Pasados 11 minutos de las 11 de la mañana del 27 de noviembre de 1944, los sismógrafos situados en Suiza detectaron lo que pensaron que era un terremoto, pero en realidad eran los efectos de una explosión masiva producida a 1000 kilómetros de distancia, en Gran Bretaña. que se oyó a más de 50 kilómetros. Solo se han registrado tres explosiones más grandes durante la guerra, las de Hiroshima, Nagasaki y las pruebas nucleares de Nuevo México.
Los sismógrafos suizos detectaron la detonación de 4.000 toneladas de bombas con alto explosivo y municiones de aviación almacenados bajo tierra en un depósito de la Royal Air Force (RAF) situado en Fauld, una antigua mina de yeso de 5500 metros cuadrados de galerías de hasta 3,5 metros de alto por 6 de ancho, cerca del pueblo de Hanbury, adquirido por la RAF en 1937. No hay datos exactos, pero se estima en setenta las personas que murieron, de las que 18 nunca fueron encontradas, posiblemente volatilizadas. Además numerosas casas y granjas fueron destruidas por los efectos de la explosión. A pesar de la magnitud de la detonación, la mayoría de las muertes se debieron a la liberación repentina de más de 22 millones de litros de agua desde un embalse, próximo al depósito de munición, que afectó principalmente a una fábrica de placas de yeso cercana, y a todo lo que arrastró el agua en su camino.
Las barreras de hormigón y roca entre las secciones 3ª y 4ª impidió una reacción en cadena mayor con otras áreas de almacenamiento. La explosión generó una nube en forma de hongo, de unos 45 metros de ancho y más alta de lo que alcanzaba la vista. Tras caer gran cantidad de rocas cayó un fino polvo de yeso que formó una capa por el que, según los testigos, se podía caminar sin hacer ruido.
Cuatro horas después de la explosión, en una granja, se encontró a una pareja de ancianos sentados a la mesa con su comida cubierta con restos del techo, sentados en estado de shock solo mirándose uno al otro. Después de volver a asegurarse de que no habría más explosiones, se les llevó con unos parientes de una localidad próxima.
Las operaciones de rescate duraron tres meses y fueron extremadamente complejas y peligrosas, debido a la aparición de bolsas de gas, a las toneladas de escombros y al agua derramada por el embalse.
La tremenda explosión dejó un cráter de 30 metros de profundidad y 228 metros de ancho, y se estima que su fuerza fue de aproximadamente una quinta parte de la bomba atómica que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshima. Mucha de la fuerza de la explosión se redujo debido a que el deposito era subterráneo aunque todo lo que se encontraba en un rádio de 1.300 metros quedó totalmente arrasado.
Según una investigación realizada por la RAF, que se publicó en 1974, el incidente se podría haber evitado y la explicación más probable es que alguien intentó sacar el detonador de una de las bombas con un cincel de latón, en lugar de utilizar uno de madera, lo que produjo una chispa que desencadenó una explosión en cadena. Al parecer se almacenaron bombas con sus detonadores todavía instalados, en lugar de almacenarlos por separado.
El informe concluyó que fue una negligencia debida a que el personal que se encargaba del material no estaba cualificado sobre el manejo de explosivos. 189 prisioneros de guerra italianos estaban trabajando en las minas en el momento del accidente, o eran irresponsables o bien carecían de una dirección apropiada por parte de los mandos de las instalaciones.
Aunque gran parte de las instalaciones de almacenamiento fueron destruidas por la explosión, continuó en uso por parte de la RAF hasta 1966. En 1979 se cercó la zona y se prohibió el acceso. Casi 5 hectáreas de terreno todavía contienen artefactos explosivos sin detonar. Cerca del borde del cráter se encuentra la placa de la primera conmemoración de la catástrofe que recuerda a los fallecidos en la mayor explosión no nuclear sucedida en Gran Bretaña.
Para saber más:
Daily Mail
Daily Mail
Wikipedia
Metro
Tutbury
Walking Britain
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