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viernes, 28 de julio de 2017

Hay que mirar a ambos lados antes de cruzar

Muy seguramente el nombre de Edward Cantasano no les suena. Pues bien, este buen hombre un día de diciembre de 1931 conducía su taxi por la 5ª Avenida de Nueva York cuando un hombre se dispuso a cruzar la calle justo delante de su coche, y lo atropelló.

A consecuencia del atropello el hombre sufrió un fuerte golpe en la cabeza y se fracturó dos costillas. Cuando fue ingresado en el hospital, declaró ante la policía que el accidente había sido culpa suya por no mirar correctamente antes de cruzar.
El taxista se interesó por el estado del atropellado y consiguió hablar con él. Este, de origen británico, le explicó que todo había sucedido única y exclusivamente por su culpa, acostumbrado a Gran Bretaña, al bajar de la acera miró en la dirección equivocada y no se percató de que se acercaba un automóvil.

El británico accidentado no era otro que Winston Churchill, el hombre que dirigió los designios de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, que tuvo que posponer su gira de conferencias por los Estados Unidos. Aún así decidió convertir su experiencia en un artículo de periódico.

En este telegrama le pide a su amigo, el profesor de física Frederick Lindemann, de la Universidad de Oxford los cálculos de la fuerza exacta del impacto, para incluirlos en su articulo.
Esto ocurrió mucho antes de que el inglés estuviera al frente de Gran Bretaña contra los nazis. ¿Qué habría pasado si aquel día hubiera muerto atropellado? ¿Cómo habría cambiado la historia de Europa? Puede que nada o puede que mucho.

Esta conjetura sobre la muerte de Churchill este fatídico día de 1931, fue tomada como punto de partida el videojuego en primera persona de 2008 Turning Point Fall Of Liberty, en el que, curiosamente, tomamos el papel de un taxista neoyorquino.
El juego aprovecha este escenario alternativo para recrear un contexto histórico diferente en el que Europa se rinde ante Hitler en 1940 y los Estados Unidos no entran en guerra hasta la invasión alemana de la costa este en 1953.

Para saber más:
Wikipedia
International Churchill Society
Biografías y vidas
Anatomía de la Historia

domingo, 23 de julio de 2017

Dunkerque, ¿Victoria o derrota?

Durante la invasión de Francia, los aliados habían imaginado que el ataque principal alemán se realizaría como durante la Primera Guerra Mundial, por Lieja y Namur. Era el mejor terreno para los blindados. Pero los alemanes decidieron atacar por el bosque de la Ardenas con un impresionante ejercito de un millón y medio de hombres y más de 1500 tanques.

DunkerqueEl ataque alemán asestó un tremendo golpe a la parte más débil del frente defendida por solo 16 divisiones, cuatro de ellas de caballería, pasando la frontera francesa el 12 de mayo de 1940. En un rápido avance, al día siguiente cruzaron el río Mosa. El 15 sobrepasaron el resto de las defensas francesas que esperaban un gran ataque por la Línea Maginot. A esta velocidad los alemanes podría llegar a París en solo dos días.

Pero los alemanes tenían otros planes. Decidieron cambiar de dirección y dirigirse hacia el Canal de la Mancha recorriendo más de 80 kilómetros en un día. Las divisiones Panzer se dirigieron hacia Calais en un movimiento que partió en dos a las fuerzas aliadas. Calais y Bolonia cayeron en manos alemanas y solo Dunkerque disponía de un puerto que sirviera para la evacuación de las tropas británicas que acudieron en apoyo de Francia. Las Fuerzas Expedicionarias Británicas (BEF). Cuando las tropas de la Wehrmacht llegaron a los suburbios de la ciudad, todo dio un giro inesperado, tanto para los alemanes, que veían a los británicos aniquilados, como para los ingleses que tenían un respiro. Hitler dio la orden de detenerse. Los ataques se reanudaron el 25 de mayo.

Dunkerque
Mientras la BEF se replegaba en Dunkerque, la Luftwaffe comenzó el bombardeo del puerto para dejarlo inutilizado. El 19 la Royal Navy se dispuso a comenzar el rescate de las tropas rodeadas y se solicitó a todos los dueños de barcos de recreo a motor que se pusieran as las ordenes del Almirantazgo. Había comenzado la Operación Dynamo, una operación desesperada para evacuar a las tropas que estaban arrinconadas en las playas antes de que los alemanes tomaran Dunkerque. Un papel importante en la Operación Dynamo fue el realizado por la RAF, que evitó que la aviación alemana destruyera por completo a la BEF.

Dunkerque
A pesar de las bombas alemanas, el rompeolas seguía siendo útil, lo que permitió a los barcos más grandes rescatar a un buen número de soldados, mientras que el resto fue recogido a través de la playa por barcos más pequeños pilotados por los marinos civiles. Durante la operación se reunió una flota de 848 barcos de lo más variopinta. Barcos británicos, franceses y belgas, de todos los tamaños, desde destructores a yates y botes a motor.

Durante los ocho agónicos días que duró la evacuación se logró rescatar a 340.000 soldados, de los que dos tercios eran británicos. Prácticamente todo su arsenal y equipo quedó abandonado. 9 destructores fueron hundidos y otros 19 dañados.

DunkerqueLa Operación Dynamo no se limitó solo a Dunkerque, entre Cherburgo, Brest, Saint Nazaire y Saint Maló se consiguieron rescatar a otros 220.000 soldados. Finalmente se logró rescatar a 560.000, pero solo en tres semanas el ejército alemán hizo prisioneros a más de un millón de efectivos.

Dunkerque fue una dura retirada pero los británicos lo celebraron como si fuera una victoria. Con el tiempo se vio que el rescate fue decisivo, pues se lograron salvar los soldados británicos más experimentados, que volverían cuatro años más tarde para liberar Francia.

Para saber más:
Las arenas de Dunkerque, de Richard Collier
Foro Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial, ed SARPE (p128 - 139)
iHistoriArte

miércoles, 19 de julio de 2017

El diario del gueto

En julio de 1945, Avraham Benkel, que vivió en el gueto de Łódź (Lodz), en Polonia, regresó a buscar su casa en ruinas. Lodz había sido el último de los 200 guetos en la Polonia ocupada por los alemanes que cuando la guerra se acercaba a su fin, las decenas de miles de sus habitantes habían sido deportados a campos de exterminio. Cuando el Ejército Rojo tomó la ciudad en enero de 1945, sólo encontraron a 877 supervivientes que en su mayoría habían permanecido escondidos.


En el edificio abandonado que estaba junto a su casa, Benkel encontró un libro, "Los verdaderos ricos" de François Coppée, en cuyos márgenes un niño anónimo había mantenido un diario de su calvario:
1 de junio de 1944:
Se acaba de terminar mi pan, que tenía que tener para ocho días; hoy es el tercero. Mi fuerza de voluntad está tan debilitado y mi siempre creciente apetito es tan fuerte que no puedo evitarlo. ¿No hay pan, pan suficiente para mí y mis compañeros de sufrimiento en este mundo?
10 de julio de 1944:
Estoy agotado, no tengo más paciencia, mis nervios están deshilachados. Lo que sí tengo es un asco indescriptible hacia el mundo y la humanidad, hacia las masas y las personas, hacia las doctrinas y dogmas. No creo, no creo en ningún cambio en el mundo, no! Cualquier persona que puede hundirse tan bajo como el hombre moderno tiene puede ser nada más que un experimento fallido de la naturaleza, que sin duda se arrepiente!
20 de julio de 1944:
Me siento con tal necesidad de abrir mi diario y escribir con el fin de aliviar mi corazón amargo. Durante el tiempo en que no teníamos literalmente nada para comer, estábamos dispuestos a creer que la aniquilación física de los hombres, mujeres y niños de nuestra nación había apaciguado a la bestia rubia. Pero ahora parece como si ellos hubieran tenido suficiente, y que quieren satisfacer su sed con la sangre de los inocentes.
Se desconoce la identidad, la edad, los antecedentes, la educación, o el destino del muchacho. Con toda probabilidad fue deportado a Auschwitz como los demás judíos de Lodz.

En su entrada fina, sin fecha, escribió:
Dios, ¿por qué permites que digan que tu eres neutral?
¿Por qué no castigas, con toda tu ira, a los que nos están destruyendo?
¿Somos nosotros los pecadores y ellos los justos?
¿Es eso verdad?
¡Seguramente es usted lo suficientemente inteligente como para entender que no es así, que no somos los pecadores y ellos no son los mesías! 
Para saber más:
Salvaged Pages: Young Writers’ Diaries of the Holocaust, de Alexandra Zapruder
Cuerdas del Corazón

viernes, 14 de julio de 2017

La capilla de los italianos

La capilla de los italianos es el único vestigio del Campo 60, donde, en 1942, fueron confinados 550 prisioneros italianos pertenecientes a la División Mantua y al Cuerpo de Blindados capturados en Tobruk y Bengasi, en el Norte de África y enviado a las islas Ocadas (Escocia) para trabajar en la construcción de las Barreras de Churchill, una defensa diseñada tras el ataque del 14 de octubre de 1939 a Scapa Flow donde fue hundido el acorazado británico HMS Royal Oak por el submarino alemán U-47 comandado por Günther Prien. De la tripulación de 1400 marinos del Royal Oak solo se salvaron 833.

En el Campo 60 situado en la isla de Lamb Holm, los prisioneros italianos se alojaban en barracones Nissen, unas construcciones prefabricadas de chapa ondulada, y solicitaron que les permitieran construir una capilla. Gracias al Mayor Buckland, Comandante del campo consiguieron dos de esos barracones. Bajo la dirección del padre Gioachino Giacobazzi, que llego al Campo 60 en septiembre de 1943, y del soldado Domenico Chiocchetti, un artista al que se le atribuye la autoría de una estatua de San Jorge y el dragón situada a escasa distancia de la capilla, unieron los dos barracones y utilizando los escasos materiales de que disponían, como parte del hormigón que usaban para fabricar las Barreras de Churchill, chatarra, restos de barcos encallados y todo lo que caía en sus manos consiguieron erigir esta bellisima capilla.

En el campo 60, además de construir su capilla, los prisioneros realizaban muchas actividades, plantaron flores y colocaron bancos junto a los barracones o representaban obras de teatro. También editaron Il Corriere della Domenica, un periódico del campo.

Debido a la rendición de Italia y el final de la Segunda Guerra Mundial, los soldados fueron repatriados sin finalizar en su totalidad la capilla, aunque si se oficiaron varias misas. Domenico Chiocchetti decidió no volver a Italia y quedarse algunos años para rematar su obra. En la década de los 60 se realizaron algunas reformas y en los 90 se terminó su restauración. En 1992, algunos de aquellos prisioneros que construyeron la capilla volvieron para recibir un homenaje. En 1999 falleció Domenico Chiocchetti. Ese mismo día de organizó una misa en su nombre en su capilla.

Cerca de la capilla se hallan los resto de navíos alemanes hundidos por su tripulaciones al finalizar la Primera Guerra Mundial.


Para saber más:
Foro Segunda Guerra Mundial
Viajes y lugares
La brújula verde
Wikipedia
Dovegreyreader

domingo, 9 de julio de 2017

El sacrificio de más de 70.000 soldados por un engaño

La Operación Monasterio, es una de las historias más desconocidas y fascinantes de inteligencia y espionaje y uno de los momentos clave de la Segunda Guerra Mundial. En varios sentidos fue un engaño más completo que la Operación Fortaleza que pusieron en marcha los aliados antes del desembarco de Normandía y que sembró la confusión entre el alto mando alemán con respecto a dónde y cuando se iba a producir el Día D. La diferencia más dramática está en el coste humano que supuso la Operación Monasterio. Stalin ordenó el sacrificio de más de 70.000 hombres con el único fin de engañar a los alemanes.

Operación Monasterio
La Operación Monasterio comenzó a desarrollarse en el verano de 1941 con el objetivo de infiltrarse en el servicio de inteligencia alemán. El principal agente soviético era Alexander Demyanov. Demyanov consiguió que fuera fichado como agente por el Abwehr (los servicios secretos alemanes) con el nombre en clave de "Max".

A finales de 1942 Max informó al Abwehr de su nombramiento como oficial de comunicaciones adjunto al Cuartel General del Alto Mando soviético en Moscú. A partir de ese momento, la información que enviaba Max a Berlín era tan valiosa, aunque enriquecida con lo que se conoce en el argot de los espías como "pienso para pollos" o información verídica pero carente de utilidad táctica, que convenció a los alemanes de su gran valor como agente infiltrado en el alto mando soviético.

Operación MonasterioEl mayor logro de Max como agente doble fue cuando informó a los alemanes de la Operación Marte, por orden directa de Stalin. El 19 de noviembre de 1942, el Ejército Rojo lanzó la Operación Urano, una maniobra de pinza que cogió desprevenida a la retaguardia alemana que sitiaba la ciudad de Stalingrado. Unos días después lanzaron la Operación Marte. Esta operación consistía en lanzar un importante ataque, con seis ejércitos, a unos 150 kilómetros de Moscú, al noroeste. El ataque fue detenido por los alemanes y costó la vida a mas de 70.000 soldados soviéticos y 40.000 alemanes. Esta operación fue un engaño creado por la inteligencia soviética para desviar la atención de la Wehrmacht sobre la Operación Urano. Tan alto coste de vidas fue vital para la derrota alemana en Stalingrado. Un símbolo de la lucha de egos titánicos entre Hitler y Stalin.

Según diversos informes recientemente desclasificados, en 1942, los británicos avisaron a los soviéticos de que tenían problemas de seguridad en su alto mando y al comprobar que los soviéticos no hacían nada por solucionarlo supusieron que Max era un agente doble que trabajaba para Berlín y Moscú. Poco después descubrieron que Max habia pasado información muy completa de la Operación Marte, gracia a la cual los alemanes derrotaron a los soviéticos. Los británicos no entendían como este agente había pasado esa información a los alemanes, para que masacraran a sus compatriotas. En realidad los británicos no estaban informados de la brutal Operación Monasterio.

Para saber más:
La Guerra Secreta, de Max Hastings
El Cultural
El Gran Capitán
Foro Militar General

martes, 4 de julio de 2017

Crímenes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército japonés cometió un importante número de crímenes contra la humanidad ordenados por el gobierno y el alto mando del ejército imperial. En el equivalente japonés de los juicios de Nüremberg, celebrada en Tokio en 1946, muchos de los oficiales de alto rango y funcionarios del gobierno fueron declarados culpables de genocidio y crímenes de guerra y ejecutados por ello. Aún hoy es un asunto controvertido, de hecho catorce de ellos todavía tienen un lugar en el Santuario Nacional, dónde se rinde homenaje a los héroes del pueblo japonés.

Crímenes japoneses
Algunas de estas infames atrocidades son muy conocidas, como la construcción del ferrocarril de Birmania, llevada al cine en la película "El Puente sobre el río Kwai", que costó la vida de 80.000 a 100.000 malayos y más de 13.000 de prisioneros de guerra aliados en el periodo de 1943-1944. También es conocida la Unidad 731 que llevó a cabo horribles experimentos en China, el sudeste asiático, Rusia y a prisioneros aliados con una cifra total de 250.000 hombres, mujeres y niños, muertos a manos de la esta oscura unidad.

En enero de 1942, en Malasia, durante la batalla de Muar la 8ª División Australiana y la 45ª Brigada de Infantería de la India fueron superados en número y tuvieron que retirarse. Cerca del puente en Parit Sulong, fueron rodeados por los japoneses. Tras dos días de intensos combates se quedaron sin municiones y víveres. Los mandos aliados dieron la orden de dispersarse en la selva, pero, entre 150 y 300 australianos e indios estaban demasiado gravemente heridos para poder moverse, y su única opción era rendirse para tener una oportunidad de sobrevivir. Las tropas japonesas maltrataron a los prisioneros heridos golpeándolos con las culatas de los rifles y fueron atados en grupos con alambre, los colocaron sobre el puente y ejecutaron de sólo disparo a uno de ellos para que pudiera servir como lastre para que el resto se ahogara. Otros cuerpos fueron apilados, les vertieron gasolina y les prendieron fuego.

Crímenes japonesesEl incidente del SS Shinyo Maru, un barco de transporte, se produjo el 7 de septiembre de 1944. El buque transportaba alrededor de 750 prisioneros de guerra a Manila. Estos barcos eran llamados "Naves del Infierno", debido a sus condiciones extremadamente difíciles de vida y la crueldad de la tripulación.

El buque y su escolta fueron descubiertos por un submarino estadounidense, el USS Paddle, que lanzó un ataque con torpedos, sin percatarse de que había prisioneros de guerra a bordo. El comandante japonés fue informado de una posible presencia de submarinos y ordenó la ejecución inmediata de todos los presos a bordo si el barco era atacado. Dos torpedos alcanzaron al Shinyo Maru, y el barco empezó a hundirse. Algunos prisioneros lograron escapar de la nave, pero más tarde fueron asesinados por una misión de rescate japonés que encontró a los marineros supervivientes. De los 750 prisioneros de guerra aliados, 668 fueron ejecutados, y sólo 82 lograron escapar.

Crímenes japonesesLa conocida como marcha de la muerte de Sandakan hace referencia a una serie de marchas forzadas que se produjeron en 1945, en la que los soldados supervivientes del campo de prisioneros de Sandakan en la isla de Borneo se vieron obligados a marchar hasta que murieron 2345 prisioneros de agotamiento, deshidratación y enfermedades.
El campo de prisioneros de Sandakan fue construido en 1942 para albergar prisioneros de guerra australianos y británicos donde eran sometidos a trabajos forzados en la construcción de un aeródromo, golpes, malnutrición y sin recibir ninguna ayuda médica.

El 14 de Diciembre 1944, soldados japoneses custodiaban a prisioneros supervivientes de Bataan y Corregidor en la isla de Palawan. Les hicieron cavar trincheras y meterse en ellas. Los rociaron con gasolina y posteriormente les prendieron fuego. Murieron quemados 139 de los apenas 150 que quedaban de los 300 que llegaron a las cercanías de Puerto Princesa, la capital de la isla. Eran las órdenes dadas por el Alto Mando japonés en Filipinas, en el supuesto de un inminente desembarco estadounidense.

No solo los soldados aliados sufrieron los criminales maltratos de parte de las tropas japonesas. Un ejemplo de ello es el ocurrido durante la revuelta de Jesselton, un levantamiento multiétnico en la isla de Borneo cuando fue ocupada en octubre de 1943. La resistencia fue una fuerza guerrillera formada principalmente por las poblaciones indígenas Suluk y otras de origen chino. Los rebeldes estaban armados principalmente con lanzas y espadas de Indonesia llamados parang, con prácticamente ningún arma de fuego. La Guardia Imperial japonesa aplasto la insurrección e inmediatamente después se puso en marcha una campaña de genocidio contra la población Suluk, como castigo por haber participado en el levantamiento.
La infame Kempeitai, cuyos métodos de tortura e interrogatorio eran muy similares a la Gestapo alemana, llevó a cabo la matanza sistemática de la Suluks mientras perseguía a los restos de los guerrilleros chinos. Entre 3.000-4.000 de Suluks fueron decapitados a machetazos y quemaron sus aldeas hasta el punto de que los indígenas fueron exterminados casi por completo.

Crímenes japonesesDurante la guerra el ejército japonés impuso una estrategia de tierra quemada, especialmente en china. Esa política fue conocida como "Los Tres Todos" "matar a todos, quemar todo y saquearlo todo". Purgas de este tipo son el caso de Nankin, llevada a cabo entre 1937 y 1938, que se cobró la vida de más de 300.000 civiles chinos; la matanza de Singapur que duró del 18 de febrero al 4 de marzo de 1942 y causó la muerte de casi 100.000 personas; la llevada a cabo entre el 9 y el 12 de marzo de 1943 en Changjiao se cobró la vida de 30.000 personas y ha sido tristemente famosa por porque el alto mando del ejército, a las ordenes del Mariscal de Campo Shunroku Hata, aprobó una campaña de violación masiva que afectó a miles de mujeres. Muchas de esas mujeres, llamadas "mujeres de confort", de todas las edades fueron raptadas, trasladadas con las tropas y sometidas a continuas violaciones por parte de los oficiales y soldados nipones. Estas pobre mujeres vivieron en condiciones infrahumanas, sin asistencia médica lo que provocó multitud de muertes.

La capital de Flilipinas, Manilla, también sufrió una masacre. Entre febrero y marzo de 1945, el Ejército de los Estados Unidos y el Ejército de la Commonwealth avanzaron hacia la ciudad para expulsar a los japoneses. Viéndose acabados, durante los momentos de calma en la batalla por el control de la ciudad, los japoneses bajo el mando del general Yamashita descargaron su rabia y frustración contra la población civil. Mutilaciones, violaciones y matanzas ocurrieron en escuelas, hospitales y conventos.
Muchas mujeres manileñas, muchas de ellas de 12 a 14 años de edad, fueron llevadas a un hotel de la ciudad, donde fueron repetidamente violadas. El número total estimado de bajas civiles fue de más de 100.000, y la ciudad quedó totalmente destruida.

Crímenes japoneses
En 1942, la Fuerza Aérea estadounidense planeó la construcción de pistas de aterrizaje clandestinas en territorio chino no ocupado por Japón. Estas pistas de aterrizaje serian plataformas de aterrizaje para los bombarderos estadounidenses de Doolittle que bombardearían territorio japonés desde el portaaviones USS Hornet. Pero debido a que el ataque se tuvo que realizar antes de lo previsto, la mayor parte de los aparatos se quedó sin combustible y se estrellaron en las provincias de Zhejiang y Jiangxi. Los 64 aviadores que sobrevivieron se escondieron entre los civiles chinos que les proporcionaban refugio. De los 64, ocho fueron capturados y ejecutados casi inmediatamente por los japoneses. En la búsqueda de los aviadores estadounidenses restantes, los japoneses llevaron a cabo una búsqueda exhaustiva con la ejecución, el saqueo y la quema de pueblos enteros como un acto de venganza por ayudar a los estadounidenses. El resultado fue devastador: 250.000 civiles chinos asesinados. El comandante en jefe en ese momento era el Mariscal de Campo Shunroku Hata, que en 1948, fue condenado a cadena perpetua, pero fue puesto en libertad condicional sólo seis años después, en 1954. Hasta su muerte en 1962, fue una figura pública respetada.

Estos son solo algunos de los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial por los japoneses, pero fueron más benévolamente tratados por los aliados que los nazis en sus respectivos juicios por crímenes de guerra, teniendo en cuenta que además cometieron numerosos actos de canibalismo con los prisioneros o con sus propios soldados caídos.

Para saber más:
Xinhua
Wikipedia
Pacific War
List Verse
Enki Village
Csee.Umbc
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