Welthauptstadt Germania fue el faraónico plan urbanístico imaginado por Hitler y su arquitecto Speer. La que sería la megalómana capital del mundo cuando el III Reich ganara la guerra.
Una de las más destacadas edificaciones proyectadas para Germania era un imponente arco del triunfo. A modo de comparación: el arco del triunfo de París, mide 50 m de alto y 45 m de ancho. El diseñado para Berlín habría tenido 117 m de alto por 170 m de ancho y en el se grabarían los nombres de todos los soldados alemanes caídos o desaparecidos en la Gran Guerra. Más descomunal habría sido la Volkshalle o Palacio de los Foros Populares. También conocido como Große Halle, sería una cúpula, que de haberse llevado a cabo, habría sido el mayor espacio cerrado en el mundo. Este imponente edificio habría medido más de 200 m de altura y 250 m de diámetro. El equivalente a 16 cúpulas de la basílica de San Pedro, de Ciudad del Vaticano.
Una construcción de semejante envergadura es un proyecto arquitectónico tremendamente complejo y la resistencia del terreno sobre el que se asiente es un factor de gran importancia. Si no que se lo digan a los constructores de la torre de Pisa, que está inclinada por culpa del terreno. Precisamente Berlín, etimológicamente proviene de las palabras berle o berlin que significan tierra no cultivable o tierra deshabilitada por su terreno pantanoso. Por ese motivo hay que comprobar la capacidad de soporte del terreno de tan descomunal construcción.
En 1941, Speer ordeno construir el Schwerbelastungskörper para simular el peso del arco del triunfo y en 1942 prisioneros de guerra franceses terminaron de construir un cilindro de 12.000 toneladas y 21 metros de diámetro. El cilindro está colocado sobre un pilar construido en el centro de un pozo de 18 metros de profundidad, de este modo el cilindró ejerce una presión equivalente de 12,65 kg por cm² sobre una superficie de 100 m².
Nada más acabar su construcción se empezó con la toma de mediciones, que quedaron interrumpidas con el comienzo de la guerra, dejando la evaluación de las muestras realizadas hasta 1948. Los datos obtenidos en 1948 mostraban que se había hundido casi 22 cm.
Cuando acabó la guerra se pensó en volarlo por los aires, como con otras construcciones de defensa de la ciudad, pero se necesitaba tal cantidad de explosivos que resultó inviable. Finalmente se decidió aprovechar su uso por parte del Instituto Alemán para la Mecánica de suelos, el Degebo, que continuó utilizándolo hasta 1977.
En 1995 fue declarado patrimonio histórico de Berlín. Se pensó en darle diversos usos pero ninguno era viable. Aunque está algo descuidado, es visitable y se puede subir a una plataforma que nos permite apreciar la monstruosidad de la construcción y conocer algo sobre ella, gracias a una pequeña oficina turística. Es un lugar que queda fuera de las rutas turísticas habituales, pero nos puede servir para ver la desmesurada megalomanía que representaría Germania.
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