El sábado 27 de febrero de 1943 unos 8.000 judíos berlineses fueron detenidos por las SS y la Gestapo con la finalidad de deportarlos a diversos campos de concentración. Aproximadamente 2.000 de esos judíos formaban parte de matrimonios mixtos que hasta ese momento no habían sido perseguidos.
Tras la aprobación de las Leyes de Núremberg en 1935, se prohibieron los matrimonios entre arios y no arios y aunque inicialmente se aplicaron las leyes contra los judíos, posteriormente se propagaron hacia otras etnias, como los romaníes y sus descendientes. A quienes se les acusaba de Rassenschande, o desgracia racial, se le humillaba públicamente colocándoles carteles y haciéndoles pasear por las calles para proclamar "su crimen". Muchos de ellos fueron deportados a campos de concentración.La mayor parte de los casos llevados por la Gestapo se debieron a delaciones de vecinos, ex despechados y hasta familiares. En el caso de los alemanes arios que se habían casado con judíos con anterioridad a las Leyes de Núremberg fueron "invitados" a divorciarse. Los hijos fruto de esta relaciones eran considerados Mischlinge (mestizos).
Los cerca de 2.000 judíos con matrimonios mixtos fueron separados del resto y trasladados al edificio de la administración judía que se encontraba en el 2-4 de de la Rosenstraße (calle de las rosas).A esa dirección se dirigieron la misma noche del 27 un nutrido grupo de esposas, muchas con sus hijos, pero fueron rechazadas por las SS. A la mañana siguiente, en un nuevo acto de valentía y desesperación ante un destino incierto de sus maridos, exigieron hablar con sus seres queridos y que estos fueran liberados. Durante una semana las mujeres protestaron cada día, de forma pacífica, frente al edificio. En dos días fueron más de 600. Se fueron sumando más y más, superando el millar. Ante ellas se apostaron soldados armados pero ellas se mantuvieron firmes gritando: ¡Devolvednos a nuestros hombres! ¡Queremos que nuestros maridos regresen!
Los soldados que se apostaron ante las mujeres realizaron disparos al aire como advertencia y las mujeres se dispersaron, pero volvieron tan pronto cesaron los disparos. Se volvió a repetir la salva de disparos en otros días pero nadie se movió. Permanecieron día y noche. Desde el Ministerio de Propaganda sabían que no podían asesinar a esas mujeres en el corazón de Berlín e intentaron ponerles trabas para que no accedieran al lugar, pero fue en vano.
Alemania estaba empezando a sumar derrotas y la moral entre los alemanes estaba muy baja, sobre todo tras la derrota en Stalingrado, así que el ministro Goebbels ordenó las primeras puestas en libertad.
El 6 de marzo de 1943 fueron liberados los primeros prisioneros, y los demás les siguieron en los días siguientes. A pesar del estado policial nazi, la protesta no tuvo consecuencias serias para ninguna de las mujeres. La mayor parte de los judíos liberados lograron sobrevivir a la guerra. Otra victoria contra la barbarie nazi.En la Rosenstraße, muy próxima a la Alexanderplatz, en donde antes se ubicaba la Antigua Sinagoga destruida en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra desde 1995 el memorial "Frauenprotest 1943", un monumento creado por la escultura Ingeborg Hunzinger. Este monumento conmemora el valor de estas mujeres, que pusieron en peligro su vida para conseguir la libertad de sus esposos.
El monumento está formado por tres bloques de piedra arenisca de color rojizo grabados con caracteres judíos, textos y símbolos esculpidos forman un semicírculo alrededor de una pareja que se abraza. Frente a esta composición se encuentra una escultura en un banco del parque, que recuerda la prohibición a los judíos de sentarse en los bancos.En 2003 esta historia fue llevada al cine en la película Rosenstraße, pero un acto tan extraordinario de coraje queda difuminado en un segundo plano tras un melodrama familiar empalagoso. A pasar de resultar decepcionante, recibió varios premios del cine europeo.
Si el extraordinario valor de aquellas mujeres que, por primera y única vez en la Alemania nazi, se encontraron cara a cara con las SS, lo hubiera hecho el resto de la población alemana contra la deportación de los judíos, posiblemente no se hubiera podido llevar a cabo la Solución Final y se hubieran salvado miles de vidas humanas.
Para saber más:
Historias de la Historia
The Holocaust Chronicle
La Brújula Verde
Cine Europa
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