En el interior del ayuntamiento muchos civiles intentan hacerse fuertes, pero tras media hora son hechos prisioneros y enviados a un campo de internamiento. Tras tomar la radio local los alemanes informan de que se han bloqueado los accesos a la ciudad y que Winnipeg pasara a llamarse Himmlerstadt, su nuevo nombre alemán. La calle principal fue renombrada Hitlerstrasse. La poca defensa ciudadana es ineficaz y a las 9:30 la ciudad se rinde a las tropas alemanas. Para entonces Brandon, Flin Flon, Selkirk; otros pueblos pequeños de los alrededores también habían sido capturados.
Aviones de la Luftwaffe sobrevuelan la zona mientras los alemanes colocan blindados en la calle principal de la ciudad, la avenida Portage; mientras las tropas se distribuyen por el resto de las calles, saqueando casas y comercios; y registrando cada rincón en busca de judíos. El diario de la ciudad, The Winnipeg Tribune, es confiscado y renombrado Das Winnipeger Lügenblatt. Los libros de la biblioteca pública son apilados en la calle y quemados. Frente al ayuntamiento, la Red Ensign canadiense (la actual bandera, con la hoja de arce, data de 1965) es arriada y sustituida por la esvástica del III Reich.
Por las paredes empiezan a pegar carteles que informan de las nuevas disposiciones del mando alemán de la ciudad:
Ankundigung (anuncio)SE PROCLAMA QUE:1. Este territorio es ahora parte del Gran Reich y está bajo la jurisdicción del Coronel Erich Von Neuremburg, Gauleiter del Führer.
2. No se permitirán civiles en las calles entre las 9:30 pm y el amanecer.
3. Todos los lugares públicos están fuera del alcance de los civiles y no más de 8 personas pueden reunirse al mismo tiempo en cualquier lugar.
4. Cada cabeza de familia debe proporcionar alojamiento para 5 soldados.
5. Todas las organizaciones de carácter militar o paramilitar quedan por la presente disueltas y prohibidas. Las organizaciones juveniles seguirán existiendo pero bajo la dirección de las tropas del Gauleiter.
6. Todos los propietarios de automóviles, camiones y autobuses deben registrarse en la Sede de Ocupación, donde serán requisados por el Ejército de Ocupación.
7. Cada granjero debe informar de inmediato todas las existencias de grano y ganado y no se pueden vender productos agrícolas, excepto a través de la oficina del Comandante de suministros en Winnipeg. Lo que no sea para su propio consumo, debe comprarlo a través de la Autoridad Central en Winnipeg.
8. Todos los emblemas nacionales, excluyendo la esvástica, deben ser destruidos inmediatamente.
9. Cada ciudadano recibirá una tarjeta de racionamiento, y la comida y la ropa solo se podrán comprar con la presentación de esta tarjeta.
10. Los siguientes delitos resultarán en muerte sin juicio.
1. Intentar organizar la resistencia contra el ejército de ocupación.
2. Entrar o salir de la provincia sin permiso.
3. El Incumplimiento de reportar todos los bienes poseídos cuando se le ordene hacerlo.
4. La posesión de armas de fuego.
NADIE ACTUARÁ, HABLARÁ O PENSARÁ CONTRA NUESTROS DECRETOS.Publicado y ordenado por la Autoridad.Firmado: Erich Von Neuremburg
La toma de la ciudad de Winnipeg, fue en realidad una pantomima con el fin de concienciar a los canadienses de la necesidad de la compra de bonos de guerra.
Bajo un plan bien organizado para tomar la ciudad, el Greater Winnipeg Victory Loan, en connivencia con la mayor parte de la población, más de uno se llevó un buen susto, se montó un simulacro llamado “If Day” (si un día…). En el simulacro participaron como soldados alemanes voluntarios del ejército canadiense y veteranos de la Primera Guerra Mundial con uniformes y equipamiento suministrado por departamentos de figuración de Hollywood.
Todo terminó esa tarde. Los prisioneros fueron liberados cuando se lograron los objetivos económicos y se montó un desfile en el que se portaban pancartas con mensajes como: “Esto no puede suceder aquí” o “Compra bonos de la Victoria”. La falsa invasión tan solo tuvo dos heridos. Un soldado alemán sufrió una torcedura de tobillo y una mujer se hizo un corte al sobrevenir el apagón.
Los organizadores opinaban que llevar la guerra a tu ciudad y a la puerta de tu casa provocaría un cambio de actitud entre los que, para ellos, la guerra está muy lejos, en Europa. Funcionó. Al final se celebró un banquete en el que se lograron recaudar más de 3 millones de dólares canadienses. El día 24 lograron alcanzar los 24 millones y logrando finalmente 60 millones.
Lo que para los ciudadanos de Winnipeg no fue más que una especie de representación teatral, de lo que podría ser, para millones de personas en Europa, era una la pesadilla real. Un mal sueño del cual no podían despertar.
Para saber más:
Wikipedia
Manitoba Historical Society
Elinor Florence
The Cantech Letter
Youtube
Government of Canada