El Wilhelm Gustloff era un navío mandado construir directamente por Hitler a los astilleros Blohm & Voss para ser utilizado por la Kraft durch Freude o Fuerza a través de la alegría (KdF), una organización dedicada a proporcionar vacaciones a los trabajadores alemanes. Sus camarotes, que eran de un lujo muy similar, podían alojar a más de 1.400 pasajeros.
En 1937 el magnífico transatlántico fue botado por el mismísimo Führer, con el nombre del fundador del partido nazi en Suiza. Pero según fue transcurriendo la Segunda Guerra Mundial su propósito fue cambiando: primero sus rutas y luego el tipo de transporte. Siendo hasta nodriza (vaca lechera) de submarinos.
Hasta 1939 realizó viajes de recreo hasta la isla de Madeira y posteriormente fue utilizado para recoger, en el puerto de Vigo, a la Legión Cóndor, que combatió en la Guerra Civil española a favor de las tropas alzadas al mando del general Francisco Franco.
Hasta 1940 fue un buque hospital que también transportaba a los militares alemanes a los diferentes frentes de batalla. Navegó al puerto polaco de Danzig un año después de la invasión de Polonia, más tarde participaría en la batalla y posterior invasión de Noruega. Entre 1940 y 1943, tras sufrir una remodelación, se utilizó para transportar tropas, y alojar a miembros de la marina alemana. A fines de 1943 con la contraofensiva soviética en el frente oriental se ve obligado a transportar a los refugiados que huían, así pasó a ser un buque meramente de refugiados.
El Wilhelm Gustloff formaba parte de la Operación Aníbal, que consistía en rescatar y poner a salvo a cerca de 2 millones de alemanes que huían del Este ante el avance del ejército rojo, trasladándolos hasta los puertos de Kiel, Hel y Hamburgo. En la operación tambien participaban los transatlánticos MV Goya y el SS General Steuben; y varios U-Boote, para proteger las aguas de navíos soviéticos.
El 30 de enero de 1945 a las 12:30 horas, con una temperatura de -18ºC, junto a otros barcos, partió del puerto de Danzig. A bordo viajaban oficialmente 8.956 pasajeros, aunque la cifra real llegaba a los 10.580, la mayoría civiles refugiados. A las 20:30 escuchaban el último discurso público de Adolf Hitler celebrando otro aniversario de la llegada al poder del partido nazi.
A las 21 horas se le indicó al buque que estaba en rumbo de colisión con un dragaminas. Al momento de encender las luces de navegación fue cuando, a sólo 25 millas de la costa, el submarino soviético S-13 al mando de Alexander Marinesko los avistó y ordenó lanzar cuatro torpedos contra el Wilhelm Gustloff. A las 21:16 horas el primer torpedo impactó en el buque, justo en la proa, poco después un segundo torpedo impactó en la piscina interior donde estaban alojadas un grupo de enfermeras de la marina. Apenas dos minutos después recibió un tercer impacto en la sala de máquinas, empezó a hundirse en el gélido mar Báltico, y de inmediato se ordenó evacuar a la mayor cantidad de personas en los botes salvavidas. El cuarto torpedo no llegó a salir del submarino soviético debido a una avería.
Como sucedió en el Titanic, se desató el pánico entre la tripulación y el pasaje. No había a bordo suficientes botes salvavidas para todos los ocupantes, únicamente disponían de balsas para unas 5.000 personas. Algunos, ante la desesperación saltaban a las frías aguas, donde la muerte por hipotermia llegaba casi al instante. Otros trataban de ir a los botes salvavidas colapsando las vías de evacuación, por lo que la tripulación tuvo que abrir fuego contra algunos hombres que pretendían ocupar el lugar de mujeres y niños. Tal fue la impotencia de algunos pasajeros que un oficial alemán prefirió disparar a su familia antes de que estos murieran ahogados o congelados.
Los barcos que acompañaban al Wilhelm Gustloff prestaron ayuda inmediata, ya que se encontraban a pocas millas, pudieron rescatar alrededor de 1.174 personas pero 9.405 perecieron ahogados o por las frías aguas del Báltico. Esto convirtió a esta tragedia marítima, a este crimen de guerra por parte de la Unión Soviética, en la mayor de la historia. El trasatlántico alemán tardó 45 minutos en hundirse, a unos 45 metros de profundidad.
SS General Steuben |
Además del Wilhelm Gustloff y el SS General Steuben, otros barcos hospital fueron torpedeados como el MS Goya, hundido el 16 de abril de 1945 por el submarino L-3. Según algunos cálculos se estima que murieron unos 30.000 alemanes, la mayoría civiles, en las evacuaciones marítimas que se realizaron durante la Operación Aníbal.
Para saber más:
La tragedia del Gustloff: relato de un superviviente, de Heinz Schön
El Español
ABC
Muy Historia
Voltairenet
Informe Insólito