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domingo, 25 de septiembre de 2022

Como los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial afectaron al clima

La Segunda Guerra Mundial provocó la muerte de decenas de millones de personas y convirtió en ruinas grandes ciudades y centros poblados debido a los contantes bombardeos artilleros y aéreos. 

Más allá de las pérdidas humanas y materiales, estudios realizados por la Universidad de Reading, en el Reino Unido, se han enfocado en otro tipo de daño que estos bombardeos pudieron haber causado. Se trata de los perjuicios meteorológicos que la Segunda Guerra Mundial pudo haber acarreado al planeta. Específicamente a la capa de nuestra atmósfera conocida como la ionosfera, que se encuentra a 300 kilómetros de altitud.

Según las mediciones llevadas a cabo en los lugares donde se desataron los mayores bombardeos las ondas de choque de las explosiones afectaron a la cantidad de electrones presentes en la ionosfera. La ionosfera es una capa altamente ionizada de forma permanente debido a los efectos de las radiaciones solares. La propiedad más importante de esta capa es la de reflejar las ondas de radio. De esta manera hace posible la comunicación por radio, el GPS, los radiotelescopios o algunos radares de alerta temprana.

Los estudios se centraron principalmente en 152 zonas donde se realizaron grandes ataques de las fuerzas aliadas en Europa, entre los años de 1943 y 1945, periodo en que la USAF actuaba junto a la RAF. Estas explosiones habrían generado perturbaciones en la ionosfera, ya que comprobaron que la concentración de electrones en estas zonas disminuía notablemente. Estas perturbaciones de la ionosfera normalmente son producto de la actividad solar anómala, pero en el caso de los raids aéreos aliados, los estallidos de las bombas y sus ondas de choque son elementos artificiales.

En la actualidad, las consecuencias del deterioro de esta capa atmosférica afecta en mayor o menor medida a las tecnologías de comunicación, ubicación y defensa que usan de manera directa las ondas de radio.

Pero esto no se queda aquí. Analizando los registros de operaciones estadounidenses y británicas y los datos del clima de la década de 1940, un grupo de científicos de la Universidad de Birmingham cuantificaron la nubosidad que provocaron los miles de bombarderos aliados y estimaron que había un descenso de 0,8º C en la temperatura media en las bases militares y sus alrededores debido al trasiego constante de los bombarderos al igual que en las zonas de paso de los escuadrones. 

Los miles de vuelos de los grandes bombarderos con sus potentes motores generaban unas estelas de condensación llamadas chemtrails. Estas estelas hacer descender la temperatura ya que sobre ellas se refleja la luz solar (al igual que con las nubes) calentando menos el aire y la superficie bajo ellas.

Teniendo en cuenta que en aquellos años fueron continuos los vuelos militares y relativamente escasos los civiles, es mucho más sencillo que en la actualidad separar este fenómeno de otros que también afectan al clima, los bombardeos así como la proliferación de estas estelas ya por entonces empezaron a generar un cambio climático. 

Para saber más:
UNAM
Taringa
La Segunda Guerra Mundial
Copernicus
BBC
Europa Press

domingo, 18 de septiembre de 2022

Las Masacres de Liepaja

Tras la ocupación alemana de Letonia, en 1941, en las dunas de Skede, en la costa del Báltico, varios miles de judíos fueron asesinados. Junto a ello fueron asesinados gitanos, comunistas y enfermos mentales.

Las Masacres de Liepaja
Orden en alemán y letón
Entre los días 15 y 17 de diciembre de 1941, unidades alemanas, principalmente Einsatzgruppen y SD, así como letonas mataron a 5749 judíos, más de la mitad de los judíos de Liepaja.

Los preparativos para la operación comenzaron unos días antes. El 13 de diciembre de 1941, el jefe de la policía de Liepaja, el Obersturmbannfuehrer Fritz Diedrich, publicó un anuncio en el periódico letón Kurzemes Vards, en el que se comunicaba que a los judíos les estaba prohibido abandonar su vivienda entre el lunes 15 de diciembre y el martes 16 de diciembre.

La noche del 13 de diciembre, las fuerzas policiales de Letonia comenzaron a arrestar a los judíos de Liepaja que aún no estaban concentrados en el gueto. Las víctimas fueron llevadas a la prisión de mujeres, donde personas de todas las edades estaban apiñados en el patio. Se les ordenó que se pusieran de pie con la cara hacia la pared, y se les advirtió que no se movieran ni miraran a sus familiares ni a los vigilantes. Algunos fueron transportados a Skede la tarde del día siguiente y los encerraron en un granero, aunque algunas fuentes afirman que se trataba de un garaje.

Las Masacres de Liepaja
En la madrugada del 15 de diciembre, llegaron nuevas víctimas desde Liepaja, bajo la supervisión de la SD, al mismo granero de Skede, donde estaban los judíos de la prisión. Tras ello, grupos de veinte fueron llevados a una zanja excavada en las dunas,  situada a unos cincuenta metros. La zanja tenía unos tres metros de ancho y 100 metros de largo. Allí se les ordenó que se desnudaran completamente.

Fueron fusilados por un pelotón de la SD letona encabezado por el teniente Peteris Galins, y un grupo, también letón de policía auxiliar, conocido como Schutzmannschaften.

Durante la masacre en la que murieron 2731 personas, dos tiradores disparaban a la misma víctima. Los niños que podían caminar fueron tratados como a los adultos, mientras que los bebés fueron asesinados con sus madres que los llevaban en sus brazos. Un hombre se encargaba de empujar los cadáveres que no caían directamente en la zanja. Después de cada tanda de fusilamientos, un hombre del SD inspeccionaba los cuerpos y disparaba a cualquiera que mostrara signos de vida.

Las Masacres de Liepaja
Además de estas matanzas perpetradas en las dunas, también se asesinó a otros miles en otras zonas de la ciudad, como el faro o el puerto.

Las ropas amontonadas se las llevaron los alemanes en camiones militares. Durante la matanza, los oficiales alemanes Carl-Emile Strott y Erich Handke, tomaron varias fotos y algunos mandos de la Wehrmacht y la Kriegsmarine visitaron el lugar.

Las fotos, testigos gráficos de la masacre, fueron encontradas por un hombre llamado David Zivcon, que trabajaba como electricista en la sede del SD en Liepaja cuando un tiempo después de la ejecución, fue enviado para reparar alguna cosa en la residencia de Carl Strott. Mientras trabajaba percató de la existencia de cuatro carretes de negativos en un cajón parcialmente entreabierto. Los cogió e hizo copias con la ayuda de un amigo. Después las devolvió de nuevo al apartamento fingiendo reparar un problema eléctrico. Las copias las guardó en una caja y las escondió en un establo. Después de ser liberado se las entregó a los soviéticos. Las fotos sirvieron como pruebas de los crímenes en los juicios de Núremberg.


Además de las fotografías existe una película tomada por un soldado alemán contraviniendo sus ordenes. Este hecho demuestra que las matanzas fueron presenciadas por personas distintas de los ejecutores, como si las ejecuciones públicas fueran una fiesta. Al parecer soldados alemanes viajaron largas distancias para obtener los mejores lugares para presenciar unos fusilamientos que se convirtieron en una forma de "turismo de ejecución".

Para saber más:
Encyclopedia of Camps and Ghettos, 1933–1945
Churbn Lettland, The Destruction of the Jews of Latvia, de Max Kaufmann
El Ejército de Hitler, de Omer Vartov
Biblioteca nacional de Letonia
Liepaja Jews
Vintag
Yad Vashem 1 2
United States Holocaust Memorial Museum
Wikipedia

domingo, 11 de septiembre de 2022

La guerra de broma, que no lo fue tanto

Hay un periodo relativamente tranquilo de la Segunda Guerra Mundial que va desde la invasión alemana de Polonia en septiembre de 1939 hasta mayo de 1940, cuando fueron atacados Países Bajos, Bélgica y Francia, conocido como la drôle de guerre o guerra de broma. Pero ese periodo no fue tan tranquilo, ni fue tan de broma, para británicos y alemanes.

Scapa Flow
El 14 de octubre de 1939, mes y medio después de la invasión alemana de Polonia Günter Prien con su U-boot U-47 realizó una de las operaciones militares más aduces de toda la guerra. La misión era entrar en el puerto británico de Scapa Flow, en las Islas Orcadas. El puerto de Scapa Flow es un trozo de mar de aguas poco profundas en el que, hasta ese momento, los submarinos alemanes no se habían atrevido a adentrarse.

El navío de guerra HMS Royal Oak, un acorazado que combatió en la Batalla de Jutlandia estaba fondeado bien protegido por redes submarinas y barreras de buques hundidos, cuando el U-47 disparó una andanada de torpedos que lo enviaron a pique. A resultas del ataque murieron 833 marinos británicos. El ataque convirtió en una celebridad en Alemania a Günther Prien, el primer oficial de submarinos con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro. A partir de ese momento Gran Bretaña reforzó la seguridad en sus instalaciones portuarias.

Dos días después de la incursión del U-47, la Luftwaffe atacaba la base naval escocesa de Rosyth, con nueve bombarderos Junkers y Heinkel logrando dañar 3 barcos y causando varias muertes y heridos. Rápidamente se lanza una defensa con varios Spitfires de aeródromos cercanos y baterías anti-aéreas dispuestas sobre la zona, que consiguen abatir tres bombarderos alemanes. Estos serían parte de los primeros aviones alemanes derribados en suelo británico. Al día siguiente los antiaéreos logran abatir otro aparato alemán en la isla escocesa de Hoy, en Scapa Flow.

Graf Spee
Otro hecho ocurrido durante la guerra de broma fue la batalla del Río de la Plata sucedido a mediados de diciembre de 1939, en la que el acorazado alemán Admiral Graf Spee se enfrentó a los cruceros Achiles, Ajax y Exeter. Debido al combate, el sistema de purificación del combustible y la planta desalinizadora, entre otros daños, del Admiral Graf Spee quedaron seriamente dañados y se tuvo que refugiar en el puerto de Montevideo, un puerto neutral.

El capitán del navío alemán, Hans Langsdorff, estaba convencido de que los británicos estarían esperando que abandonara el puerto para emboscarlo, por lo que el día 17 Langsdorff ordena alejarse el puerto y destruir el barco. La tripulación fue internada en Argentina hasta el final de la guerra. Langsdorff se suicidó de un disparo, dos días más tarde, en una habitación de hotel. Está enterrado en el cementerio alemán de Buenos Aires.

Para saber más:
History Learning Site
El camino de Scapa-Flow, de Günther Prien
Escocia Tours
La Batalla del Río de la Plata, de Alejandro Paternain
La Izquierda Diario

domingo, 4 de septiembre de 2022

Las bajas más antiguas de la Segunda Guerra Mundial

En entradas anteriores hablábamos de las obras de arte robadas por los nazis de colecciones particulares y museo de toda Europa y recuperadas por los Monuments Men o de la Salón de Ámbar, pero poco se sabe de la suerte que tuvieron otros objetos tan valiosos. Y como recientemente se ha estrenado otra película de la saga “Parque Jurásico” vamos a hablar de lo que sucedió con los extintos dinosaurios durante la Segunda Guerra Mundial.

Las bajas más antiguas de la Segunda Guerra Mundial
Hace unos cien millones de años, en el período Cretácico, el mundo estaba gobernado por los grandes dinosaurios y entre ellos el carnívoro más grande conocido fue el Espinosaurio. El famoso Tiranosaurio Rex de unos 12,3 metros de longitud, 4 de altura y un peso de 6 a 18 toneladas se queda algo pequeño ante las dimensiones del Espinosaurio: entre 15 y 18 metros de longitud y un peso estimado de entre 9 y 20 toneladas. Estas dimensiones lo colocan como el rey indiscutible de los depredadores terrestres.

El Espinosaurio recibe su nombre por la especie de “vela” dorsal formada por una serie de largas espinas que tenía en sus vértebras, algunas de ellas de casi dos metros de altura. Su nombre se lo otorgó el paleontólogo alemán Ernst Stromer en 1915, partiendo de unas mandíbulas, vértebras y costillas descubiertas tres años antes en Egipto (de ahí su nombre científico Spinosaurus Aegyptiacus). Durante treinta años, estos fósiles estuvieron a salvos en el Museo Paleontológico de Múnich. Luego estalló la guerra y el museo dejó de ser un refugio seguro.

En la noche del 24 de abril de 1944, 234 Lancaster y 16 Mosquito de la RAF lanzaron sobre Múnich un devastador bombardeo que destruyó el museo y acabó con los restos fósiles del Espinosaurio que atesoraba en su interior. Los huesos de Espinosaurio no son muy abundantes, por lo que la pérdida de cualquiera de ellos es una tragedia para la paleontología y el estudio de nuestro pasado terrestre, pero la pérdida de este espécimen fue especialmente significativa porque era el holotipo (el usado para la primera identificación científica oficial de la especie). Lo único que queda de él son las notas, dibujos y fotos de Stromer.

Las bajas más antiguas de la Segunda Guerra Mundial
Ernst Stromer
Otro enorme dinosaurio carnívoro que también merodeaba por el Cretácico del Norte de África era el Carcharodontosaurus saharicus que compartía territorio con el Espinosaurio. Considerado el tercer carnívoro terrestre más grande con sus casi 13 metros de largo, entre tres y medio y cinco metros de altura y hasta 15 toneladas de peso. Además era más rápido que el Tiranosaurio Rex con más de 30km/h en carrera. Sus dientes, similares a los de los tiburones (su nombre deriva del latín "Reptil diente de tiburón") desgarraban a sus presas hasta que éstas morían desangradas, ayudándose de sus garras afiladas. El Carcharodontosaurio fue descubierto por primera vez en la década de 1920 y renombrado por Stromer en 1931. A igual que el Espinosaurio, terminó totalmente pulverizado por las bombas aliadas que caían sobre Múnich. Expediciones al Sahara desenterraron nuevos especímenes en la década de 1990, pero el original se convirtió en polvo durante la guerra.

El bombardeo de la RAF sobre la ciudad bávara también acabó con la extraordinaria colección de Stromer que incluía, entre otros, huesos fósiles del Bahariasaurio y el único espécimen conocido del inusual cocodrilo prehistórico Stomatosuchus. A Stromer la guerra le supuso un coste más allá de sus fósiles. Dos de sus hijos murieron y el tercero pasó años como prisionero de los soviéticos.

Para saber más:
Nuestro Clima
hmong
Wikipedia
National Gegraphic
Bayerische Staatssammlung für Paläontologie und Geologie
BBC