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domingo, 25 de diciembre de 2022

La Navidad de 1939 en Londres y París, la calma antes de la tempestad

Autor invitado: Gustavo Adolfo Ordoño

Más de un millón de soldados alemanes cruzaban el 1 de septiembre de 1939 la frontera con Polonia. Cuarenta y ocho horas después, el 3 de septiembre, Francia y Gran Bretaña declaraban la guerra a Alemania. Es la fecha hito para dar por comenzada la Segunda Guerra Mundial en los libros de historia. Sin embargo, para millones de personas que vivieron esa fecha en Londres y París, todavía no era más que el otoño que precede al invierno navideño. 

La Navidad de 1939 en Londres y París, la calma antes de la tempestad
Las noticias bélicas de esos tres primeros meses del conflicto se limitaron a los logros de la Wehrmacht en su exitosa «invasión relámpago» de Polonia. También se atendió a las informaciones preocupantes del ataque soviético a Finlandia en noviembre. Pero el resto de los movimientos bélicos no inquietaban. El Ejército francés se atrincheró en la Línea Maginot y los germanos se posicionaron en su Línea Sigfrido. Era la "calma tensa" antes de la tormenta. 

Se procuró en las dos capitales de las potencias aliadas aparentar un ambiente de tranquilidad, con la preparación de unas Navidades en "normalidad". Era lógico que en París se viviera con mayor preocupación los movimientos alemanes. En la anterior guerra mundial, la capital francesa había estado seriamente amenazada. El Ejército alemán estuvo a las puertas de París en la llamada primera batalla del Marne, en septiembre de 1914. Pero una vez que pasó el miedo inicial a los bombardeos de la Luftwaffe, que no se dieron en esos primeros meses, el optimismo y las ganas de festejar predominaron en los parisinos de la Navidad de 1939. No fue un diciembre muy frío y las terrazas de los cafés de París tuvieron su animada y habitual clientela esas Navidades. Incluso la famosa noche parisina de espectáculos de cabaret aumentó su oferta en Navidad

La Navidad de 1939 en Londres y París, la calma antes de la tempestad
En realidad, eran los gobiernos francés y británico los que mostraban más señales de angustia ante la situación bélica que los propios ciudadanos. Desde el gobierno de París se hicieron constantes llamamientos a los ciudadanos para que se enviasen regalos de Navidad a los soldados movilizados. Aumentar el patriotismo, porque temía que los civiles se despreocuparan demasiado en esas fiestas del conflicto y se olvidasen de los militares. La verdad es que los parisinos, teniendo una premonición de la llegada de malos tiempos, disfrutaron esa Navidad de su ciudad como si fuera la última a celebrar... y, desde luego, acertaron al sufrir la invasión nazi de su país en junio de 1940. 

Curiosamente, Londres estaría más angustiada con los posibles ataques alemanes y le costó más despreocuparse para celebrar unas "Navidades normales" en 1939 que a la Ciudad de la Luz. En todo momento se estuvo alerta ante los temidos bombardeos de la Luftwaffe. Ni el pasar de las semanas sin movimientos aéreos preocupantes, sólo con noticias de esporádicas batallas navales, tranquilizó a los regidores de Londres. Se organizó, desde el mismo septiembre, una evacuación masiva de niñas y niños londinenses, mandados a la campiña inglesa para salvarlos de los bombardeos nazis. En diciembre de 1939 se alcanzó la cifra de 850.000 niños evacuados. Fueron enviados con familias de acogida a la Inglaterra rural, mientras sus padres se quedaban en la "defensa de Londres". 

La Navidad de 1939 en Londres y París, la calma antes de la tempestad
A pesar de medidas tan estrictas como esa, que separaba a las familias en plenas Navidades, el ambiente optimista y festivo de Navidad se forzó en la gran ciudad como una manera de insuflar ánimos. Resultaba complicado preparar las fiestas por detalles como el obligado apagón de luces, hasta de los faros de los coches, como norma contra los posibles bombardeos nocturnos. Ir de compras en las noches navideñas, con los escaparates apagados, sin farolas y los vehículos sin luces, aumentó los atropellos de viandantes. Al final se tuvo que dejar el uso de tenues linternas, porque las tiendas todavía estaban repletas de suministros y la Navidad es época de consumir. 

En efecto, los almacenes estuvieron más llenos que nunca esas Navidades. Parece que el anuncio del gobierno británico de empezar con el racionamiento a partir de 1940, animó a los londinenses a disfrutar todo lo posible de esas Fiestas Navideñas. Ese «disfrute al máximo» no solamente se daría en los hogares, se vio un incremento de fiestas y de reservas para celebraciones navideñas en los restaurantes y hoteles más lujosos de Londres. Unos hoteles como el Savoy o el  Ritz, que tuvieron aforos completos en las comidas y cenas de aquellas fiestas. Unos lugares, como muchas de las casas de los londinenses, que pronto serían objetivo de esos temidos y aún no llegados bombardeos de la Luftwaffe.

Gustavo Adolfo Ordoño es historiador y periodista. Es el autor del blog Pax Augusta: "La única web sobre civilización y barbarie". 

domingo, 18 de diciembre de 2022

Palomas y pantalla táctiles

Las palomas han sido desde antiguo un buen elementos de comunicación e incluso han sido usadas para fotografiar las líneas enemigas, pero durante la Segunda Guerra Mundial se intentó entrenarlas para lanzar bombas desde el aire. La Marina y la Oficina Nacional de Normas o NB estadounidenses entrenaron a estas aves para que picotearan unas pantallas en el morro de planeadores para lanzar bombas y evitar el mayor número posible de bajas entre las tripulaciones de los bombarderos. La tecnología de "pantalla táctil conductiva" que usaron las palomas ahora se encuentra en nuestros teléfonos inteligentes, tabletas y muchos otros dispositivos digitales.

Palomas y pantalla táctiles
En los años 40 no existían ni los satélite ni el GPS, las bombas de que se disponía eran "tontas". Esto significa que una vez lanzadas, no se podían dirigir y podían ser movidas por el viento. Para dar con éxito en el blanco, los pilotos tenían que volar a baja altitud. Esto era peligroso y aumentaba la probabilidad de ser derribados por los antiaéreos los enemigos. para mejorar la seguridad, la opción era volar alto y lanzar varias bombas con la esperanza de que algunas dieran en el blanco, pero eso era ineficaz, costoso y provocaba más daños colaterales. A pesar del desarrollo de la Mira Norden que aumentaba la precisión, la eficacia de los bombardeos a mucha altitud no era la deseada por el mando de bombardeo.

Cuando la NB, el actual Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), desarrolló un planeador que podía transportar una bomba de 450 kilogramos, necesitaba un nuevo tipo de sistema de guía que pudiera garantizar la seguridad y la precisión. En ese momento, Burrhus Frederic Skinner, un psicólogo conocido como padre del conductismo junto con Ivan Pavlov, propuso usar palomas. La idea surgió cuando vio una bandada de pájaros que se elevaban y giraban en formación. Pensó que tenían una excelente visión y una maniobrabilidad extraordinaria. ¿Podrían ser capaces de guiar una bomba?

Palomas y pantalla táctiles
El condicionamiento del comportamiento de los animales era la especialidad de Skinner, y entrenó a las palomas mediante recompensas. Primero diseñó un arnés que sujetaría el cuerpo y las alas del ave mientras permitía que su cabeza y cuello se movieran libremente para que comieran semillas de pantallas que mostraban imágenes de cine de zonas de bombardeo, poniendo sus semillas favoritas en los objetivos más difíciles de alcanzar. Aumentando gradualmente el tiempo entre el picoteo de la paloma y su recompensa de comida, Skinner entrenó a las aves para que picaran furiosamente la imagen mientras se movía. Durante el adiestramiento los pájaros pudieron picotear hasta 10.000 veces en 45 minutos, mucho más tiempo del necesario para que una bomba que cae alcance su objetivo. 

El sistema de guía consistía en una lente transparente en la parte delantera del planeador que proyectaría una imagen del suelo en una pantalla que disponía de una superficie conductora. La paloma tendría un electrodo adherido al final de su pico y picotearía la imagen, que enviaba señales eléctricas al mecanismo que controlaba el aparato. Picotearía en el centro de la pantalla para mantener la bomba en su curso actual o lo haría hacia la izquierda o hacia la derecha para dirigirla.

Palomas y pantalla táctiles
Si bien el sistema funcionó muy eficazmente en las pruebas, la Marina dudó en la eficacia de usar las palomas para dirigir bombas, por lo que ningún pájaro intentó una misión militar real. Para intentar convencer a la Marina de la viabilidad del proyecto decidieron diseñar una un sistema que usara "copilotos" para cada paloma. Tres palomas volarían el planeador y dos de ellas tendrían que "acordar" un objetivo picoteando al mismo lugar de la pantalla para dirigir la bomba. 

Aún así, los militares no estaban convencidos. Cancelaron el proyecto en octubre de 1944 y buscaron un sistema de guía de ecolocalización basado en radio inspirado en murciélagos desarrollado por Western Electric, apodada "The Bat", se probó hacia el final de la guerra, en el Pacífico. Sin embargo, este método tenía un obstáculo que podría haberse evitado si se hubiera utilizado la técnica de Skinner: los enemigos podrían bloquear fácilmente la señal de radio. Aunque no se llegó a utilizar durante la guerra las investigaciones de Skinner hacen que a día de hoy se encuentren en dispositivos que se utilizan a diario en todo el mundo

domingo, 11 de diciembre de 2022

El Regimiento Rani de Jhansi

Existe la creencia de que las mujeres no participaron en unidades de combate más allá de las francotiradoras soviéticas o las pilotos conocidas como "las brujas de la noche", pero hubo una unidad de infantería compuesta solo por mujeres.

El Regimiento Rani de Jhansi
El mundo llevaba varios años en guerra, cuando Subhas Chandra Bose tomó la decisión de alinearse con las potencias del Eje y estableció el Ejército Nacional Indio en 1942 con la intención de expulsar a los británicos de la India. 

Bose en un discurso en Padang el 9 de julio de 1943, dijo:
Quiero una unidad de valientes mujeres indias para formar un regimiento que desafía a la muerte y empuñe la espada que empuñó Rani de Jhansi en la Primera Guerra de Independencia de la India en 1857.
Entre los asistentes se encontraba Lakshmi Swaminathanal, que decidió visitar a diversas familias para persuadir a las mujeres para que se unieran al Ejército Nacional Indio. Aunque encontró reticencias entre muchas familias que opinaban que el papel tradicional de una mujer era estar en casa. Aún así logró reunir a 20 chicas entusiastas que estaban dispuestas a romper barreras. El 12 de julio de 1943, Bose anunció la formación de un regimiento de infantería exclusivamente femenino. Al mando de Lakshmi Swaminathan el regimiento se creó con voluntarias que se encontraban expatriadas en por el sudeste asiático. La unidad se llamó Rani de Jhansi, una reina india que jugó un importante papel durante la Primera Guerra de la Independencia India de 1857 y  símbolo de los nacionalistas indios en su resistencia al Raj británico. En 1944 el mando recayó en Janaki Devar.

El regimiento estaba formado principalmente por jóvenes voluntarias que procedentes de las plantaciones de caucho malayas. Aunque apenas unas pocas habían estado en la India, sentían un gran fervor nacionalista y querían expulsar de su país a los británicos. 

La mayor parte de las mujeres eran adolescentes tamiles de ascendencia india procedentes de las plantaciones de caucho malayas. Llegando a estar compuesto por unos mil efectivos, en sus inicios eran poco más de 170 mujeres que se entrenaban intensamente en Singapur y formaron el cuerpo principal de la suboficialidad. Más tarde, se establecieron en Rangún y Bangkok y, en noviembre de 1943, eran más de trescientas. Para marzo de 1944 eran más de quinientas. En el regimiento se formaron hasta doscientas en enfermería creando el Cuerpo de Enfermería Chand Bibi.

Durante la campaña de Imphal (marzo - julio de 1944 ), capital de Manipur, India, llevada a cabo por el Ejército Nacional Indio, un centenar de soldados del Rani de Jhansi se trasladó a la ciudad montañosa de Maymyo, para formar una unidad de vanguardia que entrara en las llanuras del Ganges de Bengala tras la caída de Imphal. Las enfermeras de la unidad se encargaron del hospital de Maymyo. Tras el fracaso del asedio de Imphal y la desastrosa retirada india y japonesa que supuso la muerte de muchos soldados por hambre, enfermedades y agotamiento, el regimiento Rani de Jhansi se encargó del socorro y el cuidado de las tropas del Ejército Nacional Indio que fueron llegando a las ciudades de Maymyo y Monywa. Durante esas operaciones no entraron en combate aunque si participaron en numerosas escaramuzas.

Tras la caída de Rangún y la retirada del gobierno provisional indio o Azad Hind y el líder nacionalista Subhas Chandra Bose de la ciudad a través de Birmania, los birmanos que formaban parte del Ejército Nacional Indio lo abandonaron, mientras que el resto del regimiento se retiró junto con las fuerzas japonesas sufriendo algunos ataques aéreos aliados como de la resistencia birmana. Poco tiempo después la unidad se disolvió y se desconoce el número total de bajas que sufrieron. No han recibido los merecidos homenajes como guerreras que lucharon por la independencia de la India y muchas de ellas pasaron el resto de sus vidas en la pobreza.

Para saber más:
Women Against the Raj: The Rani of Jhansi Regiment, de Joyce Lebra
Nationalism and Feminism in Late Colonial India: The Rani of Jhansi Regiment, de Carol Hills y Daniel C. Silverman
Historical Journey of the Indian National Army
Her zindagi
Medium

domingo, 4 de diciembre de 2022

El decreto Noche y Niebla

El 7 de diciembre de 1941, el mismo día en que el Imperio del Japón atacaba la base norteamericana de Pearl Harbor, en el Pacifico, el régimen nazi establece el decreto "Noche y Niebla" (Nacht und Nebel Erlass) que formaba parte de las llamadas "Directivas para la persecución de las infracciones cometidas contra el Reich o las fuerzas de ocupación en los territorios ocupados".

El decreto Noche y Niebla
Esta orden fue para los nazis el modo de disponer un nuevo procedimiento de deportaciones forzosas. En el proceso no se daba ninguna explicación cuando se imputaba la pena. Tampoco se dejaban ni testimonios ni pruebas. Es por eso por lo que se llamó "noche y niebla" eufemismo a los que los nazis eran muy proclives y está tomado de un canto que aparece en la obra "El oro del Rin" de Richard Wagner, el compositor de cabecera de Hitler.

Para Hitler y según el testimonio del mariscal Wilhelm Keitel en los juicios de Núremberg: "El efecto de disuasión de estas medidas radica en que permite la desaparición de los acusados sin dejar rastro y que ninguna información puede ser difundida acerca de su paradero o destino. Una intimidación efectiva y duradera solo se logra por penas de muerte o por medidas que mantengan a los familiares y a la población en la incertidumbre sobre la suerte del reo y por la misma razón, la entrega del cuerpo para su entierro en su lugar de origen no es aconsejable, porque el lugar del entierro podrá ser utilizado para manifestaciones. A través de la diseminación de tal terror toda disposición de resistencia entre el pueblo será eliminada".

El decreto Noche y Niebla
"Noche y niebla" fue aplicado por la a RSHA (Oficina Central de Seguridad del Reich) en todos los territorios ocupados. Inicialmente en Francia, continuando por Bélgica y Países Bajos. De este modo eliminaban físicamente a cualquier adversario político, miembro de la resistencia y a todas las "personas que ponen en peligro la seguridad de Alemania". A partir de ese mes de diciembre de 1941 las desapariciones forzosas se convertirían en actos de total impunidad y legalidad. En donde se empleó más contundente y masivamente fue en la Unión Soviética con los prisioneros de guerra

El decreto establecía que los opositores políticos fueran trasladados clandestinamente a Alemania y que en el supuesto que las autoridades "se interesaran por tales prisioneros, se deberá contestar que habían sido arrestados pero que los procedimientos no permitían más información". Con ello se lograba que fuera prácticamente imposible saber nada de los detenidos. En el caso de los miembros de la resistencia se les aplicaba el mismo método o bien eran eliminados directamente. Los prisioneros de guerra eran enviados a campos de concentración como el de Struthof-Natzweiler o Gross-Rosen. Allí eran marcados con las letras NN.

El decreto Noche y Niebla
En los juicios de Núremberg, el decreto "Nacht und Nebel" fue declarado como crimen de guerra y condenó al mariscal Wilhelm Keitel, quien lo firmó. Dentro del llamado "Juicio a los Jueces" (Caso nº3), numerosos miembros del sistema de justicia del Reich, que según los juristas aliados eran “el cuerpo de lo que pasaba por justicia en el Tercer Reich”, fueron juzgados por su relación con el decreto "Noche y Niebla". Entre los acusados destacaron el Ministro de Justicia nazi, Franz Schlegelberger, condenado a cadena perpetua pero indultado en enero de 1951 por incapacidad y Ernst Lautz, fiscal general ante el Tribunal del Pueblo condenado a diez años y liberado en 1951.

Para saber más:
El Tercer Reich, de Heinz Huber y Artur Müller
Los juristas del horror, de Ingo Müller