Famosa por el gesto del Primer Ministro británico Winston Churchill durante la Batalla de Inglaterra, la "V" de la victoria, no fue un símbolo inventado por el premier inglés. En realidad el creador de este símbolo de la resistencia contra la Alemania nazi es el belga Victor Auguste de Laveleye y dio el primer paso el 14 de enero de 1941 cuando se dirigió a sus compatriotas desde la BBC de Londres cuando dijo:
Podemos hacer la V en una fachada, con un trazo de lápiz, en apenas un segundo. Podemos utilizar una navaja, una pluma, un clavo, la punta de un guijarro, o un viejo botón en los pantalones, pero el juego consiste en hacerlos enojar sin que nos atrapen. Las fuerzas de ocupación, al ver esta señal, siempre la misma, infinitamente repetida, entenderá que está rodeada por una inmensa turba de ciudadanos que esperan un momento de debilidad, vigilándolos para cuando cometan el primer error.
Victor Auguste de Laveleye |
Debido al éxito que tuvo el mensaje de Laveyele, el gobierno británico decidió llevar a cabo la campaña "V for Victory", que iniciaba sus emisiones radiofónicas con las cuatro primeras notas de la 5ª Sinfonía de Ludwig van Beethoven, que curiosamente se escribe en números romanos como V. SOL - SOL - SOL - MI, que en código morse son punto, punto, punto, raya (. . . -). Como en la famosa sinfonía el destino llamaba a la puerta del III Reich.
Vecinos de Saint Lô, saludan a los aliados con la “V” de victoria. |
El ocultista y escritor británico Aleister Crowley afirmó haber inventado el uso de una V como una barrera mágica contra la esvástica nazi. Eso era lo que había otorgado la victoria por Europa y que la esvástica, de origen hindú, símbolo de felicidad y del movimiento del sol, a la que los nazis inclinaron e invirtieron su giro, la transformaban de un significado positivo a otro negativo. Crowley escribió sobre los supuestos poderes mágicos de la V en su libro “Magick”.
No hay que olvidar que el gesto de la letra V ha de hacerse con la palma hacia fuera, porque con la palma hacia adentro, puede ser interpretado como un insulto, en ciertos entornos anglosajones. Algo que, al parecer, no tuvo en cuenta Churchill en sus primeras apariciones haciendo el gesto de la victoria.
Para saber más:
Ici Radio Belgique, de Robert Fenaux, Jean Rey y Paul Hymans
Wikipedia
La Vanguardia
El Imparcial
Guioteca
Yo prefiero V de Vendetta.
ResponderEliminarA mi también me gusta.
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