El grabado representa la vida en la galería. Realizado en 1953 por Dominik Cerný, encarcelado desde 1942 hasta 1945 en Auschwitz, Buchenwald y Mittelbau-Dora. |
Las condiciones de vida y trabajo eran muy duras y degradantes. Las estancias en donde malvivían de los presos eran frías, oscuras e insalubres, los váteres consistían en planchas de madera sobre agujeros o barriles de gasolina, a los que los guardias de las SS solían empujar a los presos como diversión. En estas condiciones vivirían hasta octubre de 1944, cuando se finalizaron las obras de construcción del campo de Dora-Mittelbau, situado en el exterior de la cueva. Aun así las condiciones no mejoraron mucho.
El trabajo llegaba ser tan agotador que cuando tras acabar los turno de 15 horas, muchos caían al suelo antes de llegar a sus camastros, que en el mejor de los casos, consistían en literas de hasta cuatro pisos. El descanso era prácticamente imposible debido al ruido de la maquinaria, los gritos de los guardias y las constantes alarmas y explosiones de los ataques aéreos.
El número de trabajadores forzados fue aumentando a la vez que lo hacía la necesidad cohetes V-2. En octubre de 1943 había 7.000 y en enero de 1944 el llegó a 12 000, llegando en marzo de 1945 a 20.000 prisioneros. Durante la fabricación de las V-2 numerosos trabajadores sabotearon la producción colocando mal algunas piezas u orinando en los giroscópios que ayudaban a mantener la estabilidad y la trayectoria de las bombas volantes. Debido a estos sabotajes se ahorcaron varios centenares de prisioneros.
Los presos que ya no era útiles para la fabricación de las bombas volantes eran trasladados a otro campo donde debían prestar allí trabajos pesados en distintas tareas. Los que ya estaban totalmente agotados eran abandonados a su suerte, sin atención médica alguna.
El campo de Dora-Mittelbau fue liberado en abril de 1945, pero en el tan solo quedaban los presos muertos o los demasiado débiles para andar ya que las SS habían evacuado a los campos de Bergen-Belsen o Sachsenhausen en las llamadas "Marchas de la Muerte"
En Dora-Mittelbau y sus subcampos, murió casi dos tercios de los cerca de 60.000 trabajadores forzados que pasaron por la fábrica. Muchos más de los que murieron bajo las "bombas de la venganza" de Hitler.
Para saber más:
Dora. En el infierno donde los sabios nazis preparaban la conquista del espacio, de Jean Michel.
Memoriales
Historia Virtual del Holocausto
German Historical Institute
Buchenwald
¡Ni perdón ni olvido!
ResponderEliminarAlgo así no debería olvidarse jamás-
EliminarCUIDADO CON LOS PARTIDOS POLITICOS DENOMINADOS LIBERTARIOS, HAY MUCHOS NOSTALGICOS DEL TIO ADOLFO INFILTRADOS EN SUS FILAS
ResponderEliminarIncreíble realidad....tanta maldad, odio, que jamás debería olvidarse...
ResponderEliminarOlvidar, jamás.
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