños. Primero por la técnica que utilizó da Vinci, que provocó desconches. En 1652 los frailes decidieron abrir una puerta, para lo que destruyeron las piernas de Jesús. En 1821, el artista Stefano Barezzi tuvo la insólita idea de desmontar el fresco y ponerle un marco, pero desistió e intento volver a pegar las piezas sacadas nuevamente en su sitio. Cuando Napoleón tomó Milán en 1796, el refectorio se convirtió en un establo y los soldados se divirtieron disparando sobre el fresco.
Pero la mayor amenaza fue cuando Italia entro en la Segunda Guerra Mundial. El 15 de agosto de 1943, en uno de los cerca de 50 bombardeos que sufrió la ciudad de Milán, una bomba cayó a sólo 80 metros de "La última cena". Gracias a pesados sacos de arena y andamios arriostrados, y una fuerte dosis de suerte, el fresco sobrevivió a la metralla, de hecho fue casi lo único que quedó en pie. Después de tapó únicamente con una lona alquitranada, pero por suerte no volvió a caer otra bomba y hasta 30 años después no se realizó una restauración profunda.
Para saber más:
Hyperallergic
El reloj de arena
Italia
Wikipedia
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