Carlos José era un español hijo de ecuatoguineanos, por entonces Fernando Poo, nacido en Barcelona en 1913, que en la Guerra Civil Española luchó en el bando republicano y que tras la derrota de la República tuvo que huir a Francia, donde se unió a la Resistencia con la invasión del país por las tropas alemanas en 1940. Un año después fue capturado y enviado al campo de concentración austriaco de Mauthausen dónde fue internado como el deportado 5124.
Mauthausen era un campo en el que se aniquilaba a los confinados a través del trabajo esclavo en una cantera de granito a los que los nazis consideraban enemigos del Reich. Una de la formas más crueles de asesinato era empujar a los internos desde lo alto de la cantera, en los que los SS llamaban irónicamente "el salto del paracaidista". De los cerca de 8.000 españoles que fueron deportados a Mauthausen, menos de un tercio de ellos sobrevivió.
Según cuenta Joaquim Amat-Piniell, en su novela sobre su estancia en el campo, K. L. Reich, entre la multitud destacaba un punto negro. Era un muchacho barcelonés nacido en el África española. Aquel muchacho no era únicamente bello, sino hasta culto. Hablaba varios idiomas, entre ellos el alemán.
El comandante del campo, Franz Ziereis, lo obligó a trabajar como criado vestido con el uniforme real yugoslavo y el triángulo azul de los apátridas, como una manera de humillarlo por su color de piel, pero eso fue lo que quizá le salvo de morir en la cantera, como muchos otros.
Cuando el jefe de las SS, Heinrich Himmler, visitó el campo en 1941, el comandante del campo presentó Grey a de un modo inhumano y cruel. Como "un negro español que vivía en España y que su padre era caníbal y comía carne humana".
Una de las únicas tres fotos que hay de el en Mauthausen le hace parecer uno de los negativos que rescató el español Francesc Boix y que fueron de gran importancia en los juicios de Núremberg a los altos cargos nazis.
Carlos José Grey Key consiguió sobrevivir a las dura condiciones de Mauthausen. Poco se sabe de el, salvo que se casó y tuvo dos hijos. Falleció en Francia en 1982, dónde vivió tras ser liberado el campo.
Según un grupo de investigadores austriacos Greykey no fue un caso aislado y que hubo al menos otros 157 prisioneros de origen africano o afrocaribeño en Mauthausen.
Su hija Muriel Grey-Molay rodó este cortometraje documental sobre su vida, que en el 2019 ganó la Biznaga de plata del Festival de Málaga y el premio especial del jurado del festival Documenta Madrid, entre otros premios.
Para saber más:
Afroféminas
Españoles en el holocausto: vida y muerte de los republicanos en Mauthausen, de David W. Pike
K. L. Reich, de Joaquim Amat-Piniell
El Diario
Wikipedia
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