domingo, 25 de julio de 2021

La Red Ball Express

Desde el Día D, las fuerzas aliadas estaban luchando para afianzar la cabeza de puente y avanzar hacia el interior de Francia pero estaban estancados. Sin embargo, a finales de julio los aliados consiguieron romper las líneas y los alemanes empezaron a retirarse rápidamente. A partir de ese momento el avance aliado se por la Francia ocupada de hizo a gran velocidad.

La Red Ball Express
El III Ejército de George S. Patton fue particularmente agresivo, asombrando a los alemanes que habían inventado la guerra relámpago. A Patton se le dio permiso para llevar algunas de sus fuerzas hacia París con el fin de atrapar focos de tropas alemanas en retirada. Pero a finales de agosto de 1944 los aliados se enfrentaban a una pesadilla logística.

Según las memorias del general Omar Bradley, cada división del ejército requería unas 750 toneladas de suministros al día, y había 28 divisiones marchando por Francia y Bélgica. En un solo día, el III Ejército de Patton consumió más de 3 millones de litros de combustible.

Los aliados habían construido un oleoducto que bombeaba combustible desde Gran Bretaña hasta las costas de Normandía llamado Plutón, dividido en dos líneas llamadas Dumbo y Bambi. Pero el problema comenzaba en la costa francesa. Los ferrocarriles en funcionamiento eran en prácticamente inexistentes ya que los aliados y la resistencia francesa destruyeron los trenes y las líneas en los preparativos del Día D. Además, los alemanes todavía tenían los principales puertos de carga de Le Havre y Amberes. Llevar combustible, alimentos y municiones al frente estaba resultando casi imposible. Patton tuvo que detener el avance se su III Ejército su avance por falta de gasolina.

La Red Ball Express
Para solucionar el problema del abastecimiento de combustible y pertrechos se desarrolló la Red Ball Express, a veces denominado Red Ball Line, que operó desde el 25 de agosto de 1944 hasta el 16 de noviembre de 1944. El nombre proviene de un plan logístico anterior utilizado por los británicos.

El plan establecía que los camiones circularan hacia el frente en convoyes de no menos de cinco, precedidos y seguidos por jeeps y en algunas ocasiones protegidos por Half-Track artillados, como los M-16 "Picadora de Carne". Cada camión estaba numerado por su posición en el convoy y debían mantenerse a unos 18 metros de distancia unos de otros. Sin embargo, de desde el principio la Red Ball Express se atascó por culpa del  el tráfico civil y militar. Para solucionar el problema, el Ejército se apoderó de dos carreteras paralelas que viajaban desde la cabeza de playa de Normandía hasta Chartres, a las afueras de París. La carretera más al norte la usaban los camiones llenos de suministros y la ruta del sur la usaban los camiones vacíos que regresaban a Normandía. La ruta se amplió según los aliados avanzaban sobre París.

La Red Ball Express
Una vez establecidas las rutas de ida y vuelta, la Red Ball Express funcionó a pleno rendimiento. El 29 de agosto de 1944 fue el día con mayor tonelaje transportado con casi 6.000 camiones y más de 12.000 toneladas de suministros.

la Red Ball Express fue operada principalmente por soldados afroamericanos. Alrededor del 75% del operativo era de raza negra. Esto era debido a la segregación racial existente en el Ejército estadounidense que apartaba a las tropas afroamericanas de primera línea y los asignaba a tareas de apoyo y servicio en el Cuerpo de Intendencia. El trabajo que hicieron los hombres de la Red Ball Express fue admirable.

Al comienzo había escasez de camiones y conductores, por lo que el Ejército incautaba camiones en cualquier lugar y de cualquier tipo. Estados Unidos llegó a producir más de 800.000 camiones de 2 toneladas y media durante la guerra. Los conductores de la Red Ball no fueron seleccionados por su habilidad para conducir, sino por su disponibilidad. Al principio se eligió a soldados que sabían conducir camiones, pero como escaseaban a los que no sabían conducir se les dio un entrenamiento superficial y se les puso al volante de un camión.

Las normas de tráfico se ignoraban constantemente. Era necesario llegar rápido al frente. Los conductores debían ir a 55 km/h pero muchos aceleraban hasta lo que permitía el limitador del camión, que estaba en los 90 Km/h. Muchos retiraron los limitadores de los motores y no era raro que los camiones de la Red Ball Express circularan por las carreteras a más de 110 h/h. Un serio problema para los conductores era la falta de sueño. Un camionero recordó que "Patton quería que comiéramos, durmiéramos y condujéramos, pero sobre todo que condujéramos." 

La Red Ball Express
Las averías tambien fueron un problema constante, se rompían las cajas de cambios, las direcciones y los vehículos volcaban debido la mala distribución de la carga que se apilaba demasiado alto o al mal estado de las carreteras. Pero los neumáticos fueron los que más sufrieron. Durante los casi tres meses que duró la Red Ball Express se gastaron más de 40.000 neumáticos de camiones. En septiembre de 1944 se llegaron a reparar hasta 1.500 vehículos en un día.

También se sufrieron sabotajes por parte de los prisioneros alemanes que ayudaban en el mantenimiento de los vehículos. 

No todo fue ayudar a los soldados en el frente. Para muchos fue tambien un lucrativo negocio. Un bidón de gasolina de 5 galones, casi 19 litros, podía llegar a valer en el mercado negro hasta 100 dólares. De hecho, las prostitutas aceptaban la gasolina como pago por sus servicios, así como cualquier producto apreciado en el mercado negro.

La Red Ball Express
Cuando finalizó el Red Ball Express a mediados de noviembre de 1944, los camioneros habían transportado más de 412,000 toneladas de suministros al frente. A la Red Ball Express le siguieron otras rutas como White Ball Express, Small Red Ball, Green Diamond Express, Red Lion Express, la ruta ABC Express (Antwerp-Brussels-Charleroi) y la Ruta XYZ, la última ruta de larga distancia, que transportó suministros a través de Alemania en las últimas semanas de la guerra.

El coronel John Eisenhower, hijo de Ike, el jefe de la  fuerzas aliadas en Europa, dijo sobre la Red Ball Express: "La espectacular naturaleza del avance [a través de Francia] se debía en gran medida a los hombres que conducían los camiones de la Red Ball como a los que conducían los tanques. Sin la Red Ball Express, el avance en toda Francia no podría haberse realizado."

Para saber más:
Red Ball Express: Supply Line from the D-Day beaches, de Par Ware

domingo, 18 de julio de 2021

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?

Al comienzo de la guerra y tras la invasión de Polonia y la caída de Francia y los Países Bajos daba la impresión de que la Luftwaffe alemana era un arma formidable, pero a pesar de los éxitos, cometió importantes errores.

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?
Desde 1933, el general Walther Weber, Jefe del Estado Mayor de la Luftwaffe tenía muy claro que el bombardeo estratégico tendría una importancia clave en la guerra moderna. Tres años después falleció en un accidente aéreo y fue sustituido por Albert Kesselring, que terminó cancelando los proyectos de bombarderos estratégicos. En el seno de la fuerza aérea alemana no se supo establecer correctamente las prioridades con respecto al uso de los nuevos aparatos y según avanzaba la guerra no tenía suficientes recursos para la construcción y entrenamientos de suficientes aviones y pilotos. Muchos recursos se desviaron hacia desarrollos de armas que se demostraron claramente ineficaces para cambiar el curso de la guerra. Por otro lado, el alto mando tenia serios desacuerdos y Hermann Göring, entrometido, negligente y adulador de Hitler, cometió errores importantes y prometió cosas que no podía cumplir.

La Luftwaffe ya había adquirido notable experiencia con sus excelentes aparatos durante la Guerra Civil española, al ayudar a los alzados contra la República, y se midieron con los aviones soviéticos. Pero a pesar de ello tenía problemas organizativos.

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?
El planteamiento fundamental desde la creación de la Luftwaffe fue
principalmente neutralizar a la fuerza aérea enemiga controlando el espacio aéreo y apoyar a las fuerzas terrestres, por lo que la Blitzkrieg fue tan eficaz al comienzo de la guerra. Para ello se desarrolló el Junkers Ju-87 “Stuka” muy eficaz en el ataque en picado pero lento en vuelo normal, lo que le hacía vulnerable a los cazas o a los antiaéreos. Por ese motivo se retiró en 1944 cuando se intentó sustituir por otros aparatos como el versátil Junkers Ju-88.

Por ese planteamiento algo más “terrestre” de la fuerza aérea, no se tuvo realmente en cuenta el bombardeo pesado a larga distancia. Esto le costó caro cuando atacó Gran Bretaña. El bombardeo en picado era ineficaz y los bombarderos convencionales tenían limitado radio de acción.

Göring le prometió a Hitler que doblegaría a la RAF para que la Operación León Marino (la invasión de Gran Bretaña) fuera un éxito. Pero subestimó a la fuerza aérea británica y tomó decisiones fatales.

La ventaja de la RAF radicaba principalmente en que combatía en su propio espacio aéreo, lo que le hacía ahorrar combustible, mientras que la Luftwaffe debía volar entre 80 y 160 kilómetros antes de poder entrar en combate o lanzar sus bombas. Los británicos disponían, además, de sistemas de detección temprana como el radar mucho más eficaces que los alemanes.

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?
Otra cuestión era la producción de aparatos. En el verano de1940 los alemanes fabricaron alrededor de 140 aviones al mes mientras que las fábricas británicas produjeron 500.

El mayor error cometido por Göring, por orden expresa de Hitler, durante la Batalla de Inglaterra fue el cambio de estrategia. Pasó de bombardear los aeródromos y las instalaciones de la RAF, que llegó a estar prácticamente aniquilada, al bombardeo de las ciudades. Este cambio dio la oportunidad a los británicos de recuperar su fuerza aérea, que acabó doblegando a la Luftwaffe.

En la Unión Soviética fue en donde la debilidad de la Luftwaffe se hizo más patente. Lo más destacado era la incapacidad de poder fabricar aviones al ritmo que se necesitaban. Como con Polonia o Francia el comienzo de la Luftwaffe en la Operación Barbarroja fue tremendamente eficaz. El primer día destruyó más de 1200 aparatos soviéticos, pero según avanzaban las tropas del Heer a través de los vastos territorios rusos fue cada vez más difícil para la Luftwaffe atender las peticiones de apoyo de las fuerzas terrestres, lo que se agravó con la llegada del duro invierno. Había cada vez más peticiones de aparatos y las fábricas no cubrían la las necesidades. Hitler no ordenó poner a la industria en producción de guerra total hasta el año 1943, lo que afectó a la Luftwaffe con el añadido de invertir grandes cantidades de marcos en el desarrollo y fabricación de las V-1 y V-2.

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?
La mayor parte de las fábricas soviéticas se encontraban al otro lado de los Urales, en una de las mayores hazañas logísticas de la guerra, lo que hacía imposible que los bombarderos medios y ligeros tuvieran la posibilidad de bombardearlas. El desarrollo del bombardero pesado Uralbomber (Bombardero de los Urales), de cuatro motores, se detuvo por culpa del Secretario del Aire Erhard Milch, para que se fabricaran bombarderos bimotores, más rápidos de fabricar. 
Heinkel proyectó su He-177 Greif (Grifo), el único bombardero operacional de largo alcance utilizado por la Luftwaffe durante la guerra, pero que llegó demasiado tarde para poder atacar las fábricas soviéticas y su uso fue más como bombardero en picado armado con cañones antitanque de 50 y 70mm. Al final, se utilizaron como plataformas de lanzamiento del misil guiado Hs 293 o la bomba planeadora guiada FX 1400 Fritz contra objetivos navales o terrestres. El He-177 No se usó como un auténtico bombardero.

¿Por qué Alemania no tuvo bombarderos pesados de largo alcance?
Con la entrada de los EEUU en la guerra, en Alemania se inició el proyecto “Amerika Bomber”. Para el plan se presentaron, entre otras opciones, el Junkers Ju-390, el Messerschmitt Me-264 y el Focke-Wulf Ta-400, de los que finalmente se eligió el modelo de Messerschmitt. Aunque tras presentar tres prototipos se canceló el proyecto.

Británicos y estadounidenses demostraron con claridad la eficacia de los bombarderos pesados de largo alcance que permanecían tranquilamente estacionados en Gran Bretaña sin el peligro de los inexistentes bombarderos pesados alemanes. Los aliados confiaban en la  obtención de resultados a medio-largo plazo, mientras que los alemanes carecían de esa paciencia y querían resultados más inmediatos.

Para saber más:
Días de Infamia: Grandes errores militares del siglo XX, de Michael Coffey
Gran Capitán
Russia Beyond
Top War

miércoles, 14 de julio de 2021

Lectura recomendada: Otto Skorzeny. el nazi más peligroso en la España de Franco

Otto Skorzeny, jefe de comandos y militar experimentado, además de fanático del Führer y del nacionalsocialismo, fue considerado por los aliados como "El hombre más peligroso de Europa".

Según Francisco Rodríguez de Gaspar, autor de "Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco", editado por Almuzara, Skorzeny era un elemento perfecto para unir a todos los nazis supervivientes y escapados nazis. 

Otto Skorzeny. el nazi más peligroso en la España de Franco
Skorzeny, protegido del régimen de Franco, hasta su muerte en 1975, está excelentemente retratado en el libro de Rodríguez de Gaspar, con sus conspiraciones y negocios de dudosa legalidad, así como su relación con diferentes naciones que incluso le llevaron a estar vinculado con los servicios secretos israelíes y la venta de armas. Tambien expone su cómoda vida en Madrid.

Francisco Rodríguez de Gaspar, comenzó a escribir "Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco" a partir de una serie de documentos desclasificados de la CIA en los que Skorzeny aparece repetidamente. El más destacable es uno sobre un viaje a Toledo y las actividades que allí realizó junto a otros nazis, como el político sueco Per Engdahl, el neofascista francés Mau rice Bardéche y León Degrelle, líder belga de las SS. Con ellos también estaba el jefe de propaganda de las Juventudes Hitlerianas, Paul van Tienen, un oficial de las Waffen-SS que combatió en el frente oriental. Entre los españoles se encontraba el General Moscardó

Tras una fachada de tranquilo hombre de negocios protegida por el gobierno español, los informes norteamericanos muestran claramente el poder que su nombre ejercía entre la colonia alemana.    

Skorzeny escapó de un campo de desnazificación en Núremberg ayudado por ex miembros de las SS, hacia a España el 27 de julio de 1948 y pasó a España con un visado a nombre de Rolf Steinbauer. Ya seguro en su refugió ibérico, no utilizó ningún nombre falso. No lo necesitaba.

Los informes de la CIA portaron mucha información sobre las actividades de Skorzeny. Durante su vida en España ayudó a presuntos criminales de guerra a escapar a través de la organización ODESSA. Tambien participó en la creación de un cuerpo paramilitar anticomunista, formado por antiguos nazis, bajo el nombre de "Legión Carlos V", que estaría preparado ante una inminente Tercera Guerra Mundial.

El hombre más peligroso de Europa siempre proclamó vehementemente sus creencias nacionalsocialistas y su veneración a Hitler. Nunca se arrepintió. 

"Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco" es un estupendo relato de la vida posterior a la Segunda Guerra Mundial del peligroso charlatán nazi que hizo suyo el rescate de Mussolini en el Gran Sasso.

Francisco José Rodríguez de Gaspar es periodista y desde 2007 es redactor jefe en el periódico La Tribuna de Toledo y ha colaborado en varios programas de "Cuarto Milenio" y "SER Historia". Tambien es autor de "El enigma de la Espada de San Pablo" (Almuzara, 2018).

"Otto Skorzeny. El nazi más peligroso en la España de Franco"  se puede adquirir en la web de la Editorial Almuzara o en Librería Tercios Viejos

Para conocer un poco más la obra, en Google Books se puede tener una vita previa del libro. 


domingo, 11 de julio de 2021

Convertirse en nazi para sobrevivir

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa, lloró al enterarse que el III Reich se rendía. Josef Perjell, miembro de las Hitlerjugend, juventudes hitlerianas, creía que Alemania y la raza aria iban a dominar Europa.

Convertirse en nazi para sobrevivir
Cuarenta años después Perjell desveló un secreto que había ocultado durante casi toda su vida. Su verdadero nombre era Salomon Perel, era judío y se convirtió en nazi para sobrevivir

Perel nació en 1925 en una familia judía de origen germano que huyendo de la persecución nazi se establecieron en Polonia, pero los alemanes, tras la invasión del país, los internaron el gueto de Lodz, al sur de Varsovia. Sin que él lo supiera, su padre murió de hambre, su madre fue gaseada en un camión y su hermana, ejecutada durante una de las marchas de la muerte.

Salomon y su hermano Isaac intentaron escapar a la parte ocupada por los soviéticos, pero Salomon fue internado en un orfanato del Komsomol en Goradnia, separado de su hermano. La operación Barbarroja le vuelve a atrapar.

Cuando Salomon iba a ser identificado como judío para ser asesinado en Minsk. Decide que tiene que hacer algo antes de que sea demasiado tarde: Se acerca a un oficial de las SS y le dice con gran seguridad, que es un Volksdeutscher, que es de origen alemán pero que ha sido criado fuera de Alemania, en un perfecto alemán de Sajonia. "Me llamo Josef Perjell".

Convertirse en nazi para sobrevivir
Las SS enviaron a Salomón, ahora Josef, a Alemania para ser educado en la escuela de las juventudes hitlerianas de Brusnwick para después trabajar como intérprete de ruso para la Wehrmacht. Curiosamente nunca descubrieron que estaba circuncidado. De hecho, un oficial homosexual que intentó abusar sexualmente de él, descubrió que era judío al ver que estaba circuncidado, pero no lo entregó. 

Nunca fui un auténtico nazi. Nunca fui un traidor. Yo obedecí la orden de mi madre. Le juré que sobreviviría.

Su historia de supervivencia es muy diferente de los demás supervivientes del Holocausto. Mantuvo una doble identidad que le provocó conflictos morales que tuvo que soportar cada día para poder sobrevivir: "Mientras la mayoría de los judíos estaban en guetos o campos de concentración yo gritaba "Heil Hitler" o "Sieg Heil".

Convertirse en nazi para sobrevivir
Ya uniformado como un auténtico nazi viajó al gueto de Lodz a buscar a sus padres, pero no los encontró.

Se metió tanto en su papel de joven nazi que Incluso llegó a "olvidar que era judío". Tanto, que se enamoró de una muchacha de la Bund Deutscher Mädel, la Liga de Muchachas Alemanas llamada Leni. Siempre mantuvo su secreto por temor de ser denunciado.

Terminada la guerra fue arrestado por los estadounidenses, pero por su juventud y por no ser parte de las fuerzas armadas, fue puesto en libertad. Volvió a Alemania para reencontrarse con su hermano.

En 1948, emigró a Israel, se alistó en el ejército donde lucho por la independencia israelí. Ha participado en conferencias en las que cuenta su historia y ha escrito el libro "Tú tienes que vivir", editado en español en 2014. Actualmente vive con su familia. 

En su libro escribe:

Yo era un nazi convencido. El único judío nazi que he conocido… Macabro, ¿no cree? Me invadió la tristeza con la derrota, me creí el adoctrinamiento absolutamente. Confiaba en la superioridad de la raza, en la selección de las especies, en que el mundo debía pertenecer a los más fuertes y que el destino de los débiles era caer. Me sentía uno de ellos y me consideraban como tal. Hasta me avergonzaba de mis orígenes.

Convertirse en nazi para sobrevivir
En una entrevista para el diario ABC le preguntaron si le dolió renunciar a judaísmo para salvar la vida, a lo que respondió: "No, en absoluto, porque me parecía lo más natural. Para los judíos, la vida humana es lo más sagrado y, según el judaísmo, hay que hacer todo lo posible para salvarla".

Su historia inspiró a la directora polaca Agnieszka Holland en film Europa Europa (1990), una película "que de alguna manera muestra lo que es la banalidad del mal, enseña cómo el populismo es capaz de adoctrinar a jóvenes".

Para saber más:
Tú tienes que vivir, de Sally Perel
Clarin
ABC
El País
The Week
UC Santa Barbara

domingo, 4 de julio de 2021

El templo nazi de la condenación

De planta triangular, el Castillo de Wewelsburg fue residencia del Reichführer Heinrich Himmler y sede de las SS (Schutzstaffel) durante todo el régimen nazi. Himmler, un ardoroso creyente a lo oculto llenó el castillo de símbolos que mostraban su fascinación por lo sobrenatural.

El Castillo de Wewelsburg en la actualidad
La decoración interior usaba la iconografía de las SS. Los elementos preferidos de diseño de las Schutzstaffel se basan principalmente en runas y esvásticas. La vajilla, fabricada especialmente para el castillo, estaba decorada con diferentes runas germánicas y símbolos de las SS. La colección privada de armas de Himmler también fue alojada en el castillo. Desde 1939, el castillo también estaba decorado con diversos objetos artísticos, incluyendo objetos y obras de escultores y pintores contemporáneos que estaban en consonancia con la estética del nacionalsocialismo.

En una cripta situada en el sótano se construyó una gigante cruz gamada, donde serían incinerados los héroes de las SS y con una llama permanente en el centro rodeada de 12 asientos de piedra. Encima de ella un sol negro o rueda solar, rodeado de una mesa, con 12 columnas y 12 sillones que representan a 12 caballeros de las SS. Era su propia versión de los legendarios caballeros del rey Arturo y la mesa redonda. Era la Obergruppenführersaal, la sala de los líderes supremos de las SS.

Cripta
El castillo serviría para el renacimiento de los caballeros de la mesa redonda por lo que se designó a doce oficiales de las SS como sus seguidores. En diversas sallas del castillo se reunirían y realizarían ritos desconocidos. El número doce juega un papel importante en el diseño de la torre norte: doce pedestales en la bóveda, doce columnas, doce sillones en el Obergruppenführersaal y doce radios de la rueda solar.

Según la mitología germana adaptada por los nazis el sol era "la expresión más fuerte y más visible de Dios". En la mitología germánica, 12 son las deidades, 6 masculinas y 6 femeninas.

En el castillo se celebraban ceremonias de toma de posesión de cargos relevantes, de iniciación y bodas de oficiales. Y a partir de 1939 estaba previsto celebrar las “Conferencias de Primavera” donde se reunirían los líderes más importantes de las SS. Estas no se llegaron a celebrar debido al inicio de la guerra.

Solo existen actas de una reunión que se llevó a cabo del 12 al 15 de junio de 1941 de los Gruppenfuhrer SS (Generales SS) que debían tomar parte en la invasión de la Unión Soviética, a petición de Himmler. El propósito de la reunión fue la preparación ideológica antes de la campaña. Alguna fuente menciona tres o cuatro ceremonias anuales de líderes SS tuvieron lugar en el castillo, pero no hay pruebas de ello.

Obergruppenführersaal y el Sol Negro
En 1938, Himmler ordenó la devolución de todos los anillos de los oficiales de las SS muertos. Debían ser guardados en un cofre en el castillo para simbolizar la pertenencia de los fallecidos en la Orden de las SS. El paradero de los aproximadamente 11.500 anillos de la calavera (Totenkopfrings) custodiados en el castillo, finalizada la Segunda Guerra Mundial no está clara, pero se rumorea que estaban enterrados en una cueva próxima al castillo y su entrada destruida.

No hay pruebas de que Himmler quería que el castillo acogiera el Santo Grial, que buscó por todo el mundo, incluso por España, pero el rediseño del castillo tiene referencias a las leyendas del Grial. Una de las salas de estudio fue llamada del Grial, y otra Rey Arturo.

El castillo se encuentra en las proximidades de donde se cree que tuvo lugar la batalla del bosque de Teutoburgo. La oscura leyenda del castillo, construido en el siglo XVII para los príncipes obispos de Paderborn, cuenta que fueron torturadas y ejecutadas miles de brujas durante el siglo XVII entre sus muros.

Para la remodelación del castillo para las SS, tuvo su propio campo de concentración, para usar a los reclusos como mano de obra esclava. El campo de Niederhagen, albergó a 4.000 internos de los que cerca de la mitad murieron como resultado de las condiciones de vida inhumanas y los abusos a los que se vieron sometidos por las SS. Las obras se paralizaron en 1943 y el campo fue disuelto casi en su totalidad.

Cuando el final del III Reich estaba cerca, Himmler ordenó la destrucción del castillo, que se debía llevar a cabo el 31 de marzo de 1945. Tres días después los estadounidenses tomaron el castillo tras ser informados de que "hombres de las SS había prendido fuego a su cuartel próximo al castillo, se habían vestido con ropas de civil y huido”.

Los soldados encargados de destruir el castillo no tenían suficientes explosivos, por lo que colocaron minas antitanque sólo en la torre sureste, el edificio de guardia y un ala del castillo que fue destruida. El castillo fue incendiado y saqueado.

Entre 1948 y 1949, se realizaron obras de restauración y se volvió a abrir en 1950 como un albergue juvenil y un museo. Veinte años más tarde, un nuevo proyecto comenzó a restaurar la torre norte y en 1977 se decidió restaurar todo el castillo como un monumento a la guerra. Se abrió el 20 de marzo de 1982 con el nombre de Wewelsburg 1933-1945: Kult und der SS Terrorstätte (Culto y terror de estado de las SS), con una exposición en el antiguo cuerpo de guardia de las SS en la explanada del castillo.

En 2010, el departamento de historia del museo cambio su nombre, reabriéndolo como "Wewelsburg 1933-1945 Memorial Museum". La nueva exposición permanente "La ideología y el terror de la SS" presenta la historia de las actividades de las SS en Wewelsburg dentro del contexto más amplio de las SS durante el III Reich y donde se puede ver la agenda de Himmler, anillos y otros objetos relacionados con las SS.

Para saber más:
El Nazismo Oculto, de Roberto García
Templarios, Nazis y Objetos Sagrados, de Lorenzo Fernández Bueno
Magia, ocultismo y sociedades secretas en el III Reich, de José Gregrorio González