Entre las ruinas apareció un pequeño Kelpie, un perro pastor australiano, con una pata rota que inmediatamente fue adoptado por el aviador Percy Wescott. Wescott lo llevó al médico del ejército, pero el doctor le informó de que no podría tratarle ya que no era miembro del ejército y no tenía ni nombre ni número de serie. Wescott decidió llamarle "Gunner" (Artillero) y darle el número 0000 para que lo atendieran.
A partir de entonces, Westcott y Gunner se hicieron inseparables. Gunner estaba mal parado después del bombardeo, pero con unos pocos meses de edad respondió rápidamente a los cuidados de su amigo humano.
Una semana más tarde, Gunner demostró por primera vez unas cualidades auditivas notables. Mientras los hombres estaban trabajando en el campo de aviación, Gunner se puso muy nervioso y comenzó a gemir y saltar. Muy poco después, una oleada de bombarderos japoneses aparecieron sobre el cielo de Darwin y comenzaron a bombardear y ametrallar nuevamente la ciudad.
Apenas dos días después, Gunner volvió a gemir y saltar de nuevo y volvió otro ataque aéreo. El comportamiento del can estableció un patrón para los meses siguientes. Mucho antes de que sonaran las sirenas, Gunner se agitaba y gemía avisando del inminente ataque enemigo. Desde febrero de 1942 hasta noviembre de 1943, hubo más de 60 ataques aéreos contra Darwin.
La capacidad auditiva de Gunner era tan fina que era capaz de advertir de los aviones japoneses que se aproximaban hasta 20 minutos antes de su llegada, incluso antes de que se aparecieran en el radar. Curiosamente, Gunner nunca se alteraba al oír a los aviones aliados despegar o aterrizar; sólo se ponía nervioso cuando oía los aviones enemigos, apareciendo entre los sonidos de aviones aliados y enemigos. Llegó a ser tan fiable que el jefe del mando aéreo de la ciudad dio la orden de que sonara la sirena de ataque aéreo siempre que Gunner se alterase sin motivo aparente.
Gunner, el perro radar, se convirtió en una parte tan importante de la RAAF (fuerza aérea australiana) que dormía bajo la litera de Westcott, se bañaba con los soldados en el bloque de duchas y se subió con los pilotos durante la práctica de despegue y aterrizajes.
Westcott fue trasladado a Melbourne 18 meses más tarde pero Gunner se quedó en Darwin, al cuidado de la carnicería de la RAAF. A partir de ahí se pierde la pista del destino de Gunner, el perro radar.
Para saber más:
"Al cuidado de la carnicería de la RAAF" ¡zios! esa ultima frase te deja muy intranquilo al leerla... :))
ResponderEliminarPues si...
EliminarGunner, el perro radar, fue un asombroso héroe en la Segunda Guerra Mundial. Su habilidad única para detectar ataques aéreos cambió la percepción sobre el papel de los animales en el conflicto.
ResponderEliminarY no fue el único que hizo cosas extraordinarias.
Eliminar