domingo, 31 de enero de 2021

El abastecimiento soviético a la Alemania Nazi

Alemania tenía un gran poder militar, pero la propaganda nazi hizo creer que el Reich tenía una potencia muy superior a la que realmente era, necesitaba recursos fuera de sus fronteras.

El abastecimiento soviético a la Alemania Nazi
Alemania carecía de recursos naturales, entre las que se encuentran las necesarias para la guerra y era más dependiente de terceras naciones de lo que pudiera parecer. Poseía escasas reservas de materias primas esenciales, como el caucho, el petróleo, sulfatos, hierro y metales estratégicos como el manganeso o el wolframio (tungsteno), un material esencial para el blindaje de los panzer.

Sus reservas de oro también eran relativamente escasas, lo que le dificultaba la adquisición de materias primas y alimentos. Ese, fue uno de los motivos por los que Hitler dejó de pagar las reparaciones de guerra a las que estaba obligada Alemania tras el Tratado de Versalles. Esa dependencia fue lo que a Francia e Inglaterra les hacía pensar que Hitler no declararía una guerra en Europa y que incluso si fuera declarada no aguantaría más allá de principios de 1940 si se le mantenía la negativa a la venta de caucho y un bloqueo naval en el Atlántico. A primeros de mayo de 1939, se estimaba que Alemania tenía reservas de petróleo para poco más de 3 meses. Pero Alemania recibía materiales a través del Mediterráneo y el mar Negro.

La creencia de los gobiernos británico y francés se demostró errónea cuando Alemania invadió los Países Bajos y a continuación Francia, expulsando a los británicos de territorio continental y dejándolos solos contra Alemania.

El abastecimiento soviético a la Alemania Nazi
La razón radica en la obtención de materias primas de los territorios anexionados y conquistados antes de 1940, como Austria y Polonia, y en la ayuda soviética recogida en el Pacto Germano-Soviético firmado por Ribbentrop y Molotov. No hay que olvidar que ese pacto los convertía en aliados, aunque fueran unos aliados de conveniencia y que le resultó realmente caro a la Unión Soviética.

El acuerdo económico Germano-Soviético establecía, en sus líneas generales, la entrega por parte de la Unión Soviética de materias primas por un valor de 180 millones de Reichsmarks, toda vez que Alemania suministraría a los soviéticos 120 millones de Reichsmarks en bienes industriales y un crédito de mercancía de otros 200 millones más durante 7 años para ser financiado por el Banco de Descuento de Oro Alemán con el fin de sufragar futuros pedidos. La Unión Soviética pagaría el préstamo con materias primas a partir de 1946.

El abastecimiento soviético a la Alemania NaziPor medio de esos acuerdos económicos, la Unión Soviética proporciono desde primeros de 1940 hasta mediados de 1941, cuando se rompió el pacto: 1,6 millones de toneladas de trigo y 1 millón de toneladas de soja. También 900.000 toneladas de aceites vegetales y grandes cantidades de madera.

Para la industria civil y militar Alemania recibió: 54.000 toneladas de caucho natural, fundamental para la fabricación de caucho sintético; medio millón de toneladas de minerales ferrosos, 300.000 toneladas de hierro y chatarra, 200.000 toneladas de fosfatos, entre ellos el fósforo blanco utilizado en explosivos; 140.000 toneladas de manganeso, de gran importancia para la fabricación de aceros de gran resistencia, así como otras cantidades de tungsteno; 850.000 toneladas de petróleo y 2.000 toneladas de platino con el que se obtenía ácido nítrico para la fabricación de explosivos.
En otras cantidades, también llegaron a Alemania cobre, cromo, magnesio y otros minerales raros.

En agosto de 1940 aproximadamente la mitad de las importaciones alemanas provenían de la Unión Soviética y todo gracias al Pacto Ribbentrop - Molotov, que Hitler rompió al iniciarse la Operación Barbarroja.

El abastecimiento soviético a la Alemania Nazi
La cooperación no se limitó a la mera compraventa de materiales. Con el Tratado de Rapallo de 1922 y bajo la apariencia de concesionarios o empresas germano-soviéticas, en la Unión Soviética se crearon fabricas para aumentar la industria militar alemana, que estaba muy limitada en su territorio por el Tratado de Versalles. En 1922 se firmó un contrato con Junkers, para establecer una fábrica de aviones y en 1923 para instalar fábricas de municiones e instalaciones químicas.

Por el mismo sistema se establecieron otras fábricas como Krupp, que fabricaba cañones; la automovilística BMW, que manufacturaba todo tipo de motores y las plantas químicas de Bersol.

Algunos historiadores sostienen que sin el apoyo material suministrado por los soviéticos Alemania apenas podría haber atacado a la Unión Soviética, y mucho menos acercarse a la victoria; teniendo en cuenta que además del material que aportó, permitió el adiestramiento de militares en territorio soviético en escuelas como la de Lípetsk para pilotos o la de Kazán para tanquistas, activas desde mediados de los años 20.

Para saber más:
Feeding the German Eagle: Soviet Economic Aid to Nazi Germany, 1933–1941, de Edward E. Ericson
From Peace to War: Germany, Soviet Russia, and the World, 1939–1941, de Bernd Wegner
El Tratado de Rapallo, de José María Solé
Ibiblio
Yale Law School
National Geographic
Wikipedia

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