Hoy nos parece una tontería, pero Adolf Hitler estaba convencido de que la luna estaba hecha de hielo. La idea partió de un ingeniero austriaco llamado Hanns Hörbiger, que en 1913 desarrolló la Welteislehre, una teoría seudocientífica que había desarrollado partiendo de una visión que tuvo. Hörbiger afirmaba que el Sistema Solar nació a partir de la colisión de una estrella muerta y helada con nuestro Sol y que la Vía Láctea era una estela formada por rocas heladas. Las manchas que se observan en el Sol que cambian de forma y de lugar cada 11 años son producidas por la caída de bloques de hielo que se desprenden de Júpiter que órbita alrededor del Sol y que dura 11 años.
Tan disparatada teoría también afirmaba que la Tierra había tenido cuatro lunas que habían ido cayendo a la Tierra quedando tan solo la última que está con nosotros desde hace 12000 años. De este modo explicaba la desaparición de la Atlántida, el Diluvio Universal y la desaparición de grandes civilizaciones de la antigüedad. El hielo se encuentra por todo el universo.
Estas teorías las publicó con el titulo "Cosmología Glaciar" (Glazial Kosmologie), que nadie tomó en serio en su momento, pero los nacionalsocialistas alemanes comenzaron a apoyarlo durante la década de 1920, y con el tiempo se convirtió en política oficial nazi, una alternativa a la falsa ciencia "judía". Hitler llegó a comentar en una cena que se sentía muy atraído por las teorías de Hörbiger, y que Luna y otros astros brillan porque estaban hechos de hielo. Los nazis llegaron a llamar a Hörbiger el Copérnico del Siglo XX.
En un estudio realizado en 1953 más de un millón de personas en Alemania, Inglaterra o los Estados Unidos todavía creían en las teorías de Hanns Hörbiger.
Para saber más:
El plan maestro. Arqueología fantástica al servicio del régimen nazi, de Heather Pringle
El retorno de los brujos, de L. Pauwels y J. Bergier
Hörbirger suena más lógico que las teorías que nos vende la NASA, yo complementaria con la tesis del Golpe de Alexandre Eleazar y la Cosmogenesis de HP Blavatsky.
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