miércoles, 31 de enero de 2018

Los héroes olvidados de Iwo Jima

Océano Pacífico, isla de Iwo Jima, 23 de febrero de 1945, 10:20 AM. El fotógrafo de los Marines Louis R. Lowery toma su cámara y grita a un grupo de marines:
¿Queréis ser famosos?
En el monte Suribachi, el punto más alto de la isla volcánica, aún quedaban japoneses, pero aun así los soldados izaron una bandera. La celebración finalizó pronto debido a un intenso tiroteo en el que cayeron varios soldados.
Iwo JimaLowery fotografía con la bandera al sargento de sección Ernest I. Thomas, el sargento Henry O. Hansen, el cabo Charles W. Lindberg y los soldados Louis C. Charlo y James Michels. Ellos fueron los verdaderos héroes en la toma del monte Suribachi, pero quedaron olvidados en la historia de la Segunda Guerra Mundial.

El grupo de marines subió al monte tras un duro acenso en el que tuvieron que despejar numerosas posiciones japonesas ocultas en túneles. En uno de esos túneles encontraron un mástil y cargaron con el hasta la cima para poner una pequeña bandera que uno de ellos portaba.

El cabo Charles W. Lindberg contó en una entrevista para la radio:
Atamos la bandera al mástil, lo cargamos hasta el punto más alto que encontramos y lo levantamos. Entonces la isla cobró vida. Las tropas comenzaron a vitorear, las sirenas de los barcos a sonar, fue un momento de orgullo.
Cuando Lowery y el grupo de soldados descendía, se cruzó con el fotógrafo de la Associated Press, Joe Rosenthal cargando con su Speed Graphic. Lowety le dijo: "Te has perdido una gran foto, Joe". 
Rosenthal estuvo a punto de volverse, pero decidió continuar y tomar una foto de todos modos. Cuando a las 12 AM llegó a la cima del volcán, acompañado por los operadores de cámara Bob Campbell y Bill Genaust, ya estaba todo en calma.

Iwo JimaAllí se encontraban varios soldados que iban a tirar un cable telegráfico desde el monte hasta la playa y que estaban quitando la primera bandera y colocaban una segunda, algo más grande, en una tubería, todo sucedió tan rápido que Rosenthal disparó su cámara sin mirar. Los soldados que izaban la segunda enseña eran Michael Strank, Rene Gagnon, Ira Hayes, Franklin Sousley, Harold Schultz y Harlon Block.

La fotografía apareció al día siguiente en las portadas de los diarios de todo el mundo y logró el premio Pulitzer en 1945. Tuvo un gran impacto propagandístico, por lo que se utilizó para la campaña de bonos de guerra, Los protagonistas volvieron a casa como héroes.

Iwo Jima
La fotografía tomada por Rosenthal fue elegida como modelo para el memorial en bronce del Cuerpo de Marines de Washington. Pero nada se dice de aquellos marines que conquistaron el monte Suribachi y que izaron la primera bandera. Los hombres de la segunda bandera siempre han sido considerados como héroes y la historia prácticamente ha olvidado a los auténtico héroes del monte Suribachi. Hasta cuando contaban su hazaña, se les consideraban unos mentirosos como recordaba Lindberg:
Me llamaron mentiroso durante años por contar la verdad. Que nosotros llegamos primero. Fue terrible. 
Iwo Jima
Hoy el monte Suribachi se encuentra en una base militar y solo pueden acceder a el los veteranos de guerra con permiso del Cuerpo de Marines o de las autoridades japonesas.
Las dos banderas se encuentran expuestas en el museo de los Marines en Quantico.

La isla de Iwo Jima, se encontraba a mitad de camino entre las recién conquistadas islas Marianas y Japón, disponía de dos aeródromos y uno en construcción, lo que convertía la isla en fundamental como base de los cazas P-51 Mustang que escoltaran a los B-29 que bombardearían Japón. Además los japoneses disponían de un dispositivo de radar que cuando los B-29 pasaban por Iwo Jima, eran detectados con mucha antelación y cuando llegaban a Japón, sin cazas que los pudiesen defender, eran atacados tanto por las defensas antiaéreas como por los cazas. 

Para saber más:

jueves, 25 de enero de 2018

La participación de Beethoven en la Segunda Guerra Mundial

Si, ya sé que el genial compositor alemán murió en 1827 y que no pudo participar en la Segunda Guerra Mundial. Pero, de algún modo, si lo hizo su música. Más concretamente las primeras notas de una de sus más famosas composiciones.

Las cuatro primeras notas de la 5ª Sinfonía
(Sinfonía No. 5 en do menor op. 67) de Ludwig van Beethoven se convirtieron en la introducción de todos los boletines de prensa que el ejército británico emitía, a través de las ondas, para las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente desde las emisoras de la BBC y su programa el programa London Calling Europe, como parte de la campaña "V for Victory".

La 5ª Sinfonía la terminó de componer Beethoven en 1808, cuando su sordera iba en aumento y Europa se encontraba marcada por las guerras napoleónicas, la agitación política en Austria y la ocupación de Viena por las tropas de Napoleón en 1805. Las cuatro primeras notas que marcan el primer compás suenan como unos golpes secos marcados por las cuerdas y los clarinetes que se repiten dos veces. Por ese efecto es conocida como la "Llamada del Destino". Como si el destino llamara a la puerta de los Aliados y los llevará a la victoria contra el Eje. Precisamente, la 5ª Sinfonía se toma como una representación de la lucha contra las adversidades.

ChurchillLa  letra "V", el símbolo de la victoria Aliada contra las fuerzas del Eje, que hizo famosa Winston Churchill y que creó el tenista el belga Victor Auguste de Laveleye, son cuatro señales, punto - punto - punto - raya (. . . -) o cuatro bips, corto - corto - corto - largo en código Morse. Son cuatro notas, sol - sol - sol - mi, casi iguales a las compuestas por Beethoven más de cien años antes de la Segunda Guerra Mundial donde las tropas de su país de origen luchaban por los campos de batalla de Europa y que servían para aumentar la moral de sus enemigos.

Resulta significativo que otra obra de Beethoven compuesta en 1824, la 9ª Sinfonía, conocida como el "Himno de la Alegría", fuera adoptada en 1985 como el himno de la Unión Europea para expresar los ideales de libertad, paz y solidaridad como símbolos de una Europa unida cuando incluso fue utilizada por los nazis en los juegos olímpicos de Berlín de 1936, un evento deportivo que intentó demostrar la supuesta superioridad de la raza aria.

Para saber más:
Wikipedia
Old Time Radio
National Archives
QuHist
Código Morse

sábado, 20 de enero de 2018

La Segunda Guerra Mundial en Praga

En una entrada anterior pudimos ver dos lugares históricos relacionados con la Operación Antropoide en la ciudad de Praga. En esta ocasión veremos algunos sitios relacionados con la Segunda Guerra Mundial, aunque por toda la ciudad se pueden encontrar referencias al periodo de ocupación nazi y a la guerra.

El Monumento Nacional en Vitkov se encuentra en la colina del mismo nombre, en el distrito de Žižkov, y en su interior se encuentra, entre otras dependencias, la tumba del soldado desconocido, así como una exposición sobre la historia del país, con un importante apartado relacionado con la ocupación alemana y la Operación Antropoide. El edificio es de clara influencia soviética y tiene en su exterior una imponente estatua ecuestre, en honor al héroe nacional Jan Žižka. Es la tercera más grande del mundo con 9m de alto, 9,6m de largo, y 16,5 toneladas.


A los pies de la colina en la dirección que mira la estatua de Jan Žižka, en la calle U Památníku, se encuentra el Museo Militar de Žižkov que dispone de una interesante colección de armas, uniformes y vehículos. En la puerta de acceso destaca un tanque soviético T-34, considerado uno de los diez mejores blindados de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente está en obras de remodelación y está prevista su reapertura para 2020.


En el mismo barrio de Žižkov encontramos la Plaza de Winston Churchill. En la parte alta de la plaza se encuentra el monumento al famoso primer ministro inglés, réplica de la que se encuentra en Wensmister, frente al Parlamento Británico, realizada por el escultor británico Ivor Roberts-Jones. Fue inaugurada en 1989 por la Primera Ministra Británica Margaret Thatcher.


A los pies de la colina en donde está el Castillo de Praga en Pod Bruskou (Malá Strana) encontramos dos monumentos significativos de la lucha de los checos en la Segunda Guerra Mundial.
El Winged Lion Memorial es una escultura de bronce que representa un león alado de dos metros de alto, inaugurada en 2014 por el nieto de Winston Churchill, dedicada a los 2500 aviadores checoslovacos que sirvieron en la Royal Air Force (RAF) durante la Segunda Guerra Mundial y por su importante contribución durante la Batalla de Inglaterra. El pedestal de granito checo sobre el que está situado tiene la forma del emblema de la Fuerza Aérea Checa y muestran remaches como los del fuselaje de los aviones.


En los mismos jardines está el monumento a los soldados caídos en la Segunda Guerra Mundial, representados con la bandera de la República Checa en bronce y los colores nacionales. a su pie se puede leer:
Estad firmes en reverencia ante el recuerdo de las víctimas y los vencedores de la segunda resistencia. La nación checa por la libertad de su patria.

Praga aún conserva muchos edificios utilizados por los nazis durante la ocupación como el Palacio Petschek (Politických vězňů 931/20), sede del Cuartel General de la Gestapo, donde se torturó a un buen número de sospechosos en relación con la Operación Antropoide. Poco después de terminar la guerra, en sus sótanos se erigió un monumento conmemorativo. Actualmente es un edificio oficial del gobierno checo y está cerrado al público.


Por la calles de la Ciudad Vieja podemos encontrar entre sus adoquines unos de bronce llamados Stolpersteine, obra del artista conceptual Gunter Demnig y que quieren recordar a las víctimas del Holocausto, que fueron deportados a Terezín y otros campos de concentración. Estos adoquines están colocados frente a su último lugar de residencia, antes de ser deportados.


Para saber más:
Prague Tourist Informatión
Military History Institute Prague

lunes, 15 de enero de 2018

Historia de una imagen: La decapitación de un soldado australiano

Esta impactante fotografía vio la luz después de que varias instantáneas fueran descubiertas en el cuerpo de un oficial japonés muerto cerca de Hollandia (actual Jayapura en Papúa) por tropas estadounidenses en 1944. Esta imagen apareció en numerosos periódicos aliados y en la revista Life del 14 de mayo de 1945. En su momento se creyó que era el teniente de vuelo Bill Newton que había sido capturado en Salamaua, Papua Nueva Guinea y que fue decapitado el 29 de marzo de 1943. El soldado era Leonard George "Len" Siffleet.

decapitación soldadoLa imagen tuvo una gran trascendencia en la sociedad, reforzando la percepción que se tenía de que los japoneses eran salvajes sin piedad. Esta foto está considerada como la única donde un japonés ejecuta a un soldado enemigo.

Siffleet nacido el 14 de enero de 1916 en Gunnedah, Nueva Gales del Sur, Australia trató de unirse a la policía, pero fue rechazado por tener problemas de visión. En 1940, fue llamado a filas donde serviría en una unidad de búsqueda en la Base de la Fuerza Aérea de Richmond. En septiembre de 1941, pasó a la Segunda Fuerza Imperial Australiana y se unió a la 1ª División de Comunicaciones en Ingleburn.

Tras realizar un curso de señales en el Melbourne Technical College se presentó voluntario para operaciones especiales en septiembre de 1942. Lo enviaron a la unidad especial Z donde ascendió a sargento y asignado como operador de radio en su unidad. Poco después de su ascenso, fue transferido a la unidad especial M y enviado con sus compañeros a Hollandia, Papúa Nueva Guinea.

A partir de septiembre de 1943 el equipo de Siffleet se encontraba detrás de las líneas japonesas. En algún momento, a principios de octubre, fueron descubiertos por nativos y se vieron rodeados. Siffleet disparó contra algunos de los atacantes antes de huir, pero fue rápidamente atrapado junto con sus compañeros. Los nativos los entregaron a los soldados japoneses y los llevaron a Malol, donde los hombres fueron brutalmente interrogados. Después de ser internado allí durante dos semanas, fueron trasladados a Aitape.

decapitación soldado
Mukai 106 – Noda 105— Ambos Tenientes van por los extras.
El 24 de octubre el Sargento. Siffleet, los soldados Pattiwahl y Reharin fueron llevados a la playa de Aitape. Atados y con los ojos vendados, le obligaron a golpes a que se arrodillaran. Ante una multitud de nativos y soldados japoneses fueron ejecutados por decapitación. La ejecución Siffleet y sus compañeros de armas fue ordenada por el comandante de las Fuerzas Navales japonesas en Aitape, el Vicealmirante Kamada. El encargado de realizar las ejecuciones fue el oficial de Servicios Civiles Navales Yasuno Chikao con su afilada espada tradicional Shin Guntō.

Finalizada la guerra, Yasuno Chikao, fue condenado a muerte por los hechos pero posteriormente se le redujo la pena a 10 años de prisión al haber actuado bajo las ordenes de un oficial superior.

Estas técnicas de ajusticiamiento fueron muy utilizadas por la tropas japonesas, en especial en China y Corea incluso se establecieron competiciones, como la aparecida el 13 de diciembre de 1937 en los periódicos Osaka Mainichi Shimbun y Tokyo Nichi Nichi Shimbun entre los dos oficiales japoneses Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda de la 16ª División. En la noticia se describe como compiten entre sí para ser el primero en matar por decapitación a 100 personas con su  Shin Guntō antes de la toma de Nanking. Desde Jurong y Tangshan (dos ciudades en la Provincia de Jiangshu, China) hasta la Montaña Zijin, Noda había matado a 105 personas y Mukai a 106. Al parecer, ambos oficiales superaron su meta durante la batalla, por lo que fue imposible determinar quién había ganado. Se decidió iniciar otra competición, con el objetivo de llegar a los 150 asesinatos. Tras la rendición del imperio del Japón, Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda, fueron detenidos y fusilados en Nanking.

Para saber más:
Wikipedia
Blogdisea
Business Insider
World War II Today
Rare Historical Photos

miércoles, 10 de enero de 2018

España y el ejército secreto de los nazis

En octubre de 2016, Agilolf Kesselring, un historiador alemán, descubrió algo inesperado mientras investigaba el pasado de la Wehrmacht en los archivos secretos de la BND (Servicio de Inteligencia de Alemania). El descubrimiento fue un pliego compuesto por 321 páginas titulado “Versicherung” (seguros), que contaba la creación, cuatro años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, de un grupo paramilitar compuesto de antiguos nazis que formaría un fuerza de defensa ante una eventual invasión comunista de Europa. Se suele creer erróneamente que tras el final de la Segunda Guerra Mundial y el desmantelamiento del III Reich, el nazismo desapareció con ello.

ejército secreto naziAl mando, se encontraba el ex coronel Albert Schnez, que también parece ser el ideólogo. Tras la guerra se dedicó a los negocios en el sur de Alemania, lo que proporcionó buenos contactos y financiación para el ejército clandestino. El gobierno federal alemán supo de estos contactos en 1951 pero no hizo nada al respecto. A finales de la década de 1950, Schnez formó parte del entorno del ministro de Defensa y posteriormente fue jefe del Estado Mayor. Schenz mantuvo muy buena relación con algunos dirigentes importantes, sobre todo en el Bundeswehr (Ejército federal), como Hans Speidel que sería el comandante supremo de la OTAN en Europa Central en 1957 y por Adolf Heusinger, primer inspector general del Bundeswehr.

ejército secreto nazi
Los documentos mencionan que hubo numerosos contactos entre Albert Schnez, con Otto Skorzeny. Ambos se reunieron en Suabia en 1951 (dónde Schenz tenía sus negocios) y llegaron a un pre-acuerdo de cooperación, aunque no deja claro que se materializara. Según se puede observar en los documentos, los responsables del proyecto reclutaron a unos 2.000 antiguos nazis con el objetivo final de conseguir más de 40.000 efectivos. Para la instalación de su sede clandestina se pensó inicialmente en en Suiza, pero parece que los contactos suizos en el gobierno helvético no estaban dispuestos a arriesgarse y poder perder su carácter neutral.
La opción mas factible fue España, en donde se establecieron los contactos necesarios para utilizar las infraestructuras de que disponían los norteamericanos en el país y utilizar la península ibérica como sede para el grupo y poder organizarse para sus posibles acciones anticomunistas.

ejército secreto naziOtto Skorzeny, el oficial nazi que rescató, en una audaz misión, a Benito Mussolini de su detención en el Gran Sasso, encontró refugio en España tras la la guerra y fue protegido por el gobierno español, al igual que otros reconocidos nazis como León Degrelle, para el que realizó diversas misiones. Uno de los objetivos de Skorzeny era aprovechar su situación en España para establecer una base para la "Legión Carlos V", un ejército clandestino formado por antiguos nazis con esa misma misión que el descubierto en el pliego hallado por Agilolf Kesselring.
Skorzeny falleció en Madrid en 1975 y Schenz en 2007.

Para saber más:
El País
Zeit
Der Spiegel
Historia de Iberia Vieja
Yahoo

viernes, 5 de enero de 2018

Los campos de la muerte de Eisenhower

Al igual que sus aliados, los estadounidenses se enfrentaron a un imponente número de prisioneros alemanes. El número de prisioneros tomados por el ejército de Estados Unidos en Europa (a excepción de Italia y el Norte de África) fue 5,25 millones de soldados. Pero los estadounidenses respondieron de manera muy diferente a sus aliados occidentales.

campos de la muerte de Eisenhower
En septiembre de 1989, la revista de interés general canadiense "Saturday Night" publicó un artículo sobre los campos de la muerte de Eisenhower, en base a la investigación del historiador James Bacque, que se puede leer escaneado en la web Huge Questions y traducido aquí, con testimonios de prisioneros alemanes que sobrevivieron a estos campos.

La Convención de Ginebra debía garantizar a los prisioneros de guerra que fueran alimentados y protegidos al mismo nivel que las tropas de la potencia captora, que pueden enviar y recibir correo y que serían visitadas por los delegados de la Cruz Roja Internacional (CICR) que informarán en secreto en su tratamiento a una Potencia protectora. (En el caso de Alemania, ya que el gobierno se desintegró en las etapas finales de la guerra, Suiza había sido designada como protectora). Muchos de los prisioneros alemanes capturados por los estadounidenses a finales de la Segunda Guerra Mundial fueron privados de estos y otros derechos por una serie de directrices establecidas por los mandos norteamericanos del Cuartel General Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas (SHAEF). Pero la decisión es política no militar. El general Dwight Eisenhower era el comandante supremo del SHAEF y por tanto la responsabilidad final para el tratamiento de los prisioneros de guerra alemanes en manos estadounidenses era suya, aunque supeditada a las directrices políticas.

El 10 de marzo de 1945, un documento enviado al Estado Mayor Conjunto por la Comisión Consultiva Europea recomienda la creación de una nueva clase de prisioneros, las Fuerzas Enemigas Desarmadas (DEF) que al entregarse sin sus armas, a diferencia de los prisioneros de guerra definidos en la Convención de Ginebra, no serían alimentados por el ejército tras la rendición de Alemania. Militarmente, esto sería una violación directa del tratado, aduciendo en que mantener a las "Fuerzas Armadas Alemanas como prisioneros de guerra haría necesario una previsión de raciones a una escala igual a la de nuestras tropas de base, lo que iría mucho más allá la capacidad de los Aliados incluso si todas las fuentes alemanas fueran aprovechadas". Pero la decisión es política no militar.

Los Aliados no podían permitirse alimentar a los millones de prisioneros alemanes al mismo nivel en el que estaban alimentando a sus propias tropas, como lo exige la Convención de Ginebra.    

campos de la muerte de EisenhowerEl 26 de abril, el Estado Mayor Conjunto aprobó el estado de DEF para los prisioneros de guerra en manos sólo de EE.UU. Los británicos se negaron a aprobar el plan estadounidense para sus propios prisioneros. El Estado Mayor Combinado ordena que el estado de las DEF se mantenga en secreto.

Según afirma James Bacque en la revista Saturday Night, el problema no estaba realmente en los suministros. Había más que suficiente material en Europa como para construir las instalaciones básicas de los campos de prisioneros. El general Everett Hughes, había visitado a los enormes depósitos de suministros de Nápoles y Marsella e informó que el stock era mayor del que necesitaban y se extendía más allá de lo que alcanzaba la vista. Los alimentos tampoco debieron haber sido un problema, ya que en los EE.UU. los excedentes de trigo y maíz fueron mayores de lo que habían sido nunca, y había una cosecha récord de patatas. Además, la Cruz Roja Internacional tenía más de 100.000 toneladas de alimentos almacenados en Suiza y cuando se intentó enviar dos trenes cargados con ellos al sector estadounidense de Alemania, oficiales norteamericanos devolvieron, alegando que sus almacenes ya estaban repletos de alimentos. 

La realidad es que Europa tenia escasez de alimentos no solo para los prisioneros de guerra, tambien para los trabajadores forzados (dos millones), judíos, prisioneros aliados liberados y para los civiles desplazados, que llegaron a los 13 millones. De hecho el motivo por el que se desviaron los trenes era para que esas raciones fueran a parar a los desplazados de los que se tenía que hacer cargo Suiza. 

Un informe del gobernador militar de Alemania de julio de 1945 indicaba: "La situación alimentaria en toda Alemania occidental es quizás el problema más grave de la ocupación". Lo que significaba que la ración diaria estaba un tercio por debajo de al ración mínima de subsistencia. Otro informe de septiembre indicaba que la producción en Europa no tenía medios para aportar una ración mínima de 1.550 calorías por día. Por lo tanto el problema se extendía por toda Europa, no solo a los prisioneros de guerra alemanes. Por ejemplo en Viena la ración para los civiles se redujo en ocasiones a las 500 calorías.

campos de la muerte de EisenhowerEstos problemas se extendieron por un buen número de campos de prisioneros de la zona del Rin, como el de Gotha, que tan solo disponía de cercas de alambre de púas alrededor de un campo que se acabó convirtiendo en un barrizal, donde los prisioneros tan solo recibían media ración y no tenían un lugar donde guarecerse, o el campo de Heidesheim era aún más húmedo y donde los prisioneros no recibieron casi nada de comida durante días y luego a penas el 10% de una ración. Pocos días después de la rendición alemana estalló una epidemia de tifus. Otro campo fue el de Bingen-Rüdesheim en la región del Rin, donde se hacinaban entre 200.000 y 400.000 prisioneros sin refugio, comida, agua, medicamentos, o el espacio suficiente. Según las afirmaciones de James Bacque, las condiciones de estos campos y la de otros en similares condiciones, provocaron que la mortalidad llegara a alcanzar un 30% cuando una tasa de mortalidad normal para 1945 fuera de entre el uno y el dos por ciento. Los cálculos reales la sitúan en el 1%, siendo el total inferior a los 56.000. 

James Bacque tambien afirma que los muertos eran despojados de sus ropas y de su media placa de identificación para luego ser cubiertos de cal viva. Y durante el periodo en que existieron los campos de prisioneros llegaron a morir casi un millón de soldados alemanes, el doble de los soldados norteamericanos caídos en combate. Cifras del todo exageradas debido a un concepto llamado "otras perdidas" que en realidad se trata de más de 660.000 miembros del Volksstrum, formado por ancianos y niños que fueron "liberados sin licencia formal", al no ser considerados militares.