A finales de 1940, la Wehrmacht alemana ya había invadido sus países vecinos. ¿Todos? ¡No! Solo la pequeña y valiente Suiza permanecía libre. Vaya, parece que esté comenzando un comic de Astérix.
Vayamos a lo serio. ¿Por qué Adolf Hitler perdonó a los suizos? Hasta el día de hoy, todavía abunda el mito sobre que esta pequeña nación alpina y su ejército suizo habría repelido al invasor nazi si los hubieran atacado. No es que no existiera un plan. Al contrario, ya se había elaborado la “Operación Tannenbaum” u “Operación Árbol de Navidad”, en la que participarían entre 300.000 y 500.000 soldados alemanes e italianos. Además, Heinrich Himmler tenía a varios candidatos para el puesto de Reichskommissar o Comisionado del Reich para el territorio suizo ocupado.La mayor parte de los líderes nazis opinaban que Suiza era un país predominantemente germánico y que seguiría el ejemplo de Austria cuando llegara el momento con lo que se uniría al Reich de un modo pacífico. Lo cierto es que eso son pasaba por la cabeza de los suizos, aunque había bastantes simpatizantes nazis. Cuando Hitler llegó al poder en 1933, la organización suiza de extrema derecha Frontenfrühling o Frente de Primavera cobró vida. El miedo a los comunistas y el odio a los judíos era creciente en Suiza. Sin embargo, el Frontenfrühling solo obtuvo menos del diez por ciento de los votos en las elecciones y muy pocos promovieron un Anschluss con el Reich alemán.
Hitler, por su parte, el 23 de febrero de 1937 prometió en Berlín, que Alemania no atacaría a la Confederación Suiza. Aunque, a tenor de los hechos, esa declaración significaba muy poco.
El 30 de agosto de 1939, la Asamblea Federal de Suiza eligió a un General, un rango militar que solo se otorga en tiempo de guerra o emergencia nacional. El elegido fue Henri Guisan. Bajo su mando, los suizos también comenzaron sus preparativos ante una posible invasión alemana. El gasto militar se incrementó en un plan plurianual que costó cientos de millones de francos suizos. Tras la invasión alemana de Polonia y la declaración de guerra de Gran Bretaña, Guisan ordenó una movilización general. Cuando Francia cayó un año después y Suiza quedó virtualmente rodeada, se elevó la edad de servicio militar obligatorio a los 60 años.
En el caso de un ataque alemán, el ejército suizo, que alcanzaba los 800.000 hombres después del servicio militar obligatorio, y todas aquellas personas que pudieran se retirarían a la llamada Reduite National, la defensa natural de los Alpes. Guisan opinaba que los alemanes podrían tener las llanuras suizas y las ciudades, pero que jamás lograrían conquistar la "Fortaleza de los Alpes".
Hitler nunca dio el visto bueno para que la “Operación Tannenbaum” se llevara a cabo. Pero debido a sus comentarios no es entendible. En junio de 1941, durante una reunión con Benito Mussolini, y su ministro de Relaciones Exteriores, Galeazzo Ciano, Hitler expresó su opinión sobre Suiza:Suiza posee el pueblo y el sistema político más repugnante y miserable. Los suizos son los enemigos mortales de la nueva Alemania.
En agosto de 1942, Hitler describió Suiza como “un grano en la cara de Europa” y como un país que ya no tenía derecho a existir. Además, denunció a los suizos como “una rama mal nacida de nuestro pueblo”. Por ello se ve que no los tenía en mucha estima.
Entonces, ¿Cuáles fueron los motivos para no invadir el país de los Alpes?
Alemania estaba demasiado ocupada con la Batalla de Inglaterra y, más tarde, con la invasión de la Unión Soviética para preocuparse por Suiza. Además, los suizos eran demasiado útiles como país independiente.
Hitler no era tan tonto como para atacar a su propio banquero. La llamada neutralidad suiza fue un clarísimo ejemplo de hipocresía. El dinero manda. Al parecer fueron los funcionarios suizos quienes tuvieron la idea de poner una “J” de color rojo en los pasaportes de los judíos alemanes con la finalidad de facilitar la identificación de los judíos en la frontera germano-suiza.Además, los suizos rechazaron en sus fronteras a unos 25.000 refugiados que huían de la persecución nazi. Una cifra muy alejada de un país históricamente tolerante. No hay que olvidar que fue el destino preferido de los hugonotes que huían de Luis XIV unos 300 años antes.Aun así, y a pesar de las garantías del general Guisan, el gobierno suizo temía a Alemania y lo que los nazis pudieran hacer con su país. Por lo tanto, estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para mantener Suiza neutral.
Las empresas suizas produjeron armamento y material para la economía de guerra alemana. El país suministró diez veces más armamento a Alemania e Italia en comparación con los Aliados. Y, sobre todo, Suiza compró botín de guerra alemán en forma de valores confiscados y el oro perteneciente a los bancos centrales de los países ocupados y robados a los judíos. Los suizos ayudaron a transformar casi las cuatro quintas partes de todo el oro alemán en francos suizos altamente convertibles. Como resultado, Alemania pudo comprar materias primas estratégicas de España y Portugal. En 1941, Alemania recibió mil millones de francos suizos como crédito por la campaña rusa.
Hitler dejó a Suiza en paz porque el país le era más útil como una isla neutral en medio de un continente subyugado. No invadir el país mantuvo intactas sus conexiones financieras con el mundo entero.
Además de todo lo expuesto, hubo otras razones por las que los alemanes nunca se molestaron en invadir el país helvético. Por un lado, hubiera sido demasiado costoso en términos humanos y materiales conquistar un estado tan montañoso. Hasta cierto punto, el general Guisan tenía razón. El ejército suizo habría podido resistir al gigante nazi durante muchos años antes de ser totalmente invadido. Los Alpes eran simplemente un obstáculo demasiado grande. Además, otras naciones pequeñas como los Países Bajos y Bélgica eran mucho más importantes estratégicamente en términos económicos y militares. Ambos países tenían acceso al Mar del Norte y sus economías estaban más o menos alineadas con el Reich. Si la invasión de Francia hubiera tomado más tiempo, quizás pudo haber sido diferente, pero Francia cayó en seis semanas. Poco después, los alemanes pusieron su mirada en el Reino Unido y más tarde en la Unión Soviética. Para entonces, los nazis habían disfrutado de la neutralidad suiza durante demasiado tiempo. Era simplemente más lucrativo tener una Suiza independiente a efectos financieros. Así que, por una vez, Hitler cumplió su promesa diplomática.A día de hoy, a los niños suizos se les enseña el mito de que fue gracias al miedo de Hitler a una guerra prolongada, en la que los suizos lucharían desde un bastión alpino que mantendría a salvo Suiza. La verdad es muy diferente. Si Napoleón logró conquistar a los confederados suizos, entonces Hitler, con su poder abrumador, habría podido hacer lo mismo. Lo que también es cierto es que, al final de la Segunda Guerra Mundial, más de 110.000 exiliados lograron cruzar la frontera Germano-Suiza, de los que unos 60.000 lograron huir a otros países.Para saber más:
ABC
Wikipedia
La Brújula Verde
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Bellumartis