La mujer, Carla De Vries, de 40 años de edad, viajó desde Estados Unidos a Europa y una de sus ilusiones era conocer a Hitler.
Yo simplemente lo abracé porque parecía tan amable y gentil.
La gente sentada alrededor del Führer comenzaron a animar y aplaudir tan fuerte que salí corriendo y cuando me encontré de nuevo con mi marido le dije que mejor que nos fuéramos.
No sé por qué lo hice. Ciertamente no había planeado tal cosa. Es que soy una mujer de impulsos, supongo.
Sucedió cuando fui a tomar una foto de Hitler con mi pequeña cámara. Hitler estaba inclinado hacia delante, sonriendo, y parecía tan amable que acabé por lanzarme y le pedí un autógrafo, que escribió en mi entrada. Siguió sonriendo y así que le di un beso.
La noticia en diversos medios estadounidenses |
Tras el hecho, por su incapacidad para detener a la mujer, varios de los miembros de la guardia personal de Hitler, pertenecientes a las SS, fueron destituidos de su puesto y se degradó a varios más.
Para saber más:
Chicago Tribune
Chris Impens
Taringa!
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