domingo, 29 de mayo de 2016

Caminando por el antiguo Madrid nazi

Este es un recorrido por algunos lugares significativos de Madrid donde los nazis tenían sus centros de poder en España. En 1940 la neutralidad, o más bien, no beligerancia de España, convirtió una porción del Madrid de posguerra en una pequeña Berlín, llena de esvásticas y banderas nazis.

Caminando por el antiguo Madrid naziEl primer punto de la ruta, la emblemática cafetería Embassy, fundada por Margarita Kearney Taylor, se convirtió en el lugar de reunión para los miembros del cuerpo diplomático, políticos, espías y un buen número de refugiados, que el doctor Eduardo Martínez Alonso ayudó a salvar de la persecución nazi.

Embassy se encuentra en el número 12 del Paseo de la Castellana, que en la década de 1940 era la Avenida del Generalísimo, y a escasa distancia se encontraba la embajada del III Reich (en el nº 4) y de la que tan solo queda la Friedenskirche (iglesia de la paz), que escondida en pleno Paseo de la Castellana, se levantó por orden del Kaiser Guillermo II para la comunidad protestante alemana en Madrid. La embajada alemana, de estilo neoclásico, era la más grande e importante de todas las legaciones nazis y su entrada estaba presidida por dos grandes águilas. La legación incluía el departamento de propaganda nazi que ocupaba a cerca de medio millar de personas dirigidas por Hanz Lazar. Una cantidad similar utilizaba la delegación del Abwehr, que era la más numerosa y activa fuera de Alemania.

Caminando por el antiguo Madrid nazi
Casi enfrente se encontraba la sede de la empresa alemana Sofindus, dirigida por Johannes Bernhardt, un personaje fundamental en el apoyo alemán a los sublevados en la Guerra Civil Española. Sofindus controlaba casi la totalidad de las empresas alemanas en España y el comercio de Wolframio, recuso fundamental para los panzers alemanes. Una de las empresas del grupo, la Compañía General de Lanas, que sirvió como tapadera para el espionaje alemán se encontraba en Ayala, 10, muy cerca de Embassy.

Caminando por el antiguo Madrid naziVolvemos sobre nuestros pasos y llegamos al número 18, la sede del Deusche Bank, donde se encontraba el consulado alemán y el Cuartel General de la Gestapo, que controlaba a la colonia alemana en España. Cruzamos a la acera impar del Paseo de la Castellana y llegamos a la esquina con la calle Zurbarán, donde se puede ver un mirador de planta octogonal que es lo único que queda de un antiguo palacio que se encontraba en el lugar en que hoy se ubica la actual embajada alemana. Tomamos Zurbarán y giramos a la derecha por Fortuny, pasamos por donde estaba el colegio alemán, para llegar hasta la calle de Eduardo Dato (antes paseo del Cisne). En el cruce de ambas calles se encontraba la embajada de los Estados Unidos. Tomando hacia la izquierda y pasando la glorieta de Rubén Darío llegamos a la conservadora Iglesia de San Fermín de los Navarros. Algo más adelante se hallaba el Club Social alemán, que tuvo gran importancia en la influencia cultural alemana en España y que ahora es un restaurante. Subiendo un poco más, el número 15-17, un palacete, que durante la guerra civil fue hospital de sangre, era la sede del Cuartel General del NSDAP. En el número 4 de la calle Carboneo y Sol se encontraba el chalé donde vivió Hans Thomsen, jefe del partido nazi en España.

Caminando por el antiguo Madrid nazi
Residencia de los embajadores alemanes
Volviendo al Paseo de la Castellana giramos a la izquierda y en esa misma esquina con Eduardo Dato estaba el Instituto de Cultura alemán. Continuamos hacia la glorieta de Emilio Castelar para llegar al número 43. En esa dirección se encontraba la Oficina de Prensa alemana y el domicilio de su director, el oscuro, Hanz Lazar que tenía un control casi absoluto de la prensa en España, llegando a conseguir que se prohibiera la prensa británica en Madrid. Cruzamos la glorieta y en la esquina que forman las calles General Oraa y Hermanos Bécquer se encontraban las residencias del embajador británico Samuel Hoare y la de los tres embajadores alemanes que hubo en España (en el número 3), hasta 1945 y que ahora es la sede en Madrid de BNP Paribas.

Fuera de esta ruta, y también en Madrid, también se encontraban otros puntos con presencia nazi.
En la calle Pinar se encontraba la Asociación Hispano Alemana, de gran influencia nazi; en la confluencia de las calles Juan Bravo y Claudio Coello, donde está la sede de la Asociación de la Prensa, se encontraba un pequeño auditorio donde se proyectaban películas de propaganda y en la calle Alcalá estaba la Oficina de Turismo.

Caminando por el antiguo Madrid naziAl igual que Embassy era un punto de confluencia de espías de ambos bandos, los alemanes tenían restaurantes y bares donde se reunían muchos de los altos cargos nazis, como el restaurante Horcher, en la calle Alfonso XII, o el Café Lyon, en la calle Alcalá, muy cerca de Cibeles. Cuando Heinrich Himmler visitó Madrid en 1940, en su búsqueda del Santo Grial, se hospedo en el hotel Ritz, que también alojó al mariscal Pétain.

La sala de fiestas Pasapoga, que se encontraba en el número 37 de la Gran Vía, muy próximo a la plaza de Callao, fue también un punto de encuentro entre agentes y dobles agentes de ambos bandos.

La presencia nacionalsocialista se extendía, en el ámbito cultural, más allá del Club Social Alemán. El Círculo de Bellas Artes (Alcalá, 42) también participó en ello con actividades como el concierto celebrado el 31 de enero de 1943 que festejaba el décimo aniversario del ascenso de Hitler al poder y en el que se tocaron piezas de compositores alemanes. 

Este documental de 5 minutos ha sido realizado por alumnas de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos, en el que he colaborado.


Para saber más:
Nazis en Madrid, de Peter Besas
La Clave Embassy, de Patricia Martínez (Hija del doctor Eduardo Martínez Alonso)
Historia de Iberia Vieja, nº 129
Embassy
El País
ABC
ABC

domingo, 22 de mayo de 2016

Los escritores de postales

Otto y Elise Hampel era una pareja alemana que se casó en 1935. Otto era un veterano de la Primera Guerra Mundial y trabajaba en una fábrica del grupo Siemens. Elise perteneció a la Liga de mujeres Nacional Socialistas y trabajó como empleada doméstica. Llevaban la vida de cualquier matrimonio alemán de clase trabajadora, hasta que un hecho cambió sus vidas.

El hermano de Elise había muerto en acción durante la campaña de Francia. La pareja emprendió una campaña de resistencia individual contra el III Reich. Su resistencia consistía en escribir tarjetas postales en las que se criticaba la política de Hitler y se instaba a que la gente se negara a colaborar en la destrucción que estaban provocando los nazis, con acciones como negarse a hacer el servicio militar, a no dar donativos al parido nazi.

La primera tarjeta postal apareció el 2 de septiembre de 1940 y hasta su detención en el otoño de 1942, escribieron a mano más de 232, colocándolas en los buzones o en las escaleras de los edificios de viviendas en Berlín, a menudo cerca de donde vivían. La mayoría de las postales fueron inmediatamente llevados a la Gestapo, la gente tenía un miedo atroz a ser descubiertas con ellas. A pesar de ello la Gestaspo necesitó dos años para encontrarlos.

Los investigadores llegaron a creer que era una organización de traidores al Reich que incluso podría intentar atentar contra Hitler. En octubre de 1942 un compañero de Otto lo delató a la Gestapo. Lo detuvieron en su trabajo y después fueron a su modesto piso donde encontraron más cartas y la tinta usada para escribirlas.

Otto estuvo sometido a durísimos interrogatorios, pero siempre mantuvo la dignidad. Declaró a la policía que estaba feliz de poder para protestar contra Hitler y el III Reich. En el juicio en el Volksgerichtshof (Tribunal Popular) nazi, los Hampels fueron condenados por "Wehrkraftzersetzung", algo así como sedición y derrotismo, y de "conspiración para la alta traición".

La historia de los Hampel fue contada por el escritor alemán Hans Fallada que tuvo acceso a los archivos de la Gestapo en 1945. En apenas un mes escribió la novela "Jeder für sich allein stirbt" (Todo hombre muere solo), posteriormente traducida a otros idiomas con el titulo: “Solo en Berlín“. Fallada murió poco antes de verla publicada.
En homenaje a la pareja existe una placa en la fachada en el 10 de la Amsterdamer Straße, en Berlín donde vivieron.

Este año se ha estrenado una película titulada Cartas de Berlín, protagonizada por Emma Thomson, Brendan Gleeson y Daniel Brühl que refleja con bastante fidelidad el ambiente del Berlin del III Reich.

Para saber más:
GDW
History
Executed Today
Strange History
Wikipedia
Shrine od Deams

sábado, 14 de mayo de 2016

¡¡¡Estamos de cumpleaños!!!

El ganador del sorteo de "El Cajón de Grisom" por su 5º aniversario es: 
"CRISTIAN HERNÁNDEZ"
Muchas Felicidades amigo.

El Cajón de Grisom cumple 5 años contando historias y curiosidades sobre la Segunda Guerra Mundial y todo gracias a vosotros.
Para celebrarlo vamos a sortear entre todos los suscriptores un fantástico libro. "HISTORIAS DE GUERRA" de Robert Cowley.


Robert Cowley nos presenta en más de 800 páginas y 51 artículos. una antología de relatos bélicos que se suceden a lo largo de los tiempos, desde la Antigua Grecia hasta la Guerra del Golfo, que nos cautivarán por la dinámica prosa en la que se desenvuelven.
Un extenso volumen que hará las delicias a los grandes aficionados y lectores de Historia y de los estudiosos de la Historia Militar.

Encuadernado en Tapa Dura con sobrecubierta. De editorial Inédita. Más Info en Casa del Libro

Participar es muy fácil, solo hay que suscribirse al blog por E-Mail en el recuadro "Suscribete al Blog por E-Mail", solo con vuestra dirección de correo entrareis en el sorteo.
"No olvidéis revisar vuestro correo para verificar la suscripción" 
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Si ya estabais suscritos, entrareis automáticamente en el sorteo.

El sorteo se realizará entre todos los suscriptores el 30 de junio de 2016.
El premiado será avisado por correo y su nombre publicado en diferentes redes sociales.
Gracias y...

¡Mucha suerte a todos!

viernes, 13 de mayo de 2016

La Segunda Guerra Mundial año a año: 1944

Antecedentes - 1939 - 1940 - 1941 - 1942 - 1943 - 1944 - 1945 - Posguerra 

A mediados de año se abrió el tan esperado segundo frente, con el desembarco aliado en Normandía. La ciudad soviética de Leningrado rompe el cerco de casi tres años. Roma y París son liberadas. Las victorias aliadas en el Pacifico les acercan cada vez más a las islas del Japón.

El camino hacia la victoria final: 1944

27 de enero.
El larguísimo asedio de la ciudad de Leningrado, por fin, ha finalizado. Durante 900 días, los alemanes han intentado rendir por hambre a la ciudad, que ha sufrido actos de canibalismo. Sin embargo el avance soviético obliga a retroceder a los alemanes, cuya estrategia estuvo a puntos de tener resultado. Debido a los rigores del invierno ruso llegaron a morir diariamente 300 personas de hambre, frío y enfermedades, a pesar de que se estableciera un corredor de auxilio a través del lago Ladoga helado. En total han muerto más de 1.000.000 de personas.

15 de febrero.
La aviación aliada bombardea el monasterio de Montecassino defendido por los paracaidistas de élite alemanes. Los combates duran hasta el 19 de mayo y dejan más de 70.000 muertos entre las tropas aliadas y alemanas. El monasterio queda arrasado.
En el Pacifico los Marines norteamericanos recuperan el control de las Islas Salomón tras duros combates con los japoneses.

16 de febrero.
La Task Force 58, al mando del vicealmirante Mitscher ataca la laguna Truk, la principal base japonesa en el Pacífico Sur. El ataque costó a los japoneses 3 cruceros ligeros, 6 destructores, varios buques de guerra y auxiliares de menor tamaño; y 32 buques mercantes y de transporte hundidos.

24 de marzo.
Se produce la “Gran Evasión” del campo Stalg Luft III, en la que se fugan 76 prisioneros aliados. Solo tres logran escapar.


4 de junio.
Las fuerzas del 5º ejército estadounidense entran en Roma. La capital italiana era el principal objetivo del general Mark Clark, que quería llegar a toda costa el primero a Roma. Para ello ha desobedecido las ordenes del jefe aliado en Italia, el general Harold Alexander. Tres días antes Hitler ordenó al mariscal Albert Kesselring que declarase Roma "ciudad abierta" para evitar que sufriera daños por los combates. Tras la salida de los alemanes, los ciudadanos romanos se echaron a la calle para recibir a los norteamericanos que estaban tan cansados de los duros combates que muchos de ellos se quedaron dormidos por la calles de la ciudad.

6 de junio.
Más de 100.000 soldados aliados han desembarcado al amanecer en las costas francesas de Normandía. La orden partió del general Eisenhower, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa. La operación comenzó con el lanzamiento de tropas aerotransportadas tras las defensas alemanas. A continuación, a bordo de lanchas de desembarco, el grueso del ejército desembarcó en las playas con el objetivo de asegurar una cabeza de puente y travesar las líneas alemanas. Los alemanes opusieron una feroz resistencia, sobre todo en el sector de playa norteamericano, llamado en clave: Omaha, donde los aliados han pedido 3.000 hombres.
La operación ha sido preparada hasta el menor de los detalles. Se lanzó primero una gran ofensiva aérea que duró varias semanas contra los centros de comunicación alemanes en el norte de Francia, para convencerles de que los desembarcos tendrían lugar en el paso de Calais.

10 de junio.
642 personas, entre ellas, 207 niños, fueron asesinadas por una unidad de las SS que se dirigía hacia el frente de Normandía en el pueblo de Oradour-sur-Glane. Algunos de los asesinados son españoles exiliados tras la Guerra Civil.


13 de junio.
Hitler ordena lanzar sus bombas volantes V-1 contra Inglaterra. Este arma, que porta una tonelada de explosivos, vuela sin piloto a 563 km/h, con un alcance de 257 kilómetros. Las V-1 están propulsadas por un motor a reacción y dirigidas con un giroscopio, han sido lanzadas desde plataformas emplazadas en las proximidades de Calais. Cuando cae, tras pararse el motor, estalla a los 15 segundos del impacto. Se fabricaron casi 30.000 de las que unas 10.000 fueron lanzadas hacia Inglaterra; 2.419 alcanzaron Londres matando cerca de 6.184 personas e hiriendo a casi  18.000.
En septiembre comienza el lanzamiento de los cohetes V-2 los sucesores de las V-1.

22 de junio.
La URSS lanza la Operación Bagration para destruir al Grupo de Ejércitos Centro de la Wehrmacht. En la operación quedaron aniquiladas casi en su totalidad 17 divisiones alemanas y más de 50 quedaron gravemente dañadas, lo que supone unos 60.000 muertos y más de 300.000 heridos. Aunque entre los soviéticos el numero de bajas es superior, esta operación supuso la mayor derrota de la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial.

20 de julio.
Hitler a sobrevivido a un nuevo atentado, en su cuartel general en Prusia Oriental. El coronel Claus von Stauffenberg colocó un maletín explosivo en la sala de conferencias, que destruyó la habitación y mató a tres importantes dirigentes nazis. Hitler sufrió diversas heridas de poca consideración. Tras el atentado los conspiradores son detenidos y fusilados. Rommel es acusado de conspirar y el 14 de octubre se suicida.

25 de agosto.
París ha sido al fin liberada, tras cuatro años de ocupación nazi. Hitler ordeno que fuera destruida, antes de que cayera en manos aliadas, pero el general Von Cholditz, comandante del Gran París, decidió no cumplir la orden y rindió intacta la ciudad. Ha sido la 9ª Compañía de la 2ª división blindada francesa, al mando del general Leclerc la primera que ha entrado en la ciudad. Por la tarde, el general De Gaulle ha recorrido los Campos Elíseos, escoltado por los republicanos españoles de la 9ª compañía, conocida como La Nueve, aclamados por la multitud.


14 de septiembre.
Comienza la batalla del Batalla del Bosque de Hürtgen una de las más feroces batallas libradas entre los EE.UU y las fuerzas alemanas, y que se convertiría en la batalla más larga librada solo por el Ejército de los EE.UU. en su historia.

26 de octubre.
Los navíos estadounidenses continúan persiguiendo a los barcos japoneses que ha logrado escapar tras una batalla de tres días cerca de las costas de Filipinas, en el golfo de Leyte. El general Douglas MacArthur, comandante en jefe de las fuerzas en el Pacifico, desembarcó para felicitar a sus tropas y demostrar a los filipinos que cumplía su promesa de volver a Filipinas.

12 de noviembre.
Bombarderos Lancaster de la RAF hunden el acorazado alemán Tirpitz en un fiordo al norte de Noruega tras ser alcanzado por bombas "Tallboy". Menos de un centenar de marineros han salvado la vida tras el hundimiento.

17 de diciembre.
Se produce la Matanza de Malmedy, donde casi 90 prisioneros norteamericanos son asesinados por una unidad de las SS al mando del Standartenführer Joachim Peiper.


lunes, 9 de mayo de 2016

Historia de una imagen: Cuando el soldado más bajito capturó al más alto

Bob Roberts era un soldado británico de 1,51 metros de alto que se encontró frente a un gigante alemán de 2,13 metros. Como David y Goliat, pero en la Segunda Guerra Mundial.

Bob era uno de los soldados más bajos del ejército británico y fue inmortalizado arrestando a uno de los soldados más altos de Alemania en uno de los acontecimientos más extraordinarios captados por una cámara durante el conflicto mundial.

Bob, que ahora es un abuelo de 92 años, durante la guerra fue cabo y sirvió en el ejército británico en Europa. Desembarcó en el Día-D y luchó en Francia, Bélgica y Holanda. Él cuenta que en muchas ocasiones estuvo a punto de morir pero que la suerte de ser pequeño le salvó la vida, aunque su hermano menor Ernie no tuvo tanta suerte pues cayó en combate un par de días después de que Bob se incorporara a filas.

Bob recuerda el momento más memorable de su carrera militar, en que su división se encontró con Jakob Nacken un enorme soldado alemán que se acercó a él para que fuera registrado, ya que ahora era prisionero de guerra. Cuando los dos hombres se encontraron cara a cara un buen número de prisioneros alemanes y los compañeros de división de Bob se echaron a reír y uno de ellos lo recogió con su cámara.

Para saber más:
Telegraph

lunes, 2 de mayo de 2016

¿Fueron los alemanes cómplices del nazismo?

Muchos historiadores han investigado si la población alemana eran cómplices del genocidio llevado a cabo por sus líderes. El principal investigador sobre este tema es el alemán Götz Aly, en su libro "La Utopía Nazi". En su libro sostiene que Adolf Hitler compró a los alemanes y niega que los crímenes cometidos por los nazis fueran solo obra de Hitler y sus secuaces.

¿Fueron los alemanes cómplices del nazismo?En su libro detalla gran cantidad de datos económicos que demuestran cómo la población aria alemana se benefició económicamente durante el III Reich y ascendió profesionalmente durante ese periodo, lo que facilitó su tolerancia con los crímenes que se cometían en Alemania y en los países ocupados. Los alemanes arios salían ganando con la política de Hitler. Vivían mucho mejor. Un ejemplo fue el proyecto "fuerza a través de la alegría" o KDF que se ve claramente reflejado en la ciudad de vacaciones de Prora, donde los trabajadores alemanes disfrutarían de teatros, restaurantes y residencias que sumaban 10000 habitaciones. En palabras de Hitler, que la KDF "haga todo lo posible para que su tiempo de ocio les proporcione el necesario descanso. Mi deseo es que el pueblo alemán sea mentalmente fuerte".

¿Cómo fue posible ese "estado del bienestar", sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial? A pesar del enorme gasto que suponía el esfuerzo bélico, Hitler preservó el nivel de vida del ario medio a costa de las condiciones de vida de otros ciudadanos considerados inferiores.
Los más afectados por esa política fueron los judíos, a quienes antes de la guerra se le obligó a pagar por el simple hecho de ser judíos, una especie de "impuesto judío" que llegaba al 20% del patrimonio de los que tenían propiedades valoradas en más de 5000 reichmarks que al comenzar el conflicto aumentó hasta el 25%. En total el estado recaudó más de 1500 millones de reichmarks. Más avanzada la guerra se les expropió todo.

¿Fueron los alemanes cómplices del nazismo?Hitler ya culpaba de los males de Alemania a los judíos en su obra "Mi Lucha" en la que escribe que "si se hubiera tratado a los corruptores hebreos del pueblo con gas venenoso a principios de la Gran Guerra, no habría sido en vano el sacrificio de millones en el frente". Incluso en una carta escrita en 1919 dijo que el "objetivo final debe ser, de una manera inquebrantable, la total eliminación de los judíos". La eliminación de los judíos dejaría libre el "Lebensraum" (espacio vital) que los germanos arios necesitaban. Un espacio que no era solo un espacio físico, territorial, también económico.

Otras medidas de explotación económica también se aplicaron en los territorios ocupados, cuya caja fue saqueada haciéndoles pagar gastos de guerra y apropiándose de sus recursos, principalmente los que beneficiaban a la industria bélica.

Del mismo modo que el estado nazi y sus jerarcas se transformaron en una máquina de pillaje, los alemanes corrientes se dejaron corromper y sobornar con ese "estado del bienestar".

En Alemania se llama Mitläufer a los ciudadanos que, por su indiferencia, conformismo, oportunismo o ceguera, se convirtieron en cómplices de los crímenes del nazismo. Dentro de este grupo se encuentran los abuelos de la periodista franco alemana Géraldine Schwarz:
Mi abuela no se afilió al partido nazi pero estaba fascinada por el Führer, sentía un amor abstracto por él. Mi abuelo se aprovechó de las medidas antisemitas para comprar a precio de saldo el negocio de un judío que acabó en Auschwitz junto a su familia. Y cuando tras la guerra el único descendiente de este que sobrevivió reclamó a mi abuelo, él no aceptó su responsabilidad. 
El origen de los peores crímenes de la humanidad es la indiferencia colectiva, porque los verdaderos verdugos son unos pocos. La indiferencia mata más que los criminales
La mayoría de alemanes estaba de acuerdo con los juicios de Núremberg porque eso reducía los culpables a un centenar de personas, lo que limpiaba de culpa al resto de la sociedad alemana.

Para saber más:
Los amnesicos: Historia de una familia europea, de Géraldine Schwarz
La utopia nazi, de Götz Aly
Mi lucha, de Adolf Hitler
Mein Kampf, historia de un libro, de Antoine Vitkine