
Tras una dura marcha de varias semanas a través de Bélgica, fue subido a un tren y finalmente internado en un campo de prisioneros de guerra en la Silesia polaca. Fue aquí, donde conoció a la hija del director de una cantera de mármol cercana al campo, Rosa Rauchbach de 17 años de edad.
Rosa sabía Inglés, por lo que fue a trabajar para los alemanes como intérprete. De este modo conoció a Horacio. Hubo química entre ellos. Durante un tiempo los amantes se encontraban a escondidas de los guardias, pero Greasley fue transferido a otro campo a unos 60 kilómetros de distancia.
Un hombre más débil podría haber pensado que era el final de una dulce historia de amor, pero no para Horacio. Estaba decidido a reunirse con Rosa a cualquier precio.

Cuando la guerra avanzaba y los alemanes comenzaban lentamente a retroceder en todos los frentes, las cosas se pusieron un poco más relajadas en el campo y los guardias menos alerta, con lo que era más fácil salir del campo. Así que tan pronto como tuvo la oportunidad, Greasley saltó por la ventana y cruzó por debajo del alambre de espino y, por terreno enemigo, corrió para llegar al punto de reunión que había acordado con su amada. Esta rutina la repitió hasta 200 veces, cambiando tan solo el lugar de reunión hasta que el campo fue liberado.
Al igual que muchas historias de amor durante la Segunda Guerra Mundial, no tuvo un final feliz. Finalizada la guerra Rosa consiguió un trabajo como traductora para los estadounidenses. Poco después de volver a Gran Bretaña, Greasley recibió la triste noticia de que Rosa y su bebé habían muerto durante el parto. Horacio nunca supo si el bebe era realmente suyo, aunque en su corazón siempre tuvo la esperanza que que si lo fuera. Un trágico final de una historia de amor de novela romántica. Horacio Greasley murió a los 91 años en Alicante, España.

Hay quien sostiene que Greasley fue fotografiado junto al jefe de las SS, Heinrich Himmler, tras enfrentarse a el debido a la falta de raciones para los prisioneros de guerra. mostrando lo delgado que estaba. Al parecer el soldado que se encara a Himmler es soviético (por la gorra) y la imagen fue tomada en Bielorrusia a mediados de 1941.
Para saber más:
Los pájaros también cantan en el infierno, de Jim Greasley Horace y Ken Scott
Wikipedia
Thesunday Times
Daily Mail
The Telegraph